domingo, 2 de noviembre de 2014

ALICIA FREILICH, EL ESTADO PRAN Y SU TRIPLE C (2)

ALICIA    FREILICH
Siete meses  atrás  fue publicada la   nota primera que llevaba este mismo título pero a la luz de los sucesos  actuales  aquel análisis  luce gris y benévolo porque ya  se contabilizan como mínimo   6000 venecubanos  en la acción  fratricida  de los llamados Colectivos locales  que en realidad son Comandos Criminales Cobardes, la  Triple C, el más visible de los grupos paramilitares que sirven de  sustento al  chavismo. Su protagonismo en la matanza de estudiantes el pasado Febrero  es un hecho indiscutible y   no cabe la menor duda de que este régimen trata de igualarse  históricamente con los siniestros  gorilatos a la derecha y a la izquierda que tanto enlutaron a  Chile, Argentina, y ahora persisten ya incrustados hasta  en  organismos internacionales. Es un yihadismo  de  oratoria  populista que obliga  a cambiar el vocabulario tradicional para definir  a la llamada guerra civil.

Guerra es guerra, destrucción  del enemigo. Civilidad es lo contrario, un comportamiento basado en normas que regulan la convivencia entre diferentes, ocupen o no  el mismo sitio  pero  comparten total o parcialmente ciertas costumbres respetando las  naturales  diferencias que marcan a cada individuo. Esto que luce tan elemental, tan simple, tan perogrullada, tomó  al menos dieciocho siglos en  hacerse ley  desde  el cambio luego fallido de la Revolución Francesa  que  dando tumbos sangrientos se consolidó en la Norteamericana y casi un  siglo después  de las luchas independentistas.

Eliminada la esclavitud y reducido un tanto  el caudillismo rural,  cuando se proyectó como revolución republicana  hacia Latinoamérica con los elevados costos de  sacrificadas y heroicas vidas anónimas.

Eso es pan comido para quienes tuvieron el privilegio de estudiar la historia universal en colegios, escuelas y liceos de las  repúblicas  suramericanas donde por fin se pudo incluir en los programas educativos materias primordiales que enfatizaban lo básico de la coexistencia pacífica y de cómo las democracias verdaderas se miden por la manera como tratan a sus minorías étnicas, religiosas y políticas, ya que sumadas ofrecen el saldo auténtico de lo que llamamos civilidad,  civilismo,  civismo.

Por cierto, en su reciente libro  titulado   Civiles  (Editorial Alfa,2014), Rafael Arráez  registra documentalmente este concepto desde semblanzas biográficas de notables venezolanos.

Con su revolución bolivarista, llamada bolivariana, el chavismo consolida una dolorosa y destructiva  guerra  que no podrá recibir el nombre de Civil porque ha creado los cuervos que le roen su entraña, tal cual ha sucedido siempre según  la conocida  frase que admite cómo toda revolución devora a  sus propios hijos y se puede agregar, implosióna  devorada por ellos. Es la  lucha  bárbara,  selvática  ,bestial,  la  pelea  cainita, y el hecho de que  la mayoría de sus víctimas se encuentren indefensas, inertes, o por el contario, también  combaten  armadas pues provienen de la misma cueva, el sello  fratricida de la ambición por el poder total, le otorga precisamente  ese rango de  guerra criminal, nada civil, nada civilista.

Hasta que el cogollo partidista  opositor y la sufriente, sobornada  población mayoritaria no comprenda esta  verdad histórica  y por impulso de sobrevivencia se levante en  desobediente  resistencia civil,  por demás bien definida  y autorizada por su Constitución Republicana, y sea  respaldada por el sector militar cuya conducta civilista viene también muy  pautada por la Carta Magna  que  ha obedecido en fechas como el  23 de Enero, hasta entonces ,  se ahondará el daño moral, espiritual y físico que paraliza  de miedo al conjunto llamado pueblo. El totalitarismo sabe entregarse al poder pero no sabe entregarlo .Es necesario repetirlo infinitamente.

Miremos el espejo inmediato que le sirve de modelo: la humillante condición del  cubano, convertido  por la camarilla castrista  en mendigo ,  jinetero , fusilado al inicio , ahora  torturado, reprimido  y preso,  carne  de intercambio mercenario, despojado de su habitual alegría manifiesta en el arte de su hermosa  música original y entonces quizá el chavista ignorante , el de la masa engañada,  comience a reaccionar.

Esa es la  tarea de pedagogía política,  principalísima,   de quienes pretendan dirigir a  la actual  disidencia venezolana.

Alicia   Freilich
alifrei@hotmail.com
@aliciafreilich

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, DIARIO DE OPINIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.