sábado, 4 de octubre de 2014

ALICIA FREILICH, LA TERCERA SALIDA, LUCES DE LIBERTAD

“A pesar de haber ingresado ilegalmente al país y de observar una vida aparentemente ordenada y dedicada a obtener algún ingreso por medio del ejercicio docente, era vigilado y hostigado por los agentes de la Seguridad Nacional…No obstante su delicado estado de salud participó en actividades para reactivar la rama magisterial y en los mítines relámpago que no debían durar más de diez minutos para disolverse antes que llegara la policía… En plazas y mercados de las zonas populares se convocaba con palabras que recogían las inquietudes contestatarias del pueblo…”.

Son líneas biográficas sobre Reinaldo Leandro Mora escritas por Nieto de Lucumberri en Luces de libertad (Edit. Miguel Ángel García e hijo, Caracas, 2011).Varios alumnos del Colegio Moral y Luces Herzl-Bialik fuimos testigos de eso luego del anual desfile obligatorio el Día de la Patria, algún año de la década de los años cincuenta, cuando de regreso a San Bernardino divisamos a nuestro profe adeco, futuro ministro de Educación, en una placita de la avenida Fermín Toro. Dictaba una clase sobre los tres poderes constitucionales a un grupo de curiosos atrapados por su conversa y sonrisa. Una miniasamblea, congresillo, aula-flash, parte de un plan general para despertar a la miedosa población sometida a la dictadura perezjimenista.

Hoy, cuando rompe su mudez, la oposición formal degrada a la dirigencia y seguidores que por vía legal no convencional, expresan sus reclamos a este régimen calificando su acción como culpable antipolítica. Es una reacción injusta, traidora de sus orígenes, impulsora de división en la vanguardia estudiantil, motor central de la disidencia que ejercita protesta y propuesta autorizadas por el violado Estado de Derecho. Quien ejerce antipolítica suicida es la casta de los partidos congelados en costumbres disfuncionales que legitiman a esta dictadura totalitaria. Las manifestaciones pacificas de donde surge el nuevo liderazgo demócrata, asesinado, desangrado, torturado y reprimido por matones oficialistas son descalificadas todas como guarimbas por el comunismo palaciego y por estos opositores fuera de foco. Pero al contrario, de nuevo la meta es movilizar una rebelión educada en los 5 millones de hogares con mayoría sin figura paterna presente, que ahora reciben gratuitos textos de estudio y lectura para primaria y bachillerato, cartillas del culto funerario al padrecito-ídolo-dios- estalinista-castrista-castrense con su partido único. Normas para la obediencia servil que avanza en el ya firmado contrato chino-chavista “Simoncito, escuela y liceo”. Entre otros nexos mercenarios.

La calidad educativa, el futuro nacional, se mide por sus mensajes obvios y ocultos del contenido en este caso oficialmente militarista. No es lo mismo una política educativa de base científica para formar ciudadanos con deberes y derechos que una educación doctrinaria para la esclavitud, sin rastro de la anterior asignatura Moral y Cívica ni con la República Escolar.

Mientras los mudistas discuten el sexo de los ángeles, la gendarmería roja implanta sumisión, idiotez y mediocridad sin límites borrando la historia universal y venezolana de luchas y logros libertarios. 

Insistir en diálogo, elecciones o firmas para una reforma constitucional bajo esta sectaria bota golpista, yihadista, corrupta, tramposa y conectada con el narcoterrorismo mundial ¿es ignorancia, demencia, conveniencia o qué?

Alicia   Freilich
alifrei@hotmail.com
@aliciafreilich

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