El 26 de mayo de 2013, en el marco de la
celebración de los 50 años de la fundación de la Unión Africana, en Addis
Abeba, capital de Etiopía, la Señora Dilma Rousseff, Presidenta de Brasil,
anunció la condonación de la deuda externa de 870 millones de dólares de un
conjunto de doce países africanos, entre los cuales figuran la República del
Congo, Sudán, Gabón y Guinea Ecuatorial, países gobernados por dictadores a
quienes se les acusa de violación de los derechos humanos, y en algunos casos
de genocidio.
Gobernantes que han accedido al poder mediante golpes de estado,
manteniendo su mandato, en algunos casos a perpetuidad, como Teodoro Obiang Mguena, realizando “elecciones f
recuentes, libres y democráticas”, con resultados invariablemente predecibles.
¿Gesto humanitario el de Brasil con los países africanos?. Según opinión de
expertos, Brasil tomó esa decisión para que su Banco de Desarrollo Económico y
Social pueda financiar proyectos de empresas brasileñas en aquellos estados
africanos. Prevaleció el interés económico y el posicionamiento de Brasil en el
continente africano.
El pasado 06 de agosto de 2014, se realizó en
Washington la Cumbre USA-África (USA-África Business Forum), cumbre para la
cual fueron invitados 47 dirigentes africanos. El Gobierno Norteamericano, fue
anfitrión sin condiciones de dictadores, como el Señor Obiang y de otros con
iguales o peores antecedentes de crueldad extrema en el ejercicio de sus
funciones. Gobernantes que mantienen a sus pueblos en condiciones de extrema
miseria, mientras ellos acumulan inmensas riquezas.
Después de la Cumbre
USA-África, los dirigentes invitados retornaron a sus países con alforja llena,
pues el Gobierno Norteamericano con el apoyo de un conglomerado de empresas
privadas, acordaron la entrega de 14 mil millones de dólares, para proyectos en
el continente africano. Washington a su vez agregará 7 mil millones de dólares
para soporte de las exportaciones estadounidenses a África, y las inversiones
en ese continente.
El Presidente Obama señaló, que los proyectos a ser
desarrollados, en infraestructura y transferencia de tecnología en diversas
áreas, “contribuirán a crear puestos de trabajos para africanos, alentar el
crecimiento, aliviar la pobreza y promover la estabilidad; además de la
expansión de conocimientos que heredará la región cuando las empresas se hayan
retirado”.
Cabe agregar, que dos grandes objetivos de este programa de
financiamiento son: aprovechar el potencial del crecimiento africano para
beneficio estadounidense, tomando en cuenta que “África es la región que más
rápido crece en el mundo”; y más importante aún, competir con la creciente
influencia de China en el continente africano. Beijing es su mayor socio
comercial. Washington está rezagado en esta carrera político-económica.
En esta modalidad del colonialismo del siglo
XXI, los países de América Latina no
escapan a la voracidad por materias primas, tanto de las grandes potencias como
de las economías emergentes, sin otras condiciones que las impuestas por los
mercados internacionales.
Las recientes visitas a países de la región del Señor
Vladimir Putin, Presidente de Rusia y del Señor Xi Jinping, Presidente de
China, pueden ser vistas en ese contexto. El pasado 11 de julio de 2014, el
Presidente Putin inició su gira por Cuba, buscando fortalecer sus relaciones
comerciales, y ganar a la Habana para su expansión económica y política en la
región. Antes de iniciar su gira, el Señor Putin promulgó ley mediante la cual
condonó, el 90% de la deuda de 35 mil millones de dólares contraída por Cuba
con la antigua Unión Soviética. El 10% restante será para inversiones en la
Isla. El Señor Putin firmó convenios
para fortalecer el desarrollo científico y
tecnológico de Cuba, y para obras de infraestructura, además de
consolidar su presencia en el sector energético. La segunda etapa en ésta gira
del Presidente Putin, fue Buenos Aires. También en Argentina el Presidente de
Rusia suscribió convenios en áreas de infraestructura; acuerdo de cooperación
en energía nuclear y fortalecimiento del sector científico-tecnológico.
Concluyó su gira el Señor Putin el 15 de julio en la ciudad de Fortaleza,
Brasil, para asistir a la Cumbre de las economías emergentes, conocidas por las
siglas BRICS (Brasil, Rusia, India, China y África del Sur). El Presidente Putin
no visitó a Venezuela. En la reunión de los BRICS con los países de la CELAC
(Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe), el 16 de julio de 2014,
el Presidente Maduro se reunió con el Presidente Putin, y según una vocera de
la Presidencia de Venezuela, Rusia aprobó línea de crédito por tres mil
millones de dólares a nuestro país, y se suscribieron nuevos acuerdos
petroleros. Se cumplirán así los deseos del Presidente Maduro: cuando el 24 de
julio de 2014, en el acto aniversario de la Batalla Naval del Lago de Maracaibo
y de la Armada, dijo que conversó con los Presidentes de Rusia y China, y
exultante agregó: “pronto vamos a incorporar los equipos más avanzados para
fortalecer todo el equipamiento militar y el sistema de armas para defender los
mares y los ríos de la patria”.
Acaso, ¿firmarían convenios para contribuir con
el desarrollo del país, y para apoyar el sistema de ciencia y tecnología
venezolano?. Lo ignoramos. Pero algo es
seguro: llegarán más armas rusas y también chinas para fortalecer el
militarismo y los organismos represivos.
El Presidente Xi Jinping inició su gira en la
región el 14 de julio de 2014, en la ciudad de Fortaleza, Brasil, para asistir
a la cumbre de los BRICS. En el marco de ese evento se reunió con los
representantes de los países de la CELAC. Posteriormente se trasladó a
Venezuela, adonde arribó el 21 de julio de 2014. En esta ocasión el Presidente
Chino suscribió alianza estratégica mediante 38 convenios de cooperación.
Recordemos que nuestro país se ha constituido en uno de los grandes aliados
políticos de Beijing en la región, además de ser un importante suministrador de
petróleo. Ojalá conozcamos oportunamente las áreas y alcances de los convenios
suscritos. Lo cierto es que aumentaremos la exportación de crudo hacia China,
hasta más de 500 mil barriles diarios, en condiciones nada ventajosas para
nuestro país; consecuentemente aumentará la deuda de Venezuela con el gigante
asiático, la cual se calcula actualmente en cincuenta mil millones de dólares.
En el mundo globalizado, dominado por el poder económico, el asunto no es tan simple como “tirar la moneda”, para decidir cuál imperio es mejor, sin antes reconocer que toda forma de colonialismo es dañina en su propia esencia. Las modalidades de dominación en estos tiempos no distan mucho de las de siglos pasados, y las formas del pillaje siguen siendo las mismas, con ciertos matices que las acercan a la filantropía.
Jesús
Alfonso Osuna Ceballos
jesusosuna.oc@gmail.com
@oc_osuna
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