domingo, 5 de octubre de 2014

MALÚ KIKUCHI, ¿QUÉ LE PUEDO DECIR?, DESDE ARGENTINA

Esta última semana, me ha dejado sin palabras. Me ilusiono pensando que es una pesadilla, que me voy a despertar en una Argentina mediocremente normal.  No es así, la pesadilla es real. Lo terrible es que no hemos hecho nada por evitarla.

Y tuvimos muchos indicios de lo que iba a suceder. Optimistas empedernidos, o mansos y vagos para reaccionar, nos dijimos, -“no, esto no lo van a hacer; con esto no se van a meter, imposible”. Lo hicieron, se metieron, fue posible.

¿Cómo resumir el infierno? Lo Intento, recordando siempre que lo vimos venir, que no quisimos creerlo, que lo hemos permitido y que hoy estamos dentro. Este infierno argentino se caracteriza por: odio al capitalismo (no a lo que compra el capitalismo) como filosofía de vida, basado en una estricta moral, ya que de no ser así, pasa a ser capitalismo de amigos, consecuencia directa del populismo, que se basa en subsidios sin ni son, para asegurar la clientela. Culpar y odiar a los EEUU por el frío, la luna y las vinchucas.

Destrucción sistemática y al parecer planificada de las fuentes de producción, el agro en primer lugar, la industria un poco menos, paro hasta ahí; desaparición sistemática de las pymes, caída de la construcción, salvo en las villas reductos de los narcos;  los bancos que no le gustan a “ella” porque son malos  (no así los que tienen depósitos de funcionarios, de ser posibles en US$); terror a la prensa independiente; corrupción nunca vista y a la vista.

Inflación bordeando la hiper, más de un 30% de pobres (el gobierno ha reconocido la encuesta de la UCA); desempleo en ascenso admitido por el vice ministro de economía: “lo hemos estudiado, los jóvenes no trabajan porque no hay empleo”; mientras La Cámpora se infiltra como un virus por todo el cuerpo social, desconociendo la idoneidad que requiere la Constitución Nacional. Estamos en default. Nos declararon en desacato.

El insulto fácil, con nombre y apellido incitando al escrache desde la presidencia de la nación. Llamar al juez Thomas Griesa viejo senil, habiéndolo elegido Néstor en el 2005 y Cris en el 2010, es más que fuerte, roza lo demencial. Darle clases a Obama (que no es que no las necesite, pero se las deben dar sus asesores y su congreso) sobre cómo combatir el terrorismo; hablar de “debieron haber juzgado a Bin Laden” ¿dónde, en qué lugar del mundo que no fuera alcanzada por una *fathwa de la sharía? Asegurar haber sido amenazada por ISIS al ser amiga del Papa y ahora si “algo me sucediera no miren a Oriente, miren al Norte” (repetido 2 veces por si no habíamos entendido).  Esto último, ¿no amerita un juicio por insania?

Aunque el locuaz Capitanich aclaró (advirtieron el disparate), que el norte no era EEUU. ¿Serán los maltratados Qom de Formosa o los hambreados niños de Santiago del Estero? Pregunta pertinente.  Mientras tanto, Kicillof se cargó a Fábrega, lo único con sentido común en el kirchnerismo, pero Cris en vez de poner un chico de Axel, lo puso a Vanoli en el BCRA. Para que lo recuerde, Vanoli es el que acompañaba a Moreno, guantes de box incluidos a las reuniones de asamblea de Clarín. Títulos suficientes para ser presidente del Banco Central de la Argentina.

En el mismo mientras tanto, se destruye la clase media, se cambia en una noche sin discusión, nada menos que todo el código civil y el comercial. Y nosotros, los argentinos, impávidos, inertes, sin estar todavía muertos, no nos damos cuenta que nos están cambiando el sistema de vida.

Lea con detenimiento la parte del código que se refiere a la familia. Si se repone del infarto, lea la parte que corresponde a los ex propietarios de propiedades horizontales. Esas que nos costó comprar. De ahora en más, no somos más propietarios, somos “consorcistas”, y las palabras expresan ideas, y las ideas de este código civil (tiene algunas cosas rescatables) no respetan la propiedad privada, que con la libertad y la división de poderes, han sido las bases de nuestra Constitución. Pareciera que abolieron el artículo 17, el de la propiedad privada. Ellos no se privan, y del colectivismo al socialismo comunista hay un paso. Y hacia allá vamos. Sin darnos cuenta.

Le recomiendo que lea o relea “Casa tomada”, 1946, de Julio Cortázar, está de moda es el centenario de su nacimiento. Es un cuento corto y una perfecta alegoría de lo que estamos permitiendo que nos suceda. Hemos permitido que nos ocupen la casa, “sólo nos resta salir, cerrar la puerta cancel y tirar la llave en una alcantarilla, no sea que un ladrón  entre en la casa tomada”.

Lenín decía “El capitalismo nos va a vender la soga para que lo ahorquemos”. Luis de Pablo nos recuerda que en menos de 100 años (la revolución rusa fue en 1917), sólo quedan en el mundo 5 países comunistas, el resto es más o menos capitalista. Los más capitalistas, son los más adelantados.

Sabiamente, Luis de Pablo le responde a Lenín: “Las sogas sólo estarán disponibles, si su producción es rentable”. Es evidente que vamos a ser un país en el que ni siquiera habrá sogas, sólo miseria y nos incorporaremos al grupo de los 5 países comunistas. Seremos el 6°. Y lo habremos permitido.

¿Qué más quiere que le diga?

*Lenín: Vladimir Illich Uliánov, 1870/1924, político y revolucionario ruso, fundador del Estado Soviético.

*Sharía: ley islámica. Fatwa: fallo de pena de muerte inapelable, imposible de derogar.

Malu Kikuchi
maluki@fibertel.com.ar
@malukikuchi

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