martes, 29 de julio de 2014

JUAN DE DIOS RIVAS V. , EL CAMBIO EVOLUTIVO DE LA TERCERA VÍA (PARTE III). LÓGICAS Y UTOPÍAS

 En el entendido de que la gente quiere paz, trabajo y bienestar; y está dejando de creer en cuentos de políticos oportunistas, mediáticos y demagogos. El pueblo no come y menos progresa con “Dogmas Totalitarios y Doctrinas Exóticas”, insistir en propuestas con fines “ocultos” que disfracen el capitalismo salvaje, con el poder en manos de las grandes corporaciones de la oligarquía y las migajas para el pueblo, o en el Marxismo Socialista,  donde se impone  la dictadura del proletariado “con gobierno dictatorial a lo Fidel Castro” y el pueblo es sometido a esclavitud y pobreza total.

     Por lo cual nuestro modelo de TERCERA VÍA lo hemos venido preparando “desde hace diez años” para “romper evolutivamente” con las prácticas y negociados perversos que tienen a Venezuela empobrecida por la corrupción de unos y de otros, y la basamos en el respeto a la dignidad de la persona humana, al derecho natural y legítimo de la persona humana a vivir con dignidad, fundamentado en la democracia y los derechos universales del hombre.
En ese sentido, propiciamos un Estado gerente y promotor de una economía creativa sostenida en el cogobierno social y la educación para el trabajo; el Estado será respetuoso de la independencia y autonomía de los poderes públicos, de las organizaciones sociales, empresas e instituciones privadas y partidos políticos; que posibilite la gerencia del bien común y la realización de la dignidad de la persona humana impulsada con la organización del Cogobierno Social (lo cual no es otra cosa que la verdadera participación protagónica y responsable de las clases sociales y organizaciones de base, legítimamente constituidas en su habitad y residencia natural).
     Para lograr esta “unidad superior del pueblo”, el bien común estará óptimamente gerenciado, la corrupción en las alcaldías debe ser controlada y combatida, los partidos políticos dedicados a formar valores, principios constitucionales, controlar las desviaciones administrativas y éticas, organizar a su militancia para que actúen bien y den ejemplo de convivencia política y social, darán capacitación y asesorar al pueblo para que las decisiones sean sabias, lógicas y fundadas en los valores y principios de paz, trabajo y bienestar; no habrá inseguridad, ni explotación del hombre por el hombre y menos esclavitud de dictadura del proletariado.
     Los nuevos tiempos exigen cambios profundos y evolutivos en lo político, lo económico y lo social. Se requiere cambiar y enterrar los viejos paradigmas en la forma de  gestión y gerencia municipal; se trata de lograr éxitos gerenciales y administrativos en base a lógica “las mafias y bandas” de delincuentes o corruptores será rechazadas por el propio pueblo, policías decentes y jueces probos. Así habrá calidad en la función y políticas públicas, con buenos resultados y reinarán las soluciones FRUCTIFICADORAS –dando beneficios de riqueza y bienestar social- para las comunidades y los pobladores, con lo cual se pueda resolver la pobreza, el hambre, el desempleo y crear un municipio y localidades prósperas, ricas, autosuficientes, solidarias y evolutivas en la calidad de vida y de realización “progreso social”.
     En un país inmensamente rico como Venezuela, no es admisible moral, éticamente o políticamente y menos humanamente que exista o se tolere la pobreza y que nos conformemos con continuos fracasos para vencer este flagelo. Una democracia pierde su fuerza, esencia y credibilidad, en la medida de que se falla en políticas y estrategias publicas para lograr una sociedad prospera con  bienestar para todos.
     En Venezuela en los últimos nueve (9) años se han invertido (más o menos)  –sin que se vean hechos tangibles-, más de quinientos cuarenta mil millones de dólares estadounidenses, y se han regalado a otros países más de ciento cuarenta mil millones de dólares, mientras nuestra pobreza endógena ha crecido exponencialmente hasta ubicarse en 80% (con más del 12 % en pobreza crítica) de nuestros habitantes, pero además se ha perdido el poder adquisitivo de los venezolanos en un  60% con relación al año 2000; la inflación acumulada desde el año 1998 al año 2013 es de 138% (con saltos de “mega-inflación” en varios rublos). Hay artículos que han subido de precio hasta 5.5 veces y ha desmejorado su calidad, lo que tiene una incidencia en la calidad de vida y de salud en forma acelerada. El 55% de los hogares (familias) venezolanos son pobres y “se las ven negras” para alimentarse. Eso es un cultivo de delincuencia.
     Estas realidades no dejan dudas de un rotundo fracaso gubernamental a todas las instancias (Ejecutivo Nacional, Gobernaciones, Alcaldías e Institutos de Desarrollo Nacional y Regionales). Ante lo cual, la rectificación y la acción de gestión futura deberán ser calificadas, en lo estratégico y en la gestión gerencial de resultados y  calidad indiscutible. Ello implica un PLAN GOBIERNO EVOLUTIVO (BIEN ESTRUCTURADO CON EL MARCO DE LA TERCERA VIA), con la voluntad política total y de amplia participación –consenso nacional y/o municipal- e incorporación –sin sesgos- de todos los factores políticos, sociales, gubernamentales, empresariales, financieros, productores y comunidades. Debemos humanizar y hacer eficiente el poder y la política.
Juan de Dios Rivas Velásquez
rvjuandedios@gmail.com
@rvjuandedios

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