“Ser rico es malo”, salmodiaba
recurrentemente el teniente coronel, mientras su vida y la de su familia
evidenciaban un despilfarro grosero de los dineros de la nación.
La afirmación era parte del cinismo que
exudaba en el ejercicio del poder. Lo que sí es malo, y en Venezuela, trágico,
es ser pobre, cuando se padece un gobierno incapaz de garantizar siquiera la
atención médica.
El pasado lunes 27, debe haber sido operada
en el hospital Pérez Carreño, una octogenaria que lleva internada casi un mes.
Se cayó en su casa y las radiografías practicadas en una emergencia médica
privada, señalaron una fractura de cadera y otra en una mano. Había que
intervenirla, colocar una prótesis de cadera y operar el radio. El presupuesto
era alto y no contaba con seguro privado. La “solución” era ingresarla en el
antedicho hospital. Allí desecharon los estudios radiológicos presentados, e
hicieron otros. Una junta médica decidiría qué hacer. Varios días después
informaron que sería una sola operación, no colocarían la prótesis, sino un
“clavo rotador”, y en la mano, unos “alambres”. A partir de allí, (al parecer
solo operan los lunes) la viejita fue llevada a pabellón para ser intervenida,
en dos ocasiones, siempre cerca de las 6 am, lo que significa que su última
comida era la cena suministrada a las seis de la tarde del domingo anterior. La
regresaban cerca de las 3 de la tarde, sin haberla operado. En una ocasión
alguien dijo que no había suficiente sangre, y cuando la familia argumento que
por lo menos cuatro familiares habían donado, la respuesta fue genial: “señora
cuando usted va al banco y hace un depósito, y luego va a retirar dinero, no le
dan el mismo que usted deposito, así ocurre con la sangre”, y punto.
Un día le pusieron un yeso en la mano, nunca se supo porque ya no había
que operarla. Demás está decir que sábanas, almohada, papel tualé, toallas,
jabón, pañales (un milagro conseguirlos) debe llevarlo la familia, y que la
acompañante duerme en incómoda silla o en el piso. Puede decirse que la
relación médico-paciente no existe, los familiares deben correr por los
pasillos tratando de obtener información, jamás han visto un informe escrito.
¿Socialismo? Inhumanidad, falta de
solidaridad es lo que abunda. Se dice que están haciendo reformas en el
hospital, que será una maravilla. Este régimen solo sabe conjugar en futuro. En
el año 1956, en menos de siete meses, se construyo en El Avila, a más de 2.000
metros de altura, un hotel de lujo, con 19 pisos, el Humboldt. En 2004 un
incendio en una torre de parque central afecto 10 pisos, se han cumplido 10
años y no han logrado repararla, ¿para cuándo cree usted que estará en plena
forma el Pérez Carreño?
Freddy
Nuñez
freddynm6311@gmail.com
@freddynm6311
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