Después de la cadena nacional de radio y televisión
ofrecida por Nicolás Maduro Moros el pasado martes 2 de septiembre, anunciada
con bombos y platillos como “el sacudón”, una sola cosa ha quedado clara en
Venezuela: tenemos un Presidente Civil dentro de un gobierno militar. Maduro es
el Presidente, pero quienes mandan aquí son los militares.
Maduro le dijo al país que “anunciaría un conjunto
de medidas que producirían un sacudón” dentro del gobierno. Pero luego de tres
horas de perorata, lo único que sacudió fue el polvo del camino para extender
una alfombra roja a los militares venezolanos, a quienes entregó en bandeja de
plata el control de toda el área financiera de su administración para que estos
sigan haciendo jugosos negocios.
No conozco el pensum de estudios de la Academia
Militar Venezolana, pero dudo que allá le enseñen a los militares a manejar la
economía de un país. Si quieren saber cómo han manejado los militares
venezolanos las finanzas públicas, vayan al estado de Florida, en EEUU, y busquen
a Alejandro Andrade, ex tesorero nacional muy amigo de Hugo Chávez, quien hoy
día vive en una de las mejores zonas de esa región, y es propietario de un
próspero negocio de caballos, juega al polo y tiene hasta su propio avión
privado.
Alejandro Andrade dejó la economía venezolana hecha
un desastre, con deudas por doquier y sin un centavo en las cajas. Pero su
economía personal y familiar creció a niveles espectaculares, por cuanto pasó
de ser un pobre pendejo, que no tenía donde caerse muerto, a ser todo un
potentado empresario en el estado de La Florida, con inversiones y cuentas
abultadas que le permiten darse una vida de rey en el imperio más odiado por
Chávez.
Es curioso, pero en apenas año y medio de gobierno,
Nicolás Maduro ha dado a los militares mucho más de lo que les había dado Hugo
Chávez. De acuerdo con la organización no gubernamental Control Ciudadano, que
preside Rocío San Miguel, los militares tienen el 25% de los cargos dentro de
la administración pública a nivel ministerial y la mitad de las gobernaciones.
Pero a Nicolás Maduro, un presidente civil, eso le
ha parecido muy poco, y es por ello que también dio a los militares un canal de
televisión y un banco. Y no conforme con eso, ahora les acaba de entregar todo
el control de las finanzas públicas, para que sean los militares los que
manejen los devaluados bolívares fuertes y los pocos dólares que todavía
ingresan a nuestro territorio.
Entregar a los militares el control de la economía
venezolana sólo tiene una explicación: la revolución de Maduro, que ya no es
una sola, como la que presidía Hugo Chávez, sino que ahora son cinco, de
acuerdo con lo anunciado por el propio Maduro el pasado 2 de septiembre, se
sostiene única y exclusivamente por el poder que ejercen los militares. Fueron los
militares los que reprimieron con éxito las protestas sociales que se
presentaron en el país desde el 4 de febrero de este año y que dejaron un saldo
de 43 muertos. Son los militares los que llevan a cabo la denominada guerra
contra el contrabando, que se dedica a quitarle los mercados a familias
colombianas en la frontera, pero no hace nada frente a los camiones cargados
con toneladas de alimentos que pasan por las alcabalas en horas de la
madrugada, tal como quedó evidenciado en un reciente vídeo colgado en youtube.
Son los militares los que llevan a cabo la supuesta
lucha contra el narcotráfico, inutilizando aviones viejos que son quemados en
tierra después que los narcotraficantes ya han transportado cientos de
toneladas de cocaína a México, Honduras, Guatemala y otros países.
Ahora Maduro les ha dado a los militares la
vicepresidencia del área económica. Un general, Rodolfo Clemente Marco Torres
es, desde el pasado 2 de septiembre, el zar de la economía venezolana. Torres
ya batió un récord mundial: fue presidente de tres bancos (Venezuela,
Bicentenario y Del Tesoro) al mismo tiempo. Fue también tesorero, director del
Banco Central de Venezuela y Ministro para la banca pública. No he visto la
hoja de vida de Torres, pero me gustaría saber en qué universidad estudió
economía y finanzas.
En resumen, estamos frente a un gobierno controlado
y tutelado por militares. Nicolás Maduro sabe muy bien que lo único que lo
sostiene, son los militares. Maduro está al frente de un gobierno sumamente
frágil, al que no se le puede poner ni una pluma encima, porque se cae.
En la cuarta república, según dijo alguna vez el
propio Hugo Chávez, a los militares los mantenían contentos, porque les daban
lo que se llamaban “las tres C”: caña, cobres y c……Ahora, en la quinta república,
a los militares ya no solamente parece que les dan las famosas tres “C”, sino
que les dan un poquito más: les dan bancos, canales de televisión, carros
chinos y todas las finanzas públicas de un país para que puedan permitir que
los cubanos destruyan y acaben con la vida de 28 millones de personas y arrasen
una nación completa.
Gustavo Azocar Alcala
cafeconazocar@gmail.com
@gustavoazocara
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