miércoles, 3 de septiembre de 2014

ARNOLDO JOSÉ GABALDÓN,CHAVISTAS EN EL IMPERIO, CON LA MANO EN EL PECHO

Con el titulo de este articulo, ha sido publicado recientemente (USA, marzo 2014 y Venezuela, junio 2014) un libro del periodista venezolano Casto Ocando, que  constituye la relación mas exhaustiva y mejor documentada, sobre la corrupción y los lados siniestros del chavismo. 

Se trata del producto de un  periodismo de investigación, que no ha escatimado esfuerzos  para indagar durante 14 años, diferentes fuentes legales, múltiples documentos y  extensos testimonios personales. El citado libro aporta una pieza invalorable para dimensionar la corrupción y en general el legado  destructivo y desmoralizador del régimen de Chávez y de su sucesor Maduro.  Después de haber analizado objetivamente el contenido de la obra, llegue  a la conclusión de que estamos viviendo el periodo de mayor retroceso ético que registra la historia de Venezuela.

En palabras de Ocando: “El anecdotario de historias similares que me tocó cubrir como periodista supero mis expectativas. Todas tenían en común que implicaban a funcionarios gubernamentales, activistas, empresarios, banqueros y criminales de amplio prontuario conectados con el chavismo, operando y haciendo negocios en el corazón del imperio enemigo”

Una de las reflexiones que brota espontaneamente, es que el pragmatismo acabo con los ideales revolucionarios, si es que existieron  entre alguno de sus protagonistas al principio del proceso.    Este factor ha tenido tanto peso, que al final todo terminó por convertirse en una satrapia, más pendiente de aferrarse al poder y al disfrute de  sus mieles, que de adelantar una obra perdurable de progreso y redención social.

Para los que critican al régimen por su improvisación, Ocando presenta una crónica detallada de todas las iniciativas muy bien planificadas y costeadas que se adelantaron en los Estados Unidos, para tejer una hábil red de promoción y defensa de la revolución: los contactos y estímulos que se dan a nivel académico a diferentes actores para que muestren su solidaridad con el proceso; el cultivo de buenas relaciones con parlamentarios y otras personalidades del mundo político y social, en especial del sector afroamericano; la extensa y costosa red de lobbistas que han sido contratados con diferentes propósitos; el programa de subsidio a los combustibles para hogares pobres en algunos estados de la Unión, orientado a generar simpatías al régimen a nivel popular y  avergonzar a las elites imperialistas por su insensibilidad social.

Esta estrategia bien diseñada e instrumentada, ha rendido   amplios beneficios políticos al gobierno, pero ha tenido también un alto costo para los venezolanos: El desmesurado endeudamiento del régimen y este tipo  de gastos hasta la exageración,   han contribuido a generar la sensación de que nos han robado el futuro.

La prolífica lista de escándalos y conflictos judiciales que han protagonizado los venezolanos afectos al régimen, en los Estados Unidos, constituye uno de los aportes centrales de la obra de Ocando. El monto de las operaciones denunciadas es realmente astronómico. A la par que se incluyen las tristes semblanzas de los principales protagonistas de estas estafas, se incorporan  las  pruebas de sus desmanes  con alta rigurosidad académica. Se explican los negociados alrededor de las máquinas de votación; los múltiples fraudes dentro de PDVSA, incluyendo la perdida de gran parte del Fondo de Pensiones,  con la complicidad de miembros de su directorio; variadas fechorías cometidas por los bolichicos y por  banqueros y dueños de casas de bolsa que huyeron al Norte.  Son muchos los casos referidos estupendamente sustentados.

No se trata de un conjunto de chismes, como estamos acostumbrados a leer y oír, sino de un amplio y contundente libelo. La mayoría de los hechos que se relatan ocurrieron y fueron investigados por organismos policiales  y sentenciados en algunos casos por los tribunales de los Estados Unidos. Lo que resulta asombroso es que al mismo tiempo aquí, la Asamblea Nacional, se negó a abrir  investigación alguna ante los resonantes casos denunciados, privando una solidaridad política automática  con los corruptos del régimen. ¿Habrase visto mayor exabrupto para la historia, de ese opaco  cuerpo parlamentario?

En varios capítulos se narran las relaciones tempranas de Chávez con la guerrilla colombiana y con representantes de otros movimientos terroristas a nivel mundial. Están documentadas por  organismos de inteligencia internacional sus relaciones con el Hezbola, Hamas,  la Yihad Islámica y con los comandos terroristas iraníes. Se relata un incidente que hace presumir que se le dio una ayuda financiera importante a Al-Qaida después del 11 de septiembre. Todo esto lleva al autor a calificar a Chávez de verdadero “Capo del Narcoterrorismo”. Lo cierto es que el Difunto tenía una simpatía innata por todo lo que oliese a subversión del orden constituido. Desde el inicio de la campaña presidencial de 1998, ya existían relaciones y ayudas pecuniarias de los narcotraficantes colombianos, como quedo registrado en la computadora de Raúl Reyes. Al mes de su instalación en la presidencia en 1999, le escribió a Carlos Illich Ramírez, El Chacal,  preso en Francia por múltiples actos terroristas y lo llamo “distinguido compatriota.” Esta señal era suficiente para sospechar la baja calaña de quien nos comenzaba a gobernar.

Finalmente, existen extensas revelaciones susceptibles de causar  una justificada consternación  a todos. Las pruebas de que el narcotráfico se enseñoreo de plano en nuestras Fuerzas Armadas, después de 1999. De que estas han sido penetradas a todos los niveles y de que Venezuela se ha transformado en un puente privilegiado del narcotráfico mundial, bajo el amparo de las fuerzas cuya misión es defender la patria. De que existe un llamado “Cartel de los Soles”. Que  un narcotraficante de fama internacional, llamado Walid Makled   tenía dominio sobre  un numeroso grupo de jefes militares que resguardaban sus operaciones de narcotráfico y que ese señor fue extraditado desde Colombia en el 2011 y que a esta fecha no se sabe de sentencia alguna, ni donde se encuentra realmente.

Todo venezolano con preocupación genuina por la situación critica que atraviesa Venezuela debería leer el libro de Ocando, pues en el encontrará muchos de sus factores causales.

Casto Ocando es Miembro de la unidad de investigación de Univision Network desde el 2011. Periodista de investigación de El Nuevo Herald y del Miami Herald por casi una década. Fue periodista en Venezuela de Quinto Día, donde obtuvo el premio Nacional de Periodismo 1997.

Arnoldo José Gabaldón  
arnoldojgabaldon@gmail.com

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