Con la llegada de Hugo Chávez Frías al poder el año 1999, fue abolida la historia en
Venezuela y no es un decir oposicionista, sino una realidad palpable en el
manejo inescrupuloso de la figura de Simón Bolívar y de textos escolares del
oficialismo.
Hay un desprecio hacia la historia que nos resulta ahora
epidémico, a pesar de los esfuerzos bibliográficos de historiadores,
periodistas y analistas por mostrar las realidades de la Venezuela del siglo
XXI y no hay peor angustia para un pueblo que el olvido de sus antepasados y la
cremación independientemente de sus bondades, es un olvido para no visitar
tumbas, que al decir de Nehru, solo donde las hay, “hay resurrecciones”.
Pues bien, el centenario del nacimiento del
historiador, poeta, humanista y escritor
de Luis Beltrán Guerrero, un 11 de octubre de 1914, ha pasado
desapercibido hasta en su Carora natal. Solo en las bibliotecas, sus libros
debieron suspirar satisfechos de contener sobre sus lomos, poemas, discursos,
historias y sobre todo sus “Candideces” que expresara todo el conocimiento
acumulado, que pudo en su vida, interpretando la historia como su gran pasión
en ensayos periodísticos de fina prosa, afortunadamente reconocidos en vida y
que son de obligatoria lectura para un político que se precie de ello y no,
para lo de copia y pega de hoy que ni leen los titulares de la prensa escrita.
En la vasta obra de Luis Beltrán Guerrero leímos su ensayo “El Tema de la
Revolución”, (Monte Ávila, 1970) que nos
no ha permitido releer a propósito de las dos revoluciones venezolanas
del siglo XX, “La revolución del 18 de
octubre de 1945” y “La Revolución del 4 de febrero de 1992,” la cabeza de Rómulo Betancourt y Hugo Chávez
Frías.
La historia en ensayos, tuvo en Luis Beltrán
Guerrero su máximo exponente y es, junto al gran Andrés Bello, Mariano Picón
Salas y Mario Briceño Iragorry el
cuarteto de los mejores ensayistas venezolanos que tuvo como técnica… ”Ni
personalismo, ni calumnia, ni dicterio, ver los asuntos nacionales con opinión
sensata, prudente, patriota, realista, sin que ello obste a correr, con coraje,
el riesgo necesario cuando la oportunidad y la necesidad lo requieran”… Sobre
aquella disposición anduvo dese 1930 y hasta su muerte en 1996 escribiendo en
el diario “El Universal” sus “Candideces” recogidas en volúmenes, llamadas para
sí, “Diario de un “Espíritu” y de todas ellas el tema “La revolución” fue un
tema tratado bajo aquella técnica, que en tiempo de la “Revolución Bolivariana”
cobra vigencia analizar, con la otra
revolución del siglo XX, la del octubre
de 1945.
Luis Beltrán Guerrero, hace suya la definición que
de la revolución tiene el Diccionario de
la Real Academia: ..”Cambio violento en las instituciones de una nación”. La
palabra latina revolutum puede
traducirse como “dar vueltas”. Para el historiador colombiano German
Arciniegas en su libro “Bolívar y la revolución” sostiene que “el siglo XVIII
es el de las revoluciones y se interroga ¿Dónde se abre el debate? En
Inglaterra. Al haber hecho su revolución dentro de la Monarquía y pasar del
“Rey soberano al Pueblo soberano”. El parlamentarismo, su Carta Magna, el
Leviatán de Tomas Hobbes, Utopía de Tomas Moro o el Ensayo sobre el gobierno civil de John Locke,
no en vano, atrajeron a Voltaire,
Rousseau, Benjamín Franklin, Francisco de Miranda y Simón Bolívar, de donde
saldrían la revolución francesa, norteamericana y la americana.
