martes, 8 de julio de 2014

SAÚL GODOY GÓMEZ, UNIDAD TÓXICA,

Creo que el principal problema de la oposición es que ha sido tomada, desde el punto de vista de la organización y la imagen, por un grupo de partidos políticos y dirigentes que son “amigos” del gobierno chavista, y pongo entre comillas la palabra amigos, porque los chavistas no tienen amigos, sólo socios, y eso, hasta que puedan prescindir de ellos, pues su naturaleza es totalitaria y, si comparten algo, es únicamente por un interés momentáneo.

Pero el problema va mucho más allá, el éxito de este conglomerado de partidos opositores se debe primordialmente a que los países desarrollados del orbe, los EEUU y la Comunidad Económica Europea, pareciera que les conviene, para sus intereses nacionales y de bloques, que el chavismo continúe mandando en Venezuela.
Hay una serie de razones para esta posición de los países capitalistas, todas ellas de carácter pragmático: el mundo tiene demasiados problemas graves, para que ellos se ocupen de un país como Venezuela; no somos una amenaza nuclear, ni de ningún tipo, que pueda afectar el poderío militar del “status quo”; tampoco tenemos una influencia de carácter mundial para la desestabilización, no exportamos terrorismo, tampoco somos un problema serio de drogas, a pesar de que nos hemos convertido en un importante centro de distribución, estamos supervigilados y los negocios son todos monitorizados y seguidos.
Frente a una Ucrania en efervescencia, que sí afecta los intereses de Europa, frente a un Al Qaeda agresivo contra occidente, con un problema Palestino en conflicto con Israel, con una China respondona tratando de ejercer su liderazgo en Asia, con un Pakistán que tiene un arsenal atómico en su poder, con un África en problemas por su sustentabilidad y epidemias mortales, Venezuela es apenas una desagradable picadura de mosquito en el brazo del orden mundial.
Occidente puede vivir sin nosotros, nuestros problemas son locales, exóticos y primitivos; el país está controlado por una facción de matones comunistas al servicio de Cuba, y mientras tengan el control de la situación, que no se desborden las pasiones, que no nos convirtamos en un foco de inestabilidad regional, qué importa que mueran una centena de estudiantes, o que algunos políticos estén presos por sus ideas, que no se consiga papel toilette o que la población este a oscuras la mayor parte del tiempo… son males menores que se pueden dejar para después. Los chavistas han demostrado, durante catorce años, que pueden “controlar” al país, “pues que sigan, si lo tienen que hacer a palos, mala suerte para quienes se oponen al régimen”.
Para mantener esta situación, muy conveniente para unos países que no quieren más problemas, financian entonces a una oposición amiga del régimen, le dan foro y cobertura de prensa en los medios, les atribuyen su papel de voceros de la otra mitad, y como se trata de los partidos tradicionales, que ellos conocen, los que han gobernado por todo este tiempo de “modernidad”, pero que lamentablemente se descuidaron y se dejaron montar a los comunistas, con estos partidos opositores se sienten cómodos, “ya habrá tiempo para enderezar los entuertos, mientras tanto, que conversen, se reúnan, que vayan a elecciones…”.
Los chavistas son fuerzas pertenecientes al bloque de la izquierda latinoamericana, están “protegidos” por los gobiernos socialistas del área, que son un montón; el “proceso chavista” se ha ocupado de mantener estable el área del Caribe y buena parte del continente, con su generoso manejos petrolero, su loca política económica los ha convertido en un país importador nato, lo que ha significado excelentes negocios para el mercado regional, que trabaja y produce para alimentar y mantener a Venezuela, y mientras ésta siga produciendo petróleo y se lo venda, sin ningún problema, a los gringos y al resto del mundo “¿Qué mal puede haber en seguir apoyando a los militares corruptos y a los gobiernos ilegítimos que surjan de sus elecciones trampeadas?’.
El gobierno del presidente Obama y el partido demócrata, aparentemente, se sienten cómodos con los chavistas en el gobierno; es verdad que estos rojitos son groseros, engreídos y poco tratables pero, de acuerdo a los informes de seguridad para el hemisferio, no pasan de ser unos bocones, especie de hooligans de la izquierda más retardataria, sus amenazas de incendiar la pradera si los EEUU intervienen de manera abierta en el debilitamiento y extinción del chavismo, aunque tienen mucho de “bluff”, tampoco los anima a arriesgarse. Para ellos es una bendición que existan opositores como la MUD, dóciles, pacifistas, negociantes y de buen carácter, que asumen calladitos los costos de una oposición democrática, pacífica y constitucional, cuando lo que tienen al frente es el monstruo embrutecido del chavismo, dirigido por Maduro.
