Shimon
Peres, es un raro arquetipo de político, maestro del claro oscuro, de la
maniobra fina, la diplomacia secreta está en su naturaleza, no es ni halcón ni
paloma, es una ave nocturna, que se siente más cómodo sentado frente a un
escritorio a media luz que bajo los rayos inclementes de la gloria. Voz
metálica, rostro abierto bajo la abombada frente, mirada grave, sonrisa
imperceptible.
Abandonando
la cómoda vida que le ofrecía su familia, comerciantes en madera, establecidos
en Vichneva, pueblo judío de la Rusia blanca, que fuera anexado a Polonia en
1918 y que hoy forma parte de Bielorusia, el muy joven Shimon Persky,
desembarca a los once años en Palestina, en el verano de 1934. Tres años más
tarde se suma al movimiento de la juventud obrera. A los 18 años abandona el
colegio privado donde estudiaba en Tel-Aviv para iniciar la aventura de la vida
al aire libre y los riesgos inherentes a los Kibboutz. Adhiere a las filas de
la Haganah clandestina.
A
los veinte años resuelve viajar por medio de la vieja fórmula del autostop,
venezolanamente “pidiendo cola”, así como cualquier estudiante, se coloca en el
borde de la carretera de Haifa, varios vehículos pasan sin detenerse,
repentinamente, corno ocurre en estos casos, un conductor se apiada del pobre y
calcinado peatón, el conductor se llamaba David Ben Gurion, -la cita decidida
por “alguien” en “alguna” parte era con el destino y con la Historia y se había
cumplido-. El camino era largo y el gran líder, prolijo conversador, cuando
llevaban como una hora de viaje le preguntó súbitamente al joven “Tú sabes ¿por
qué Trotski no era un hombre de estado? Y respondiéndose él mismo, porque él no
quería ni la guerra ni la paz. Lo único que cuenta es la decisión”. La decisión
estaba tomada, Shimon será el hombre de “el viejo león”.
Su
primera misión será el contrabando de armas a través del Neguev. Cae preso de
los ingleses y pasa un mes en la cárcel de Beersheba, es allí donde decide
convertir el Persky en Peres. Después de la guerra sale por primera vez como
delegado a un congreso sionista a celebrarse en Basilea, su compañero de viaje
será quien, a lo largo de toda su vida política estará siempre a su lado o en
su contra: Moshe Dayan. Desde entonces se convertirá en el más activo viajero y
eficaz personero de la “Diplomacia secreta”, que es la realmente importante y
no la de las bambalinas y los micrófonos.
Después
una breve pasantía por el Estado Mayor, durante todos los 8 combates de 1948.
Continúa sus labores de gran proveedor de insumos y material bélico, para
obtenerlos en el extranjero tras, miles de aventuras, da por primera vez su
medida en los Estados Unidos, donde monta una pequeña fábrica aeronáutica
clandestina, cerca de Los Ángeles, transformando en Kibboutz la lujosa
residencia de aquella rubia cantante que, al lado del barítono Nelson Eddy,
hiciera suspirar a nuestros abuelos, cuando interpretaba operetas y revistas
musicales que hicieron época, me refiero desde luego a Jeannette MacDonald.
En
1952 regresa a Israel, y Ben Gurion lo catapulta directamente al cargo de
Director General del Ministerio de la Defensa, cuando apenas cuenta 29 años,
simultáneamente nombra a Dayan Jefe del Estado Mayor, demostrando un audaz
sentido de la renovación partidista, que no dejó de crearle a Peres peligrosas
envidias y resistencias entre la vieja guardia y algunos de sus contemporáneos.
Peres
se dedica a diversificar las fuentes de suministros militares, el gobierno de
Eisenhower hace una apertura hacia Nasser, Peres recurre directamente a los
franceses, ya que tenía excelente amistad con el Gral. Köenig, Ministro de
Defensa de Pierre Mendes-France, relaciones que luego mantuvo igualmente con el
Gobierno de Edgar Faure, así encuentra los primeros tanques, cañones y aviones
de combate, pero paralelamente crea en Israel una industria aeronáutica, luego
una industria electrónica, y más tarde una nuclear, en Dimona, camuflada de
industria textil, con la cooperación de los franceses.
