“En las cosas necesarias, unidad; en las dudosas, la libertad; y en todos, la caridad”. San Agustín (354 d.C – 430 d.C.)
La
unidad no se decreta, se construye. La unidad no tiene dueños, mucho menos
indispensables. Todos son necesarios. Los partidos políticos, no se pueden
creer amos y señores de la unidad. Más allá de las organizaciones políticas,
existen organizaciones, gremios, ONGs, individualidades y un sector mayoritario
del pueblo, que se oponen al gobierno y los cuales requieren ser oídos, en el
punto de encuentro, que se decida, para la discusión de los grandes temas
nacionales, regionales y locales y la estrategia para enfrentar al régimen. Es
de Perogrullo.
Ese
punto de encuentro, no puede convertirse en camisa de fuerza, para desmovilizar
las protestas que provocan los desvaríos, carencias, incompetencias y
corruptelas de un régimen autoritario, que secuestro las instituciones y
pretende asfixiar a la sociedad a fuerza de represión pura y dura. Una cosa es
la caracterización del régimen, la estrategia y el mensaje que conecte con las luchas
populares y otra es pretender negar o autorizar dónde y cuándo la gente puede
protestar. Los derechos no se pueden ni deben confiscar. Ojo avizor.
Ledezma
lo expresa claramente. No se le puede negar a los trabajadores, que no les
firman sus convenciones colectivas, que no les honran las deudas contraídas, el
derecho a la protesta. Quien puede prohibir a una madre que asiste con su hijo
a la emergencia de un hospital y no consigue atención inmediata y menos logra
obtener los medicamentos, que proteste. Cómo lograr la inhibición de los
vecinos, cuando no logra conseguir la
bombona de gas doméstico, se le niega el acceso al agua potable y a cada
momento sufre un apagón que le daña los electrodomésticos. Es como decirle a la
gente que no respire. No se puede exigir lo imposible. Libertad y unidad para
la acción.
Mucha
gente y con sobradas razones, no cree en la reorganización de la MUD, tal como
está concebida. Esa instancia cumplió un ciclo y tuvo, como toda institución
manejada por los hombres, errores y aciertos. La historia se encargará de
hacerle el juicio equilibrado. Lo que está planteado, es la unidad de TODOS los
sectores de la oposición, incluidos, por supuesto, los partidos políticos. Los
temas que enfrentamos en este momento histórico, no son electorales. Hay que
discutir los problemas de la gente y la MUD es un organismo estrictamente
electoral y electoralista. Ese es el quid del problema.
En
esta nueva etapa, los sectores de oposición, deben afinar la puntería,
aguijonear la inteligencia y conectarse con el sentir popular. La situación del
país es delicada y si no hay quien encauce las masas, ante un posible estallido
social o rebelión civil, Venezuela puede terminar siendo tierra arrasada, dónde
todos perderíamos.
Estamos en el principio del final de estos 16 años de saqueo, ruina y corrupción.
Es hora de la grandeza para salvar al país. O nos unimos o nos hundimos,
Ledezma, dixit.
Jose Cheo Salazar
sjose307@gmail.com
@ Cheotigre
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