lunes, 23 de junio de 2014

PEDRO R. GARCÍA, EN VENEZUELA LO QUE ESTÁ EN DISPUTA SON INTERESES GEOESTRATÉGICOS HEMISFÉRICOS, PUNTO DE QUIEBRE

En la hora veinticinco el escritor Constastin Virgil Gheorghiu, (1916-1992), muestra con lucidez apasionada y repleta  de desconsuelo, los nítidos trazos que precisan el definido por el mismo como el derrumbe de la Sociedad Occidental. Obra terrible y desoladora escrita hace bastante más de medio siglo. La hora veinticinco documenta, con escalofriante actualidad, una crisis humana que arrastra un planeta entero, no a la destrucción sino a la aniquilación, a la reducción a sus más patéticos despojos.

Mal se puede hablar de inmolación o sacrificio, de noble lucha o de fragoroso combate: se trata sólo de una sociedad completa consignada al más vil de los destinos, abyecto y carente del mínimo rasgo de heroísmo; sus personajes son solo objetos maldecidos con el don de la conciencia, arrastrada a la desesperación, golpeados con manos desnudas los muros de su prisión, que es el planeta entero. “La hora veinticinco, el momento donde toda tentativa de salvación se hace inútil. Ni siquiera la venida del un Mesías resolvería nada. No es la última hora, sino una hora después. El tiempo preciso de la Sociedad Occidental. Es la hora actual. La hora exacta”. No nos llamemos a engaño con respecto a la vigencia de esta obra literaria; esa sociedad derrumbada no se levantó luego valientemente sobre sus propias cenizas, reedificándose y redimiéndose, camina hoy junto a nosotros como un zombi, en su calidad actual de muerto viviente”.
Antecedentes históricos…
Para la inadvertida clase política venezolana, bueno es recordarle que lo que está en liza en el plano de las disputas de los mercados especialmente de la región son los intereses geoestratégicos de la misma que no puede seguir abordándose con ese discurso voluntarista de cuello corto, ni dejar que sean solo los jóvenes universitarios y sus padres los que pongan la carne en el asador.
Sin intención de estimular ejercicios de torticolis histórica, bueno es recordar que entre 1.976 y el 2.000, solo con la alteración de la victoria del Sandinismo en Nicaragua en 1.979, la derecha tuvo un vertiginoso ascenso, su largo mandato se ejecuto al calor del influjo de la peor oleada de represión que registre la historia de la región, con estelar participación de las oligarquías criollas y partidos especialmente de la derecha en casi todo el continente. Consumándose así en la América Latina uno de los más grandes despojos, ya que los gobiernos militares y los civiles de talante autoritario, desmantelaron todas las barreras arancelarias y los controles de capitales en una sumergida salvaje en el mercado más extremista y nocivo de las políticas económicas imperantes. En ese lapso, 1.976 y 2.000, mas de cinco mil empresas públicas fueron privatizadas y adquiridas a precio de gallina flaca la mayoría por transnacionales extranjeras; asimismo, en cálculos conservadores de diferentes agencias, especialmente los suministrados por el FMI, concluyen que cerca de dos billones de dólares fueron transferidos al exterior por concepto de beneficios de regalías, pagos de intereses, sustracción de fondos públicos, evasión fiscal y lavado de dinero. (Mostrándose así que la corrupción no tiene sesgos ideológicos, esta instalada con especial énfasis en el imaginario Latinoamericano, aquí tiene abultadas sus derivaciones nacionales). Sin embargo esta edad de oro del capital, durante la década de 1.990, fue para nosotros un periodo de retroceso económico, polarización social, exclusión y creciente fragilidad frente a las crisis. Gestándose así el escenario para los conflictos y revueltas populares del nuevo milenio y la conquista del poder de una oleada de gobiernos de inspiración populistas. “En el caso de Venezuela es complejo y tiene raíces históricas profundas. El fenómeno Chávez  fue resultado de décadas de ineficiencia, corrupción y arrogancia de parte de las elites venezolanas. Durante años de años las clases dirigentes de Venezuela