En el transcurrir de estos quince años que
llevan gastados ese esperpento que han dado en llamar revolución bolivariana o
socialismo del siglo XXI, se han producido las situaciones más disímiles e
increíbles, a tal punto que una buena parte de ellas pudieran pasar a figurar
dentro de las rarezas recogidas en la muy conocida sección de “Aunque usted no
lo crea”, y hasta figurar en el más rebuscado libro de récords.
Sin ánimo de ofender a nadie, los líderes de la revolución que acaba con
Venezuela, en su casi totalidad,
especialmente quienes figuran y han participado dentro de las más alta esferas
del gobierno, se les puede calificar como una especie de “guasones”, pero una
versión muy mala del personaje de las tiras cómicas inicialmente y popularizado
después en la serie de Batman.
Los líderes de la revolución han despojado al
guasón de una de las herramientas que éste utiliza contra sus enemigos como es
el muy famoso “gas de la risa” el cual accionan en forma de palabras, frases,
promesas, disparates, a cada momento, para causar la hilaridad de los venezolanos.
O es que acaso no es una guasonada la
situación que acontece con las aerolíneas extranjeras que agobiadas por una
deuda de más de cuatro mil millones de dólares por parte del estado venezolano,
deciden suspender o minimizar sus operaciones o vuelos desde y hacia Venezuela,
con todas las consecuencias que esta medida tienen para miles y miles de
venezolanos que requieren viajar o regresar del exterior por innumerables
razones, todas válidas.
Quién puede dudar que el super Ministro de
Energía y Petróleo, Presidente de PDVSA y vice Ministro para el Área Económica,
Rafael Ramírez, nos roció con el gas de la risa cuando afirmó que la masiva
suspensión de vuelos desde y hacia Venezuela no obedece a la multimillonaria
deuda con las aerolíneas, sino a la desviación de rutas producto de la Copa del
Mundo de Brasil que se disputó recientemente. También se burla de todos con sus
variados sistemas de cambio del dólar,
para después anunciar un sistema único que nunca llega.
Acaso no hizo el papel del guasón el Presidente
Maduro cuando tuvo la cachaza de
designar el 25 de octubre del año 2013 a
uno de sus cortesanos más íntimos e ilustre desconocido, Rafael Ríos, en el cargo de vice Ministro para la Suprema
Felicidad Social, en momentos cuando los venezolanos sufren de una de las
inflaciones más elevadas del mundo que evaporan las miserias que gana la
mayoría del pueblo, y el desabastecimiento de los principales productos la
dieta básica carga de cabeza a la gente, deambulando de un sitio a otro y
soportando enormes colas en medio del insoportable calor, para tratar de
adquirir algunos de estos bienes.
Y qué decir del hecho de haber nombrado a su
hijo de 23 años, Nicolás Maduro, coordinador de un equipo que se encargaría de
inspeccionar la marcha del gobierno, casi al mismo tiempo que designa a un
sobrino de su primera combatiente, Malpica Flores, como Tesorero general de la
nación.
Anuncia que la revolución será reestructurada
y para ello cuenta con un cubano perteneciente a los cavernícolas que bajaron
de la Sierra Maestra en 1958, Orlando Borrego, quien junto con los hermanos
Castro arruinaron a la antillana isla
con sus políticas comunistas.
Nos echaron el gas de la risa y no hay
antídoto.
Alfredo
Osorio
Alfredoosorio_1@hotmail.com
@AlfredoOsorioU
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