Una
trayectoria semejante no se cumple impunemente y Peres encuentra en su camino
peligrosos adversarios, el más importante, una líder sindical, ruda y agresiva:
Golda Meir. Su fidelidad ejemplar a Ben Gurion lo lleva a acompañarlo en la
quimérica empresa de la formación de un nuevo partido, no creo que Peres
creyese en el éxito, pero fue fiel al compromiso que se había sellado aquella
soleada tarde en la carretera de Haifa.
La
guerra de 1967 salva su carrera y lo coloca de nuevo en posición de negociar,
impone a Dayan en el gobierno de Eskhol-Golda, con el apoyo de Begin.
Demostrando que había aprendido del mal paso final de Ben Gurion, Peres vuelve
al redil, asumiendo la sub-secretaria general del partido Laborista. Lo demás
es historia reciente, un pacto, una coalición lo lleva finalmente al poder,
allí se encuentra dirigiendo un pequeño y poderoso país que es una de las
llaves que puede abrir o cerrar las puertas de la humanidad al Armagedón de las
escrituras…
Aproximación
personal
Conocí
al “compañero” Peres en Caracas, me lo presentó Rómulo Betancourt. En Lisboa, a
comienzos de la pasada década, lo reencontré, era Canciller de Israel, desde
entonces y en reiteradas oportunidades, en Tel-Aviv, en Ramallah, lo he visto y
hemos conversado, ni en su naturaleza, ni en la mía, está decir cuál fue el
centro de esos diálogos, fueron fructíferos para la causa de la democracia
venezolana. Mi gratitud personal y política seguirá en deuda con el líder y el
hombre de Estado. Junto con Beguin, Oscar Arias y algunos pocos es una muestra
de que un Premio Nobel de la Paz, no está impedido de ser un gran hombre. Hoy
es el presidente de Israel. Salud en sus 80 gloriosos años…
Concluido
los siete años de su período presidencial, ya tiene 91 años, en la plenitud de
su preclara lucidez intelectual, el Parlamento Israelí, eligió a su sustituto,
el pasado 10 de junio, un hombre de la derecha nacionalista, pero firme defensor
de los valores democráticos, Reuven Rivlin, quien recibe en plenas hostilidades
con el Hamas, de manos de un Premio Nobel de la Paz, la jefatura del Estado,
ese paso previsto por la Constitución se cumplió el jueves 24 de julio,
comentando el reto que le espera, los analistas internacionales han expresado:
“Una cualidad –la amplitud democrática- que sin duda le allanará el camino, en
el cumplimiento de una función en la que debe sustituir a uno de los
presidentes de mayor éxito en la historia política israelí, el veterano
político Simón Peres, que a sus 91 años de edad concluyó hoy su mandato”.
Yo
confieso, sin pudor alguno, que el respeto por el hombre, por el gran hombre
que es Shimón Peres y por su investidura como Jefe del Estado de Israel, me
impuso un púdico silencio sobre la magnitud y claridad que tuvo, en el apoyo a
la causa de la Venezuela democrática, creo que ahora, en su homenaje y para el
conocimiento de mis compatriotas, puedo decir alguna cosa, sin excederme.
Ya
en el encuentro en Lisboa, en el marco de un Consejo de la Internacional
Socialista, en el cual compartió el presídium con Yasser Arafat, François
Mitterrand, Pierre Mourroy, Felipe González,, Mario Soares y otros “cuartos
bates” de la social democracia, me expresó sin ambages su opinión sobre la
situación de Venezuela y su percepción del teniente coronel Chávez, para seguir
siendo discreto, no la repito, baste decir que era acertadísima. El gobierno
“bolivariano” orquestó una costosa campaña internacional para lograr que el MVR
fuese aceptado en la Internacional Socialista, el único partido venezolano
miembro, para ese entonces, era Acción Democrática, yo ocupaba la Secretaría de
Asuntos Internacionales del Comité Ejecutivo Nacional. Siempre ha sido mi
estilo, en las actividades internacionales, la previsión, la preparación de las
coyunturas previsibles, no estaba la situación financiera del partido, ni la
mía personal, en condiciones de hacer una pre-gira antes de la siguiente
reunión de la IS prevista para Tel Aviv y Ramallah, en esa circunstancia me fui
a visitar, a su casa, a la compañera Paulina Gamus Gallegos, para pensar con
ella una estrategia a través de amigos de la comunidad hebrea venezolana que
tuviesen vínculos con Peres –a la sazón Vice-primer ministro- y simultáneamente
orquesté con Guy Spiegelman, miembro –en ese entonces- de la Secretaría
Internacional del Partido Laborista de Israel, una acción de pinzas.
