Acción Democrática ha arribado a 73 años de
existencia. Sin lugar a dudas, un largo recorrido. Trazado por sus éxitos y
fracasos. Innegablemente, en muchos sentidos, esta organización política ha
marcado fuertemente la historia política del país. Vale la pena, pues, dedicar
este breve escrito a indagar sobre lo positivo y negativo que pudiera arrojar
un balance de tan larga trayectoria.
Comencemos con esta observación sustantiva.
En sus inicios, este partido se constituyo como algo más que una maquinaria
electoral y política. Su larga existencia, es una prueba de esta afirmación.
Confrontó, durante ese periplo, las más variadas vicisitudes, (gobierno y
oposición; partido legal e ilegal; unas veces en el poder y otro perseguido).
Pero además, debemos añadir, que Acción Democrática inauguró un inédito esquema
de narración política. Aquí reside, a mi juicio, su gran contribución a la
cultura política del país.
A esta altura se hace necesario formular
algunas preguntas: ¿Qué queremos decir con esta última afirmación? ¿A qué se
debe el éxito de esa "gramática política”? Y, finalmente, ¿este campo
discursivo sirvió de referente a las otras organizaciones de ese período
histórico? ¿Sería plausible sostener, entonces, la existencia de un dispositivo
simbólico bajo el nombre de la adequidad?
Sin duda son preguntas complejas. Vamos a
intentar responderlas de la forma más sencilla posible. Veamos. En primer
lugar, el discurso adeco fue exitoso porque supo articular los símbolos
populares que proporcionaban, en aquella época, la materia prima para la
construcción de identidades políticas estables en el tiempo. De hecho, para
grandes sectores de la población, adeco y venezolano se connotaban mutuamente.
En fin, este movimiento político logró, por
un lado, satisfacer las demandas populares y democráticas y, por el otro,
otorgó al movimiento popular una nueva y unitaria imagen de sí mismo. Su
narrativa articuló los temas industrialistas, distribucionistas,
asistencialistas, participacionistas, antiimperialistas y los condenso en la
figura simbólica de "Juan Bimba" quien entró en el escenario político
de la mano de esta organización política. Delimitó, igualmente, lo que los
semiólogos denominan un "campo de enunciación". Vale decir, un
conjunto de reglas que definían el marco cognitivo para poder aproximarse a la
política. Es por ello que es posible postular que las agrupaciones políticas de
la época, más allá de sus diferencias inmediatas, compartieron estas pautas lo
cual les permitía “hablar” dentro de un mismo género discursivo: la adequidad.
Desde luego, esta narrativa se agotó a
finales de la década de los setenta. El espejismo petrolero entró en crisis y
con ello la institucionalidad que lo soportaba. La dirigencia política de la
época no pudo y, aún no ha podido, elaborar una nueva narrativa que suplanté la
ya agotada adequidad. Paradójicamente, el chavismo ha reciclado estas agotadas
estructuras narrativas. Las ha radicalizado sustituyendo, por ejemplo, el
policlasismo de la versión democrática por una invocación clasista; el
imaginario civilista democrático por uno de carácter cívico militar; las tesis
estatistas ya agotadas están siendo practicadas en su versión socialista
cubana. En fin, estamos retrocediendo históricamente.
Los partidos políticos tienen delante de si
un enorme compromiso histórico. Por un lado, descifrar el sujeto histórico de
una nueva hegemonía y, por el otro, producir la narrativa con capacidad de
interpelarlo. Este nuevo discurso debería significar y sintetizar, por ejemplo,
los temas urbanos. Para ello sería necesario saber transmitir "lo que se
va a decir para ser escuchado y lo que hay que escuchar para poder
hablar."
Tengo confianza. Esta nueva gramática ha
comenzado a elaborarse.
Nelson Acosta Espinoza
acostnelson@gmail.com
@nelsonacosta64
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.