Para los marxistas una revolución es el
enfrentamiento de clases con el objeto de
transformar el orden político, económico y social, existente con “un
cambio radical en relaciones sociales de
producción”. En ese propósito los marxistas acuñaron la frase que, la
“revolución es la partera de lahistoria”
lo que a nuestro juicio, en política es
muy relativo y para Luis Beltrán Guerrero, una revolución debía fundamentarse
en tres elementos “Dios, Hombre y naturaleza” es decir, de profundo contenido
humanístico para “Hacer del individuo una persona, pensante y consciente, no un
habitante del “mundo feliz” de Aldous Huxley, autómata de la propaganda, sujeto
unipartidismos o unipersonalismos despóticos”. Esa apreciación de Luis Beltrán
Guerrero, sin duda tuvo influenciada por
la revolución de los bolcheviques y su desarrollo después de la muerte de
Lenin, Stalin y las denuncias contra este de
Nikita Kruschev en la Rusia comunista, el nazismo en Alemania, el fascismo en Italia y España. No conocía todavía, el desarrollo de la
revolución cubana de 1959, pero si retratada en su óptica.
Por otra parte, Luis Beltrán Guerrero considera que
toda revolución debe tener objetivos porque
…“Los países han de vivir de los principios hechos carne del espíritu,
por ejemplo, los tradicionales en occidente de libertad bajo la ley de gobierno
por consentimiento de los gobernados y de independencia del individuo frente al
Estado” y cita como interpretación armónica del objetivo de una revolución y sus objetivos a Don Augusto Mijares, que
para tales efectos hablaba de la necesidad de “Proyecto de País” y a Don Simón
Rodríguez, para quien “Alborotar a un pueblo por sorpresa, o seducirlo con
promesas, es fácil, constituirlo es muy difícil, por un motivo cualquiera se
puede emprender lo primero, en la medida que se tomen para lo segundo se
descubre si en el alboroto o en seducción hubo proyecto, y el proyecto es el
que honra a deshonra los procedimientos, donde no hay proyecto no hay merito”…
En Venezuela, por nuestra parte las revoluciones han
estado en el orden del días, las más, por interés personales y solo dos, han
dejado obra percibida para el análisis, al del 18 de octubre de 1945 y la del 4
de febrero de 1992, porque a la Gesta de Independencia se le ha calificado como
“Guerra de Independencia y “guerra civil,” esta última sustentada por Laureano
Vallenilla Lanz, luego vendría la llamada “Guerra Federal” de cuyas
consecuencias seria la historia, quien pariría revoluciones y revueltas.
“El Venezolano”,
periódico dirigido por Antonio Leocadio Guzmán y Tomas Lander,
jugaría un rol fundamental, porque según
Gil Fortoul, "despertó la conciencia nacional... y abrió la era de las
luchas democráticas"; o, según Zumeta, "enfrentó la masa a la
clase" de donde surgen cinco años de guerra civil con su caudal de sangre
y barbarie, tras la ilusión de libertades y derechos en lo legal, y de
"adquisiciones de la lanza" en lo material, para lograr apenas
reafirmar la igualdad social iniciada en la independencia y exaltada por el más
antiguo folklor” a abriéndose un cauce de revoluciones desde 1830 a 1903 que al
decir de Antonio Arráiz, en su libro “Los días de la ira”, “desde el 1° de
enero de 1830 al 31 de diciembre de 1903, es decir, durante 74 años, Venezuela
tuvo 39 revoluciones” con sus respectivos nombre: De las reformas, La
revolución paecista, La revolución de marzo, La reconquistadora, La revolución
de abril, la Legalista, la restauradora, La nacionalista y la Libertadora. Y
agrega Arráiz: “A menudo esas violencia eran movidas por pasiones personales,
ambiciones, rencillas, rivalidades, venganzas, es decir todo tipo de delitos
comunes que en una sociedad en condiciones normales quedan al cuidado de
la ajusticia ordinaria”…
Al respecto señala Luis Beltrán Guerrero: …” Cuando
cada ciudadano participa de la determinación de la conducta colectiva, el ideal
del héroe (aparte de los sabios, artistas y santos creadores de valores
indisputables) se reduce a que cada quien cumpla con su trabajo y misión,