Mi
preocupación personal era que pese a la actitud solidaria y generosa de AD
hacia los partidos hermanos de América Latina, la chequera chavista había
abierto peligrosas brechas en lo que hubiese debido ser un frente compacto,
teníamos –como de costumbre- el firme apoyo del APRA peruano, de Liberación
Nacional de Costa Rica y en buena medida de la Unión Civica Radical de la
Argentina, en México el PRD de Cuahtemoc Cárdenas era abiertamente
pro-chavista, el PRI imponderable e inasible como siempre, los sandinistas de
Nicaragua igualmente chavistas, en Brasil afortunadamente el viejo y respetado
Leonel Brizola se mantenía claro y el Partido de los Trabajadores de Lula y
Dilma, nunca ha sido miembro, pero en mi muy querido Chile, uno de los países
que más solidaria y generosamente habíamos ayudado el Partido Socialista
–teóricamente el más cercano- actuaba como auspiciosa celestina de la
“revolución bonita” , el PPD de Ricardo Lagos y especialmente el Partido
Radical Social-demócrata, liderado por mi querido amigo Anselmo Sule si nos
daban su apoyo, los Liberales colombianos daban sus pasos de pavana y coqueteaban
ya con el chavismo (Serpa, Samper y Gaviria). El panorama, como se puede ver
era preocupante.
Peres,
ofrecía una recepción de bienvenida a los delegados, cuando en medio del gentío
percibí al vice-primer ministro, me le acerqué en forma medida y discreta, para
mi gratísima sorpresa, al verme exclamó: “¡Compañero Coronil! -y llevándome
aparte- no se preocupe, si alguien comete la enormidad de proponer el ingreso
del MVR a la IS, yo personalmente lo veto”, nunca he escuchado unas palabras
con mayor deleite. Así este artículo no obedece solo a la objetiva y
justificada admiración por el gran hombre, es también un testimonio de gratitud
política y personal con el compañero Peres.
¡Salud!
El “viejo león” Ben Gurión, no se equivocó contigo…
RESUMEN
DE UNA VIDA
Shimon
Peres 45Secretario General del movimiento juvenil Hanoar Ha’oved Vehalomed 1943
•
Responsable de personal y compra de armas de la Haganá 1948
•
Vice-Director General del Ministerio de Defensa 1952
•
Director General del Ministerio de Defensa de Israel 1953 – 1959
•
Miembro de la Knéset 1959 – 2007
•
Vice Ministro de Defensa 1959 – 1965
•
Ministro de Absorción e Inmigración 1969
•
Ministro de Transporte y Comunicaciones 1970 – 1974
•
Ministro de Defensa 1974 – 1977; 1995 – 1996
•
Líder del Partido Laborista 1977–1992; 1995–1996; 2003–2005
•
Vice Presidente de La Internacional Socialista 1978
•
Primer Ministro 1984 – 1986; 1995 – 1996
•
Vice Primer Ministro 1986 – 1990; 2004 – 2007
•
Ministro de Relaciones Exteriores 1986 – 1988; 1992 – 1995; 2001 – 2003; 2004 –
2005
•
Ministro de Economía de Israel 1988 – 1990
•
Presidente de la oposición en la Knéset 1990 – 1992;
•
Ministro de Desarrollo Regional 1999 – 2001; 2006 – 2007
•
Presidente de Israel. 2007-2014
Alfredo
Coronil Hartmann
acoronil2@gmail.com
@Alfredo43
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