domingo, 19 de octubre de 2014

REINALDO POLEO, ENTRE SENSACIONES, ZANCUDOS Y CHIKUNGUNYA ESTA LA INEGURIDAD, 4 de 4,

A duras penas me levanto a las 6:47 a.m., extrañamente me ha disminuido el dolor en la corva derecha y en la izquierda se me ha desaparecido, eso me levanta el ánimo pero ya a esa hora, el calor se hace más intenso, las orejas se me van a encender y pienso, ¿será la tensión?.
En realidad no me provocaba desayunar, al no aceptar mi segunda arepa, todos me miran con asombro, debo reconocer que me sentía lleno. La verdad es que sentía llenura de barriga y “pecho”, como si tuviera el pecho apretado y comenzaron unas punzadas de dolor en la espalda, cintura y hombros. De igual forma noto que me duelen las muñecas. Me río y bromeo con que cargar a las niñas me dejó “molido”.
Al pararme de la mesa, me duelen nuevamente las corvas, aún más intensamente que el día anterior.
Me provoca tomar un Ibuprofeno para el dolor de las articulaciones, como buen venezolano que se automedica, pero inmediatamente me asalta la mente un artículo de Maria Emilia Jorge, publicado en el periódico EL NACIONAL el día 24 de Septiembre del 2014, en el cual resaltaba:
“…El infectólogo Julio Castro, investigador del Instituto de Medicina Tropical, dice que también el paracetamol puede recetarse en estos casos. “Tiene los mismos componentes del acetaminofén, pero paracetamol es el nombre europeo”.
Los especialistas recomiendan mantener hidratado al paciente, que tome mucha agua y lleve una dieta que pueda tolerar, basada en sopas y alimentos licuados. Los baños y compresas con agua fría también contribuyen al control de la temperatura.
Ambas enfermedades (dengue y Chikungunta), tienen síntomas parecidos: fiebre, dolor y erupciones. En el Chikungunya el dolor se concentra en las articulaciones (codos, rodillas, muñecas, tobillos) y en el dengue es general y muscular.
Contraindicaciones.“Existe la posibilidad teórica de que el paciente tenga las dos patologías, porque las produce el mismo vector. Los dos virus están circulando actualmente, sobre todo en la zona central del país”, indicó Hernández. Ante ese supuesto y ante la dificultad de diferenciación clínica, la experta recomienda descartar el uso de antiinflamatorios no esteroideos (Aines), como el ibuprofeno, el diclofenac potásico y sódico, o la novalcina, que pueden fomentar el desarrollo de hemorragias.
Una vez ha sido descartado el dengue podrían usarse algunos medicamentos del grupo Aines para actuar sobre el dolor articular o antialérgicos que disminuyan el prurito, explica Sánchez. “En pacientes con enfermedades de base que tienen que ver con las articulaciones, los dolores son más intensos. En esos casos podría llegarse al uso de medicamentos con pequeñas cantidades de esteroides”…”
“No es nada… para qué llamar al médico, o a la ambulancia, no voy a ser el aguafiestas… eso se me va a pasar.”
 Cae la tarde del sábado, unos amigos nos han invitado a comer pizzas a la leña en su horno a estrenar, creación del padre de nuestra querida “Martica”. Como no asistir, las niñas, la suegra, los cuñados, los amigos. A mí me duele hasta pensar, no aguanto el sueño y los ojos me pesan, me pican, pero por no voy a dejar que los otros la pasen mal, a lo mejor con la pizza y una cerveza se me pasa.
Pasamos el rato, apenas como, y a decir verdad me da la impresión de que todo me sabe igual. Ya siento que me duele “hasta el pelo”, demasiado calor, siento que me quemo y no encuentro forma de sentarme sin dolor; trato de respirar profundo pero el calor oprime mi pecho. Mi esposa se sienta a mi lado y me pregunta cómo me siento, me veo descompuesto… me pican mis adoloridas manos… me rasco… ella toma mi mano.
¿Qué te pasa? Me dice con cierta alarma y al levantar mi mano puedo notar como tanto mano y brazo se están llenando de minúsculas manchas rojizas. Inmediatamente notamos que son ambas manos y brazos, al igual que pecho y hombros, mis tobillos y piernas muestran la misma señal.
Nos vamos, debo reconocer que la mayoría se despedía de lejitos, mientras un susurro recorría la terraza… Chikungunya…Chikungunya.
A Dios gracias que como buenos venezolanos ya habíamos buscado con frenesí apocalíptico el escaso Acetaminofen.
Llegamos al apartamento y me baño, frio, nunca había sentido tanto frío en Valencia.
Me toman la temperatura, 39,3 grados centígrados, temperatura que no me bajaría hasta la tarde del día siguiente, gracias al tratamiento con Atamel. Ahora entiendo por qué mi esposa caminó tanto para tener esas dosis de la medicina, es que vivimos la Venezuela escasa del socialismo del Siglo XXI.
Debo confesarles que me vi en la obligación de tomarme toda la semana, tras varios días tratando de escribir este artículo, lo dejé hasta recuperar  el uso de mis facultades mentales y físicas. El cansancio constante no era normal, el ardor en los ojos y los terribles dolores en mis hinchadas manos, me impedían escribir. Y lo peor de todo, nada me sabía bien, ¡la maldición del goloso puej!
Fue solo una semana que no trabajé, una semana en la cual solo gasté, pues no estaba posibilitado de producir.
Es posible que en este momento yo sea simplemente 1 de los 4 venezolanos por cada 10 habitantes que tiene la enfermedad y que NO están produciendo. ¡Saque la cuenta Señor director!