contribuyendo al bienestar público. Papel del
desadaptado social, sujeto al fracaso y al ridículo, sería el del
anti-héroe, lo que en definitiva tuvo claro las revoluciones como mito,
suficientemente analizado por Carlos Rangel:
“Del Buen Salvaje al Buen revolucionario” (Monte Ávila Editores 1976)
donde asienta que “Los latinoamericanos no estamos satisfechos con lo que somos, pero a la vez
no hemos podido ponernos de acuerdo sobre lo qué somos ni sobre lo que queremos
hacer” concluyendo que “somos a la vez los descendientes de los conquistadores
y del pueblo conquistado, de los amos y de los esclavos, de los raptores y de
las mujeres violadas. Para nosotros el mito del Buen Salvaje es una mezcla de
orgullo y de vergüenza. En nuestra
extremidad, no nos reconoceremos sino en él, y aun hijos o nietos de
inmigrantes europeos recientes, seremos “Tupamaros” (de Túpac Amaru,
descendiente de los Incas quien en el siglo XVIII sublevó a los indios contra
el Virrey del Perú. De esta manera el Buen Salvaje se trasforma en el Buen
revolucionario, el redentor, aquel por quien el Nuevo Mundo debe dar luz al
“Hombre Nuevo” que esta tierra prometida llevan en su vientre: Che”
Precisados algunos
conceptos de “revolución”
busquemos ahora al héroe o al
líder” de aquella obra humana y en su ensayo
“El tema de la revolución” de Luis Beltrán Guerrero, nos remite a un
profesor de la Universidad de Columbia, quien distingue entre el “entre el héroe de acción histórica y el héroe de pensamiento, y aún más, entre el
héroe como hombre-acontecimiento y el héroe como hombre que hace época”. Como se puede
apreciar habría tres tipologías de héroe o líder que encuadran en la
personalidad de Simón Bolívar, Francisco de Miranda y Antonio José de Sucre y
Antonio Guzmán Blanco. Mientras José
Antonio Páez, “como hombre
acontecimiento y el héroe como hombre que hace época” ¿Dónde ubicar a Rómulo
Betancourt y a Hugo Chávez Frías? Cada uno en su momento histórico, tuvieron
acción y pensamiento, solo que uno fue “líder”, Rómulo Betancourt, liderazgo
compartido, de una revolución identificada con la fecha de su triunfo: “18 de
octubre de 1945” y cuya característica, única en el país “cívico-militar” para
instaurar un sistema democrático que garantizar el rol de cada uno en el
acontecer histórico de la nación para su desarrollo y a la que se llegó con un
proyecto de país, porque Chávez Frías se centró en ser “héroe” . Al respecto
señala Luis Beltrán Guerrero: … Cuando cada ciudadano participa de la
determinación de la conducta colectiva, el ideal del héroe (aparte de los sabios,
artistas y santos creadores de valores indisputables) se reduce a que cada
quien cumpla con su trabajo y misión, contribuyendo al bienestar público. Papel
del desadaptado social, sujeto al
fracaso y al ridículo, sería el del anti-héroe.
Precisemos ahora las características de la
revolución del 18 de octubre de 1945 al mando de Rómulo Betancourt y sobre 5 aspectos puntuales. (1) la
justificación de la unión cívico-militar, tuvo como propósito erradicar los resabios
del gomecismo, convocando una Asamblea Nacional Constituyente, que aprobara la
primera Constitución de la Republica, que reconoció derechos, políticos, como seria elecciones libres, el voto a la
mujeres, analfabetas y en lo social, salud, educación y materia laboral. (2) La pulcritud en el
manejo de los fondos público fue ejemplarizantes con los “Juicios de
Responsabilidad Administrativa” que le confiscara los bienes a centenares de
corruptos del gomecismo, lopecismo y medinismo. (3) Una política petrolera de
avanzada conocida como el “fity-fity” en las ganancias, que permitiera una
política asocial hacia una economía diversificada, salarios justos,
abastecimiento y lucha contra los acaparadores. (4) Masificación de la
educación, maestros, escuelas y lucha frontal contra el analfabetismo. Atención sanitaria ante las epidemias del
paludismo y la malaria, agua potable, una política de riego y electrificación
del país. (5) Independencia política y militar.
