lunes, 1 de septiembre de 2014

LUIS JOSÉ UZCÁTEGUI: VENEZUELA PAÍS DE PSICÓPATAS

Una gran tragedia para un país cuando la psicopatía es el funcionamiento mental más prolífero que se distribuye generosamente entre los pobladores más respetados, notorios, mediáticos e importantes.

La psicopatía es algo más que néctar morboso que alimenta al violador, homicida o enfermo mental, es energía satánica que vitaliza al corrupto, mentiroso, trasgresor, quienes como buenos psicópatas se disfrazan de seres probos

Una nación donde todo funciona mal, donde hay escasez de medicinas y asistencia médica que lleva a sus pobladores a morir de mengua, los índices de homicidio ocupan el primer lugar a nivel mundial, la inflación es gigantesca, donde los habitantes tienen miedo paralizante de salir a la calle, sus pobladores son marcados como bestias para poder comprar migajas de comida y se pelean como fieras hambrientas para cazar aunque sea un pote de leche en polvo o un paquete de pañales, los poderes son marionetas, los medios de comunicación en genuflexión al gobierno y el terror se ha convertido en arma de control social y político, sin duda que tiene que estar influido y dirigido por la psicopatía.

Ningún mandatario, político, pensador, columnista, religioso, educador, etc., puede apoyar un infierno como el que se está viviendo en Venezuela a no ser que tengan activadas varias dimensiones psicopáticas en su mente. Similar a lo que sucedió en Haití, un país que desde su independencia solo había conocido la dictadura hasta que gana las elecciones el sacerdote Jean-Bertrand Aristide y se convierte en el primer presidente democrático; sin embargo, en su último periodo de gobierno “enloqueció” y no le importó profundizar la pobreza en uno de los países más pobres del mundo y con total naturalidad en sus discursos seguía alabando a Dios. Parecido a las prácticas de grupos terroristas como Sendero Luminoso de Perú y las FARC de Colombia que con el cuentico de luchar por los derechos humanos violan, torturan, matan, secuestran y trafican con drogas.

La joya del mal en Latinoamérica

Lo que sucede en Venezuela es difícil compararlo con otros países en Latinoamérica -a excepción de Cuba- ya que el gobierno logró destrozar la nación en todos los campos y humilla al ciudadano de diferentes formas como vendiendo paraísos y cielos que no existen a través de un Gulag mediático feroz y embrutecedor.

Sin duda que en todas las sociedades hay gobernantes, empresarios, políticos y pobladores con problemas de psicopatía, pero la cobertura e intensidad de psicopatía que se han desarrollado en Venezuela, es única en la región y en el mundo y esto da idea y proyección del cataclismo social y cultural en que está embarcado el país.

Qué es ser psicópata

No sólo el asesino en serie, el delincuente o el que ejecuta crímenes bestiales pueden estar vinculados a la psicopatía; desde hace décadas la ciencia de la mente viene precisando diferentes formas, el abanico es variado. Qué tienen en común ese asesino monstruoso que descuartiza a sus víctimas por placer, el homicida que mata y después viola los cadáveres y el poderoso con “prestigio social” que no le importa que el país se convierta en una región nauseabunda a cambio de seguir haciendo negocios, gozando de privilegios, ocupando cargos y moviéndose en la corrupción.

Son varias las cosas que tienen en común, empezando por que todos son despiadados con el prójimo, su empatía es falsa, nada les importa, son manipuladores, para ellos es normal destrozar al otro y a un pueblo a cambio de sus intereses, ganancias y deseos, son mentirosos, no tienen remordimiento, son incapaces de sentir culpa, se burlan de la moral, la ética, vendiéndose como tal patean las normas y las leyes. En términos alegóricos, el psicópata padece demencia semántica, pues no es capaz de comprender las experiencias humanas en profundidad, aunque finge entenderlas.

