lunes, 28 de julio de 2014

MALÚ KIKUCHI, PALABRA NUEVA SE NECESITA, DESDE ARGENTINA

Dijo la presidente inaugurando algo en una empresa: “Quiero decirles que la Argentina no va a caer en default. Porque en default entran los que no pagan. Y Argentina pagó. Así que van a tener que inventar un nombre nuevo”.

Propongamos un concurso para inventar una palabra  que reemplace a default, o como se diría en correcto castellano: cesación de pagos, suspensión de pagos, insolvencia. El que consiga la palabra perfecta para definir pagar, sin hacer efectivo el pago (no es nuestra culpa directa), mientras no se paga a otros a los que también hay que pagarles, podría ganar una visita al juez Griesa, en un exclusivo tour por la ciudad de Nueva York, capitalista y malvada, pero elegida por este gobierno.

*“¿Default o no default?, esa es la cuestión”, con disculpas a Shakespeare.

Los argentinos llevamos haciendo esta pregunta angustiante desde hace por lo menos un mes, y tenemos la casi seguridad de que vamos a un default. Ojalá, a último momento no sea así. Parece poco probable. Enviados viajan a Nueva York y no se entrevistan con el mediador nombrado por el juez Griesa.

O vuelven y llegan tarde a la reunión. O no se juntan con los hold outs. Y vuelven. Pagamos muchos pasajes. Pagamos carísimos abogados americanos que obedecen las órdenes de los enviados, que obedecen las órdenes estrictas de la presidente. Parece que la orden es “exigir” ¿¿??

Abogados y enviados, o sea la presidente, le exigen al juez Griesa que vuelva a poner el “stay”, o sea que los hold outs no puedan embargarnos nada hasta que la maldita cláusula RUFO (puesta por Kirchner y Lavagna), se caiga el 31/12/2014. Pero el “stay” vencía el 30/6/2014, y venció.

La presidente y desgraciadamente la mayoría de los argentinos, de acuerdo a  una encuesta de Poliarquía, creen que caer en default (una vez más, 1988/9- 2001) es un acto de soberanía. Algo funciona mal en cuanto a conceptos en nuestro país. Deber dinero y no pagarlo, está MAL. Será injusto, el momento es el peor posible, no nos gusta, no tenemos ganas, hay prioridades antes que pagarle a sujetos sumamente antipáticos, pero hay que pagarles.

Es simplemente un tema de ética, de moral, de respeto por las deudas contraídas, hace al honor de una nación. Supongo que tampoco el concepto de honor está muy claro entre nuestros compatriotas en estos últimos tiempos.

Y es la ley. Y las leyes están para cumplirlas nos gusten o no nos gusten. Argentina eligió libremente a Nueva York como sede para dirimir litigios cuando se reestructuró la deuda  entusiastamente defaulteada en 2001. Se eligió Nueva York en 2005 y en 2010. ¡Dos veces! Pero hoy no nos gusta.

No nos gusta el juez Griesa que después de tener una paciencia infinita con Argentina, falló de acuerdo a la ley. Argentina apeló ante la Cámara de Apelaciones de Nueva York. Esta le confirmó el fallo a Griesa. Nuestra presidente “exitosa abogada”, no entiende que una sentencia es una sentencia. Otro problema con los conceptos.

Como Obama aparentemente y quizás de verdad, parecía que simpatizaba con la posición argentina, Cristina recurrió a la Suprema Corte de Justicia de los EEUU. Que declararon que el tema no les correspondía. Ellos están para dirimir conflictos estaduales de su país. Esto era un tema de la justicia de Nueva York. Cristina no entendió. En una república en serio, el ejecutivo no puede ordenarle nada a otro Poder, no tiene el poder para poder hacerlo.

Y acá estamos, deshojando la margarita. Con muchos conceptos equivocados. No entienden que la ley se cumple. Que la ley no se cambia de acuerdo al cliente. Que la mayoría de los jueces de los países civilizados no se parecen a Oyarbide; que una sentencia es eso, una sentencia, y que las deudas, SE  PAGAN. Aceptar estos conceptos, nos aseguraría el respeto del resto del mundo, recuperaríamos el nuestro y 40 millones de argentinos, viviríamos mejor.  Ahí sí radica la soberanía de una nación.

Si Cristina decide defaultear, lo llame como lo llame, es decir, no cumplir con la ley que elegimos en libertad para este tema, Argentina pasará a ser una leprosa medieval, una intocable de la vieja India. Cortado el crédito internacional, agotando nuestros magros recursos expoliando a la ANSES y al Banco Central. Más desocupación, más pymes cerradas,  más inflación, muy pocas importaciones, menos fábricas funcionando, malestar social, más inseguridad. Un panorama deprimente y una pésima calidad de vida para los argentinos.

Eso sí, habremos salvado el relato. La culpa es de Griesa, de los buitres, los canarios, las calandrias y del pérfido capitalismo internacional (sin Rusia ni China) que quiere quedarse con Argentina. Patético.

Dicen los chinos “que te toque vivir tiempos interesantes”. Es una maldición. Y ahora que hemos intimado con China a través de su presidente Xi Jinping, es bueno recordar las sabias frases, de un sabio país. Estamos viviendo tiempos muy interesantes. Quizás estaríamos mejor en tiempos un poco menos interesantes.

Póngase a pensar. Invente una palabra muy argentina de tiempos K, que signifique: yo pagué aunque nadie cobró y no pienso pagar a los que la ley me ordena pagar. Admito que no es simple. ¡Pero qué desafío! Perfecto para un argentino que votó el FPV y sigue creyendo en el relato.

*”Ser o no ser”,  Hamlet, Shakespeare, 1608.

Malu Kikuchi
maluki@fibertel.com.ar
@malukikuchi

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