La
contienda por el poder ha sido más cruda, relancina y dolorosa a lo interno de
"la unidad", que la lucha contra el chavismo..."
Cuando
se fundó la Coordinadora Democrática como estrategia para contrarrestar la
dispersión política evidenciada en las elecciones de la Asamblea Constituyente
(1999), se partía de una premisa esencialmente electoral. Vencer la fórmula
Kino-Merentes o la vieja versión revolucionaria del entubamiento adeco
(planchas), para "unificar" (que no es lo mismo que unir) acatando
alKremlin. Así nació la CD. Pero pronto todos los bojotes salieron a flote.
Y
no era difícil anticipar su caída. Poner de acuerdo a Bandera Roja con PJ o el
MAS o a AD con Copei O CR, es un tema que vencía todo pragmatismo político. Una
falsa convivencia que no podía arrojar rendimiento político. Lo esencial no era
discutir las conveniencias del país, sino los espacios individuales y los de su
partido (en ese orden).
Venezuela
no figuraba en la agenda porque primero figuro yo. A partir de ahí todo un
desgaste de energía, tiempo y visiones fueron creando en la disidencia y en el
chavismo, la percepción repetida ahora en la MUD, de que esas
"mesas", "coordinadoras" o como la quieran llamar, no son
más que un cepo político que atrapa y liquida un genuino liderazgo liberal y
democrático.
La
posibilidad de edificar un constructo ideológico de contraste político eficaz,
prístino, monolítico, coherente y de vanguardia, al cual plegarse con sentido
empático, que convenza a tirios y troyanos, han sido nulas. En tres lustros no
ha emergido un auténtico liderazgo de oposición que desborde las aspiraciones
visiblemente individualistas de cada actor político y de su agrupación, porque
la contienda por el poder ha sido más cruda, relancina y dolorosa a lo interno
de "la unidad", que la lucha contra el chavismo que a fin de cuenta
ha sido más coherente.
Los
ideales de libertad real no pueden convivir con la demagogia populista y la
farsa comicial. Tanto la MUD como Chávez han apelado a la propaganda
socialista, rentista y banal representada en multicolores vacíos de ideales o
frases altisonantes, que reposan en un modelo caudillista o militar, que va de
lo mismo: la dictadura de las masas o de los sables, pero dictadura al fin...
Las
primarias por ejemplo comportaron un evento clasista, de esencia divisional e
ilusa competencia democrática entre demócratas, donde mas valía la maquinaria
partidista que la oferta política. Otro
bojote inocultable que condujo a todos las debilidades fue dividir antes de
comenzar.
Las
primaras arrojaron un candidato "único" que en la práctica resultó de
su partido; inaccesible para otros líderes de otras tendencias de esa
"unidad". Las primarias condujeron a una fracturaab-initio de la
oposición, que además consolidó la polarización, aderezada con un tufillo
aristocrático, fácilmente estigmatizado por un gobierno que se ha sabido
apropiar de los conceptos de pueblo, tierra, cerro y patria.
Y
la MUD vino a exacerbar aun más ese pasado de cúpulas y CEN'S, donde un
secretario asume la vocería de una disidencia gatoparda, por lo que el vocero
está más pendiente de un próximo evento electoral (y de su sillón), que de una
lucha a fondo por la libertad real.
¿Qué
necesita el país? ¿Cuál debe ser la verdadera oferta política? Lo primero es
comprender que las revoluciones no toleran otra alternativa que el mando impío
de sus precursores y la sumisión absoluta de la ley, la justicia, y la
soberanía al poder revolucionario.
Es
lo que el diputado Juan Donoso Cortes en su discurso sobre Las Dictaduras
(1849), alertó en contra de revoluciones que enaltecían la retórica de la
Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, para justificar nuevas élites, nuevos
autócratas y una violenta luchas de clases.
"En
nombre de la libertad ha hecho necesaria, ha proclamado, ha aceptado la
dictadura; en nombre de la igualdad, con el título de republicanos de la
víspera, de republicanos del día siguiente, de republicanos de nacimiento, ha
inventado no sé qué especie de democracia aristocrática, y no sé qué género de
ridículos blasones; en fin, señores, en nombre de la fraternidad ha restaurado
la fraternidad pagana, la fraternidad de Eteocles y Polinices; y los hermanos
se han devorado unos a otros en las calles de París, en la batalla más
gigantesca que dentro de los muros de una ciudad han presenciado los
siglos"
Y
hoy en pleno siglo XXI embriagados de ese estilismo discursivo anacrónico de
revoluciones, patria, socialismo o muerte,
hemos dejado la vida en las calles de Venezuela. Es en contra de este
drama que debe diseñarse una lucha ciudadana, civilista y moderna por liberal.
Ello no se resiste con diálogos eunucos y burocráticos, en fin, con más
MUDS.
No
criticamos a Aveledo, Ramos o Borges en lo individual. Lo que alertamos es la
inoperancia de la MUD como operador político eficaz por entrañar posturas
irreconciliables. A partir de ahí su nacimiento fue muerte anunciada. Y es hora
de ir al sepelio de la MUD. Ya tenemos un verdadero liderazgo comprometido,
gallardo y liberal al cual unirnos, por tener ese líder disposición real !a que
se le unan! Saquémoslo de las rejas...
Orlando
Viera-Blanco
vierablanco@gmail.com
@ovierablanco
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