viernes, 11 de julio de 2014

JORGE SÁNCHEZ MELEÁN, LA REVOLUCIÓN GATOPARDIANA

Estamos pues en vísperas de la revolución gatopardiana de Maduro, que pretende reestructurar al Gobierno para que nada cambie, pues sería ofender la memoria de Chávez. 

Todavía Nicolás Maduro no sabe que el Presidente de Venezuela  es él y no Hugo Chávez. Es  tan fiel creyente de la vida eterna, que a través de los pajaritos con los que dialoga, cual si fuesen mensajeros  con el otro mundo, recibe permanentemente los lineamientos a seguir en el gobierno desde el más allá. Por ello en Venezuela no ha cambiado nada, desde hace casi dos años, mientras todos los problemas se agravan. Hemos llegado hasta el extremo, de tener a la familia del desaparecido presidente, residiendo en la “Casona”.
Y como las comunicaciones con el más allá a veces son tan difíciles como las de CANTV, se mantiene en la Vicepresidencia de la República a un personaje al que H. Dieterich califica de “mediocre”, simplemente por ser el hijo político del mandatario fallecido. Por otro lado, a Hugo Chávez se le ha colocado al lado del Bolívar mestizo producto del régimen, en todos los recintos públicos, violando disposiciones legales, con el propósito de convertirlo en el profeta de la nueva religión cívico-militar bolivariana, que ya tiene hasta su propio santuario, su meca revolucionaria, para competir con el Panteón Nacional. Maduro en definitiva, todavía no tiene claro, que los difuntos no pueden gobernar.
Que él tiene la inmensa responsabilidad histórica de enfrentar la grave crisis que el país atraviesa, en todos los órdenes, cambiando el rumbo del país en lo político, económico, social y moral. No ha entendido, que el sistema heredado después de 14 años de gestión del Teniente Coronel golpista fracasó estrepitosamente, y que es necesario un consensuado golpe, pero de timón, en la nave de un país a la deriva. Muchos se ilusionaron con la propuesta de diálogo, en presencia de facilitadores internacionales. Pero todo se convirtió en un simple show de televisión. El Gobierno de Chávez  con Maduro  como su interlocutor no admite diálogo alguno, por sus complejos ideológicos.
Ahora se nos  amenaza con la risible idea de una “revolución dentro de la revolución” para “cambiarlo todo” en 15 días, a través de una comisión presidida por Arreaza, con el asesoramiento de un cubano de 77 años, al que llaman Vinagreta, cuya más importante credencial es haber sido colaborador del Ché Guevara, uno de los responsables de la debacle económica cubana. Estamos pues en vísperas de la revolución gatopardiana de Maduro, que pretende reestructurar al Gobierno para que nada cambie, pues sería  ofender la memoria de Chávez, el verdadero  Presidente. Mientras tanto, verdaderos estadistas como Tony Blair, Bill Clinton, F. Henrique Cardozo, Felipe González y Ricardo Lagos, convocados por el presidente Santos en Cartagena, sin perjuicios ideológicos, reflexionan sobre una tercera vía al desarrollo, en busca de lo mejor del liberalismo y del estatismo, con sensatez  y sin extremismos .Ojalá Maduro, se leyera  con inteligencia alguna biografía de Eleazar López Contreras. Continuaremos. 
sanchezmelean@hotmail.com
@jorgesanm

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