La llamada revolución Bolivariana, se inscribió como
el típico golpe de Estado militar de vieja tradición en Venezuela, con el
agravante que insurgió contra un gobierno legítimamente constituido y quienes
una vez derrotados e indultados sus autores obtuvieran el poder
democráticamente, para cuyos efectos se propusieron. (1) Convocar una Asamblea
Nacional Constituyente, “con el fin de refundar la República”, profundizando en
derechos políticos, sociales y humanos, creándose una Sala Constitucional como
su único interprete y facultando al presidente de la República para otorgar los
ascensos militares en todos sus grados. (2) Se militarizó la administración
pública y la justicia administra la criminalidad selectivamente con miras a la
impunidad y la intimidación(3) Los inmensos ingresos petroleros han estado al
servicio de imponer un sistema político y económico antes fracasado, al exportarse la revolución Bolivariana a través
de, ayudas y regalías dispuestos sin control por la empresa estatal PDVSA. (4)
La corrupción está amparada por los órganos jurisdiccionales y el flagelo del
narcotráfico detecta la presencia de altos oficiales de la Fuerza Armada. (5)
Dependencia política y militar del régimen comunista de Cuba.
Al recordar al doctor Luis Beltrán Guerrero en su
Centenario y sobre su ensayo “El Tema de la Revolución” no encontramos la expresión
“involución” que pensamos que de haber leído este análisis para el debate,
coincidiría con nosotros que con la revolución de octubre de 1945, Venezuela
evolucionó, evolución truncada por el golpe militar del 24 de noviembre de
1948, como Venezuela ha involucionado con la ideología “castrochavista” que
guía a la revolución Bolivariana, entre otra cosas porque Luis Beltrán
Guerrero, nunca fue marxista-leninista. Fue en todo caso un utopista, que creyó
en la revolución humanística, clamado por Justicia porque sin ella no habría
libertad, convencido que “Aquí en Venezuela se quemaron etapas artificialmente,
por qué el petróleo subvencionó a la democracia. Fue el maná que llegó a los
israelitas desde arriba y a nosotros desde abajo. Pero hemos sido ostentosos,
incapaces, derrochadores, peculadores y ladrones. Y peor que todo, los
delincuentes no han recibido castigo alguno. Sin Justicia no hay libertad, y
nuestra libertad fue más de las veces falsa por la coacciones y componendas”.
Sobre esos particulares, el humanista mexicano Octavio Paz escribió: .. “que la
mentira se instaló en nuestros pueblos casi constitucionalmente. El daño ha
sido incalculable…Nos movemos en la mentir con naturalidad”. Mientras la
historiadora Ana Teresa Torres
refiriéndose a las ilusiones propuestas en 1810 cita a la también historiadora
Graciela Soriano de García Pelayo…los valores civiles a que se aspiraban se
disolvían en la frustración y el desánimo, la soledad histórica y la
indefensión”…
De allí la imperiosa necesidad de ver nuestra
historia con el criterio de don José
Ortega y Gasset: ..El mundo de la realidad y el mundo del ordenamiento son –
según esto – dos cosmos que se corresponden, cada uno de ellos compacto y
continuo, en que nada queda abrupto, aislado e insensible, sino que de cualquiera
de sus puntos podemos, sin
intermisión y sin brinco pasar a todos los demás y contemplar todo su conjunto.
Puede pues el hombre con su razón hundirse tranquilamente en los fondos
abismales del universo”…hurgando por supuesto, en todas las fuentes políticas,
jurídicas, constitucionales, sociológicas y económicas dentro del esquema de
cinco puntos expuestos para concluir en que momento Venezuela evoluciono más
¿si con la revolución del18 de octubre de 1945 o la revolución Bolivariana de Venezuela (1999-2014)?
Bibliografía
LUIS BELTRÁN
GUERRERO Tema: “Biografía e Historia”.
(Las Metáforas del Positivismo).
2 de abril de 1964
Luis Beltrán
Guerrero: El Tema de la Revolución (1970)
Ana Teresa Torres.
La Herencia de la Tribus
German Arciniega.
Bolívar y la Revolución
José Ortega y
Gasset. Historia como sistema.
Carlos Rangel Del
Buen Salvaje al Buen Revolucionario (Monte Ávila. Editores 1976.
Graciela Soriano de
García Pelayo: Venezuela (1810-1830) Aspectos desafiantes de dos décadas.
Cuadernos Lagoven (1988)
Jorge Ramos Guerra
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