Es aquí donde quienes controlan hoy la MUD resultan los mejores aliados del mundo libre; sus partidos seguirán recibiendo ayudas y financiamiento, porque simplemente no hacen nada contra el régimen… perdón, eso fue muy ligero de mi parte, sí hacen un montón de cosas a favor de que Maduro y sus pirañas continúen en el poder: sabotean a los venezolanos, que estamos hartos de tanta impudicia y destrucción, se hacen los locos al momento de tomar posición, critican a los que sí estamos en la lucha por un mejor país, descalifican cualquier esfuerzo del país nacional por una acción diferente a la de esperar por un milagro de las mayorías, le dan la espalda a los estudiantes y a quienes toman caminos expeditos para salir de este desastre, se hacen los chinos cuando líderes auténticos, como Leopoldo López y María Corina Machado arriesgan sus vidas por reclamar derechos y justicia… nos quieren mansos y en silencio.
El gran problema de la oposición es que su liderazgo está comprometido, viven de ello, se mantienen de ese apoyo… para ellos, si la situación se eterniza, mejor. En lo que surge con fuerza la disidencia, van con sus baldes de agua y apagan la candelita con discursos de justicia social, de apego a la Constitución, con promesas electorales de construir una gran mayoría que hará imposible el fraude y la trampa; todo se vale para mantenerse en ese juego de apariencias, mediático y negador de la realidad.
En estas circunstancias, con estos adeptos al “real politik” dirigiendo nuestra oposición ¿Qué podemos hacer? 
No nos consultan, nos ignoran olímpicamente, deciden por nosotros y actúan de acuerdo a su pequeño plan, con el cual no arriesgan nada y reciben prebendas de todos lados, para que todo continúe igual, lo peor, pontifican como si fueran los únicos demócratas auténticos por aquello de que son cultores del pacifismo a ultranza y del electoralismo fundamentalista, para ellos democracia son campañas y encuestas pero al momento de defender las libertades se hacen un ovillo y miran para el otro lado chupándose el dedo.
La unidad es imposible mientras tengamos a estos caballeros atornillados en la MUD, justificando lo injustificable o, peor aún, en un silencio cómplice con lo que nos sucede.
Lo primero que tendríamos que hacer es desconocer esa dirección podrida que pretende erigirse en nuestros líderes, todos esos jóvenes que hacen vida en esos partidos y que conforman el poder dentro de la MUD tendrían que renunciar públicamente a sus militancias, quemar sus carnets en plazas públicas si no logran cambiar sus directores democraticamente, no acudir a sus llamados, dejarlos en evidencia… iniciemos nuestra propia revolución y salgamos de esos gallináceos  que pretenden hablar en nuestro nombre, vamos a radicalizarnos en el sentido heidegueriano.
Nuestro bautizo de fuego comienza por casa: a los colaboracionistas, ni un vaso de agua… para acabar con la infección tenemos que reconocerla, y tomar las medidas para erradicarla.
El siguiente paso es demostrarle al gobierno que hablamos en serio, no más recesos por un evento como el mundial de futbol, ni ninguna otra excusa pueril, el país se nos va de las manos, tenemos que ocuparnos de lo importante.
Una de las tareas fundamentales será demostrarle al mundo occidental lo equivocado que está al posponer su atención sobre lo que ocurre en nuestro país, no quieren darse cuenta del peligro que representa este mal gobierno que, como una enfermedad contagiosa, se esparce sin control, ya contaminó a Latinoamérica y ahora Europa experimenta sus primeros brotes.
¿Qué hacer en el país? Mi idea es trancarle la llave petrolera al gobierno, para ver si nos van a prestar atención; mientras el chavismo continúe disponiendo a su antojo de la chequera petrolera, esto puede continuar hasta que el infierno se congele.
Propongo de inmediato se haga en el país un referéndum popular sobre la manera de quitarle el petróleo de las manos al chavismo ladrón, quizás por medio de una iniciativa popular, que se conforme una institución de segundo piso receptora de los fondos petroleros, sin participación gubernamental e independiente de los partidos políticos; ya estamos en una profunda crisis y va a empeorar, y no es con asesores cubanos, ni con Ramírez, uno de los artífices de nuestra calamitosa situación, como vamos a salir de ella; pero, esta vez, que sea por un acto de voluntad de todos los venezolanos, que volvamos a ser de nuevo soberanos. Ya basta, éste es el momento de sacudir al mundo, para que caigan en cuenta de que hablamos en serio. –
Saul Godoy Gomez
saulgodoy@gmail.com
@godoy_saul

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