La conducta del psicópata a veces es difícil de precisar y hasta diagnosticar, la maldad que genera su cerebro, con frecuencia se convierte en un babel de emociones, ideas y conductas confusas. Muchos de estos asociales protegen a su familia, son padres o madres amorosos, tienen amigos y compinches; otros son encantadores, simpáticos, sagaces e inteligentes; muchos se venden como dignos, impolutos; otros dominan muy bien el encanto, la seguridad en sí mismo, la dominancia interpersonal, la búsqueda de atención, la capacidad de persuadir y confundir a los demás hasta llegar a la estafa; y también está el grupo de los irritables, impulsivos, pedantes, ególatras, groseros que explotan cruelmente a los demás hasta llegar a la maldad, crueldad y “depravación moral” con una pasmosa satisfacción.

¡Enfermos!

Está muy claro que se puede llegar a ser psicópata por diferentes caminos, el más tenebroso es el individuo que a los 15 años es francamente psicópata y las manifestaciones de psicopatía aparecen en la niñez y adolescencia. Su rehabilitación es muy difícil y la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala una prevalencia anual de 1% en población adulta, es decir, por cada 100 habitantes hay 1 individuo con diagnóstico psiquiátrico de “Trastorno de la personalidad antisocial”.

OMS 6Según este índice epidemiológico, en Venezuela con una población adulta de 18 millones deben haber 180.000 enfermos antisociales; y solamente es suficiente que unos pocos lleguen al poder político, económico, social, jurídico, etc., para que se genere un aquelarre nunca imaginado.

Vulnerabilidad psicológica preexistente

También el psicópata se puede hacer activo en la época adulta, la transformación de su personalidad es adquirida; en este caso, no sólo es que son tenebrosos, a veces son más peligrosos pues bien lo dice el pueblo: “pasan agachados”, hasta que explota su psicopatía protegiéndose con argumentos morales, intelectuales, sociales y hasta religiosos.

Con frecuencia no tiene antecedentes en su niñez de actos delincuenciales, agresiones a personas, torturas a animales, irresponsabilidad notoria, violación grave de normas, ni son las estrellas del Bullying. Algunos en su época de niños y jóvenes son recordados como personas de bajo perfil y otros como “reyes de la fiesta”, y de pronto se descubre que estos seres descuartizan a sus víctimas y separan en bolsas las partes del cuerpo como ha venido sucediendo en Venezuela en los últimos días. O dado que tienen predisposición psicológica a la psicopatía, el tener algo de poder o estar cerca de donde hay dinero, los convierte en psicópatas.

Estos individuos, similar a las personas con problemas de alergia que no deben estar en presencia del factor que la desencadena o el drogadicto que no puede controlar sus ansias por el consumo, son muy propensos de caer y lo lógico es que no deberían tener poder ni manejar dinero pues padecen de un “déficit” mental que fácilmente los convierte en psicópatas. En este contexto, de llegar a ostentar cargos de poder y manejo de dinero, entonces dichos individuos deberían necesariamente tener un control que funcione tipo represa y les impida llevar a la práctica su psicopatía. Ello pasa indudablemente por la aplicación adecuada de las leyes por parte del los Poderes Públicos.

Son los que una autoridad en psicopatía Cleckley llama “psicópatas con éxito” con posiciones sociales respetadas, como políticos, banqueros, empresarios, científicos, médicos, psiquiatras y hombres de negocios con gran éxito. Cleckley se refiere a estos casos como manifestaciones subclínicas del trastorno psicopático, al considerar que el concepto de “trastorno” implica un cierto grado de incapacidad o desajuste social.

Ejemplo de estos “psicópatas con éxito” son los que han robado millones de dólares a los venezolanos y están convertidos en mandatarios poderosos, líderes políticos “indispensables”, inversionistas de “postín”, directores de diarios, son referencias intelectuales, anclas en los medios o se convierten en estrellas internacionales buscados por la justicia dado que integran el nuevo jet-set de la psicopatía venezolana. Y todos son tan letales socialmente como los asesinos de Mónica Spear y Josué Farías, y también, similar a los asesinos, rápidamente pasan a ser olvidados de sus fechorías y sorpresivamente aparecen a los años con nuevos cargos, flamantes direcciones, presidencias y hasta aureola de seres morales y prestigiosos.

