EDUARDO GUZMÁN PÉREZ |
Fueron innumerables los valores psico-sociales, prejuicios, atavismos y quien sabe de qué cosas más, lo que nos dejó
el conquistador español
cuando se asentó en lo que es hoy Venezuela. Medio
milenio después, devino Hugo Chávez quien
por mandato divino nos dio
patria, por que antes no la hubo.
Tras esas tres centurias de ocupación
territorial, colonización,(1528-1811),
de culturización y evangelización de ese indio indómito violento, salvaje,
nómada e ignaro, que no dejo rastros culturales de nada de que podamos sentirnos orgullosos,
tal como si, aquellos de las culturas indígenas azteca, maya, inca y
araucana.
La Conquista de America, fue
uno de los más grande procesos de
transformación histórica, de conflictos culturales y de evolución social, de adaptación
económica, de creación y de cambios, en la
manera de la relación entre los
hombres, que haya experimentado la
humanidad.
Un siglo luego, el XVII, el negro africano nos trajo con ellos, entre otros valores
diabólicos y heredades, el
fetichismo, el culto a figuras paganas y a deidades. De allí la explicación genética del porque
somos lo que somos, y así emergió nuestra raza y de ella gran parte de este mestizaje de cromosoma
indefinido es el venezolano actual:
Reacio al trabajo, a la disciplina social, a la creatividad, zamarro, audaz,
de sentimientos malucos e
improvisador, que no genera plusvalía de nada, que antes
parasitaba del cacao y del café y ahora
es rentista petrolero.
De ese
raza mestiza devino el culto a la
personalidad y el hedonismo de muchos de nuestro gobernantes. Que se exacerbo en Cundinamarca donde la oligarquía bogotana se lo practico
Bolívar, y en donde él se sentía cómodo con la cortesanía. Páez,
Soublett, los Monagas primeros
presidentes de la Republica, entre 1830-1858 adolecieron de esa patología.
Hasta que apareció J. C. Falcón un anodino incapaz y nulidad de presidente,
Jose Ruperto Monagas un huérfano de su papa Jose Tadeo, Y de seguidas, devino
Antonio Guzmán Blanco; mantuano, blanco rubio, engreído, buenmozo,
guerrero triunfador, abogado y general
que se apodero por 17 años del
miserable país que éramos,
haciéndose llamar el “Autócrata
Civilizador” o, el” Ilustre Americano” y se escudó sobre el fetichismo teocrático a Bolívar y lo superó con creces,
fue un asaltante del erario público. Vinieron, luego los
presidentes Linares Alcántara, Andueza, Rojas Paul, Crespo los llamados hombre
de Antonio Guzmán Blanco, a través de
ellos gobernó el país por 12 años
más hasta su muerte en Paris en 1999. El siglo XX comienza con Cipriano Castro un orate pendenciero rodeado
de aduladores y aplaudidores de oficio con
una patología sexual. Gómez, López, Medina Delgado y Pérez Jiménez
gobernantes hasta 1957 desprejuiciados hombres sencillos ..
Y vino la
democracia: Betancourt sufrió esa patología, mas no Leoni, ni Luis Herrera, ni
Lusinchi, CAP un megalómano y Caldera un autócrata, engreído y déspota
Hasta que apareció Chávez un hombre audaz, un engendro
de los anteriores. Cargado de prejuicios personales, hedonista escudado como Guzmán tras Bolívar
que manejo el país como un brujo africano del Siglo XIX a quien deben ya
dejarlo morir en paz.
Por Dios señores
aduladores, entiérrenlo. Alea jacta
est
Jose Eduardo Guzman Perez
guarauno2000@gmail.com
@guzmanperez1
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