Soy uno más de los venezolanos de a pie que vemos vulnerados nuestros derechos constitucionales, debido al “Juego político”, producto de la corrupción e ineficiencia, grandes motores de la Revolución.
“Artículo 83. La salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará como parte del derecho a la vida. El Estado promoverá y desarrollará políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios. Todas las personas tienen derecho a la protección de la salud, así como el deber de participar activamente en su promoción y defensa, y el de cumplir con las medidas sanitarias y de saneamiento que establezca la ley, de conformidad con los tratados y convenios internacionales suscritos y ratificados por la República.
Artículo 84. Para garantizar el derecho a la salud, el Estado creará, ejercerá la rectoría y gestionará un sistema público nacional de salud, de carácter intersectorial, descentralizado y participativo, integrado al sistema de seguridad social, regido por los principios de gratuidad, universalidad, integralidad, equidad, integración social y solidaridad. El sistema público de salud dará prioridad a la promoción de la salud y a la prevención de las enfermedades, garantizando tratamiento oportuno y rehabilitación de calidad. Los bienes y servicios públicos de salud son propiedad del Estado y no podrán ser privatizados. La comunidad organizada tiene el derecho y el deber de participar en la toma de decisiones sobre la planificación, ejecución y control de la política específica en las instituciones públicas de salud… Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”
Desde mi afiebrada mente y mi adolorido cuerpo, lamento mi situación, así como la de los miles de venezolanos que atraviesan ésta y todas las enfermedades que no cuentan con los insumos básicos, en especial aquellos destinados a fenecer por la carencia de tratamientos adecuados contra el cáncer. Lamento la mortalidad de niños en hospitales decadentes, ante el abandono del sistema de salud público. Nosotros estamos, en este momento metidos en la coyuntura sanitaria de un país enfermo.
Mientras la temperatura del país se eleva cada día, a Venezuela se le han inflamado la coyuntura económica, la política y la social. Los dolores coyunturales han paralizado a la nación con una de las mayores reservas petroleras probadas del mundo, mientras el precio del barril baja y al país le escasea su medicina, las divisas.
Un sarpullido rojo inundó al país y sus instituciones, en una vorágine de corrupción e ineficiencia. Al país lo picó el zancudo del Socialismo… el país tiene Chicungunya… por cierto “caso importado” de Cuba.
6 días después, cuando creía que ya me podría reintegrar a mi trabajo me brota nuevamente el sarpullido con mayor intensidad, los brazos duelen. Llamé al doctor, me dice que es normal, que continúe el reposo, esos eventos continuarán sucediendo. La enfermedad no tiene cura, simplemente se atacan los síntomas, igual como el gobierno, carente de dirección, ataca los síntomas de la crisis dejando que el virus rojo continúe su proceso infeccioso en las raíces más profundas del pueblo venezolano.
El doctor me indica que pasarán meses de recaídas y recuperaciones, pero hay que esperar a que el cuerpo cree las defensas, capaces de hacer frente a la enfermedad. 15 años con esta enfermedad y aún el país no ha podido crear los anticuerpos para repeler el virus de decidía, corrupción e ineficiencia.
12 días después, las manos se me vuelven a inflamar, el cansancio continúa y el gobierno pide una reunión de emergencia con los países miembros de la OPEP, pero tranquilos, llegaron a puerto los insumos para la “Navidad Feliz 2014”. Todo va a estar Chévere.
Este virus no se acaba hasta que cada uno de nosotros no actúe en oposición al deterioro de nuestra nación, en las manos de cada uno de los ciudadanos de este país se encuentra el cambio, es un venezolano el bachaquero, el buhonero, el funcionario público. Es venezolano el trabajador de la empresa privada, el motorizado y el camionetero.
Venezolanos somos todos y como un todo debemos declararnos opuestos a la todos aquellos valores que nos arrastran a ser parte del sistema perverso de desvalorización moral y social.
No conseguimos la solución porque estamos enfermos.
Esperamos nos resuelvan el problema cuando somos parte del problema.
No esperemos la vacuna, cuando somos parte de la enfermedad.
¡VENEZOLANO, ES HORA DE DECIR BASTA!
ES TIEMPO DE PLANTAR NUESTRO ROSTRO AL FUTURO Y DEJAR DE SER CÓMPLICES DISFRAZADOS DE SOBREVIVIENTES.
¡LLEGÓ EL TIEMPO DE SER VENEZOLANOS!!!!
DILE NO, A LA COMPRA DE CONCIENCIAS… ES HORA DE DEJAR DE SER PENDEJOS CON VARA DE “VIVOS”.
ES HORA DE REVOLUCIONAR LAS CONCIENCIAS Y PARALIZAR A LA ENFERMEDAD.
¡VENEZOLANO, EN EL NOMBRE DE DIOS Y POR EL FUTURO DE TUS HIJOS, LEVÁNTATE Y ANDA!!!!
ES TIEMPO DE DEJAR AL LADO LAS “SENSACIONES” Y DEJARNOS “SENTIR”.
Solo siendo singularmente buenos, podemos aspirar a una buena pluralidad.
Yo quiero ser más bueno y menos “Buenon”…
Yo me levantaré, lucharé y produciré, porque ese es mi credo.
MI CREDO ES VENEZUELA
Deja de hacer las cosas porque “los demás lo hacen”, NO SEAS VIRUS, SÉ LA MEDICINA

Reinaldo Poleo
rpoleo@gmail.com
@rpoleo

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