“Raimundo y todo el Mundo”

Es el problema más gigantesco de Venezuela, el cual puede socavar las soluciones políticas, económicas, educativas, sanitarias, etc. Se nos vino encima como torrencial infernal una cultura psicopática que se ha desarrollado y fortalecido en los últimos años. Los crímenes son horrendos y salvajes, los homicidios están llenos de sevicia, se ajusticia a la víctima por el placer morboso de matar, las represiones de los cuerpos de seguridad a jóvenes tocan los tínteles del sadismo más asqueroso. Los gobernantes y funcionarios no escatiman en burlarse y mentir a pesar de la realidad de escasez de alimentos, medicamentos, transporte y un país convertido en chiquero.

Lo “normal” es robar, el “negocito”, la “mascada” y utilizar cualquier cuento para cogerse el dinero ajeno. Roba el presidente, el gerente, el supervisor, el empleado, el cliente, el político, el banquero, el inversionista, el profesional, el comerciante, el buhonero, la familia pobre, de clase media y alta que argumenta y protege la transgresión de uno de sus miembros, y todos amparados por una aureola psicopática lo niegan, justifican y no sienten ningún tipo de remordimiento.

Yo no fui

Con “cara de yo no fui”, roba el que nombran presidente de una clínica, de un colegio, de una empresa, de un condominio, de la asociación de vecinos o comité de barrio independientemente que reciba plata del gobierno o no; cruelmente ese dicho popular de que quien no roba es “pendejo” ciertamente es una forma de sentir y pensar en la cultura actual venezolana.

Otra cara de la psicopatía es burlarse de la constitución, mofarse de los poderes y pisotear los derechos del otro. Al mejor estilo antisocial ridiculiza las leyes el alto funcionario que trafica con droga, el que pone a su familiar y amigo en cargos a pesar que tienen prontuarios o son unos maulas, el que mete la mano por su “pana” sabiendo que es un corrupto. También se burlan de la sociedad los académicos que aceptan a un miembro sin tener las credenciales suficientes, el personaje mediocre que se las ingenia para posicionarse en cargos de responsabilidad, el que escupe en la calle, orina en las esquinas, no respeta una cola y: ¡todo forma parte de la cultura venezolana!

Como se vuelve un país psicopático

Personalidades psicopáticas

La etiología de la psicopatía es multicausal, está el factor genético, unos cuantos genes malignos se cuelan en el embrión, sin embargo todavía las evidencias son imprecisas. Un visionario trabajo sobre este tema lo realizó hace 45 años Francisco Herrera Luque en su libro “Personalidades Psicopáticas”, sobre la naturaleza constitucional-hereditaria de la psicopatía, y qué horripilante sería para la sociedad venezolana que los hechos confirmen esta hipótesis.

Factores predisponentes para la psicopatía

Familia disfuncional o desintegrada, falta de leyes o inaplicación de las mismas, ausencia de prevención y rehabilitación, pobre educación, pobre apoyo social, desempleo, desastre económico y todos los factores que hacen sinergias para que crezcan los problemas mentales y males sociales.

¡A potenciar la psicopatía!

Pero de todos los factores malignos, hay uno muy vigente y determinante en Venezuela, el efecto letal que producen las conductas, los mensajes y las políticas de los integrantes de los gobiernos.

Si un gobierno, Estado, líderes de oposición, comunicadores o ciudadanos quieren que en su país crezca geométricamente la psicopatía y se convierta en cultura o carácter nacional, es muy fácil, simplemente a los factores predisponentes, agréguele la siguiente receta convertida en política pública, mandato “constitucional” o práctica cotidiana:

1. Fomente y ampare la corrupción y la impunidad, en todo…

2. Practique la mentira ante todo, y para todo…

3. Promueva la polarización, estimule la guerra entre hermanos, descalifique siempre al otro…

4. Fomente la irresponsabilidad de los ciudadanos, échele la culpa de sus acciones a los demás…

Escenario tenebroso

Un país diseñado para que vivan psicópatas y gobernado, dirigido, mandado, guiado, “educado” y culturizado por psicópatas…

Escenario posible y maravilloso

País Feliz. El pueblo derrota la cultura de la psicopatía y se lanza a construir: Venezuela el país de Latinoamérica con menor índice de Psicópatas…

Luis José Uzcátegui
ljuv2000@gmail.com
@LuisJUzcategui

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