vivieron en la burbuja de la complacencia, convencidas que Venezuela era una especie de paraíso terrenal. Se autoconvencieron de que estaban en un país excepcional, inclusivo y democrático. Cito al economista chileno Sebastián Edgards, quien señala, “brindaban con whisky Premium, celebrando que eran diferentes al resto de la región, y felicitándose los unos a los otros por el sistema creado en el pacto de Punto Fijo. Mientras eso pasaba, la economía no crecía, la inflación se disparaba, los salarios se derrumbaban la corrupción engordaba. (Desafortunadamente es lo que le ha dado continuidad el Civismo ahora por la vía de sus dos mas compiscuos representantes, El Presidente Nicolás Maduro y El Capitán del Furial), a través de un neopopulismo, mesiánico,  corrompido en grado superlativo, autocrático con sus variantes de represión creciente, que no ha solucionado los problemas ni económicos, ni políticos ni sociales. “Las crisis de energía, de violencia creciente y económica en general que hoy vive Venezuela indica, con claridad, que su gobierno terminará en una gran frustración. Lo más probable es que el desenlace final tome algún tiempo, pero que sucederá, y habrá un colapso económico no me cabe duda”. (Economista Sebastián Edwards, Populismos o Mercados, El dilema de América Latina, Editorial Norma).
Ubicando algunas pistas…
A pesar de haber asumido en compañía de Bolivia, Ecuador, y Nicaragua, las banderas de lo que han dado en señalar como el nuevo “socialismo del siglo XXI”. en comparación con el siglo XX, el socialismo del siglo XXI, es en general más conservador, opera más estrechamente articulado con las transnacionales, especialmente las vinculadas a todo lo que tiene que ver con energía y minería. (En el caso venezolano léase, entrega de los contratos a las empresas Chevron y Repsol  para la explotación de la Faja Petrolífera del Orinoco. En el acto de firma de los contratos, el jefe de Estado afirmó “estamos escribiendo una página de la nueva historia, en Venezuela se garantiza la seguridad jurídica para las empresas internacionales. Los capitales extranjeros tienen todas las garantías de inversión y de repatriación de sus capitales. Como el entreguista Convenio de venta de petróleo a futuro a China, por 20.000 millones de dólares, ampliado después a 5.000, millones mas y de 10.000 a Rusia), Su antiimperialismo es metafórico. Y en algunos casos se fundamenta en coaliciones interclasistas que  abrazan todo el espectro, vinculando como en  Bolivia y Ecuador a los sectores pobres y de clase media con las poderosas elites agroexportadoras y mineras. Si bien en algunos pasajes el socialismo del siglo XXI, se invoca la referencia de la lucha de clases, lo hacen mediante un uso impreciso de la retórica populista. También la otra cara es la de una nostalgia por un pasado de sumisión política sin obstáculos, (léase saqueo económico), fuerte exclusión y represión a los movimientos populares emergentes, en lugar de un análisis empírico de sus políticas socioeconómicas.
Cara a este incierto escenario, el coloso del norte (EEUU), asediado por la severa crisis financiera, con dos frentes de guerra real, Irak y Afganistán e inmovilizado en Siria y Ucrania donde luce atascado, la disputa de mercados por economías emergentes, que forcejean por consolidarse en especial China, e Irán en Sudamérica, los ha forzado a un reacomodo en gestos y discursos que parecían superados, desempolvan viejos y nuevos manuales, y viejos y nuevos fantasmas, y como descendidos alternativas, alertan sobre el peligro que se extinga la libertad, la igualdad el disfrute de el confort que nos brinda la sociedad de consumo.
Ya en abril del 2.002, Washington justifico el garrotazo militar en Venezuela, similar actitud oscilante asumió en el caso de Honduras, quedando una ves más desnudo el frágil equilibrio que luchan por conservar, entre democracia e intereses geopolíticos hemisféricos, al revelar que sus formuladores de política externa siguen atrapados por viejos duendes, que les permitió cubiertos por los suaves y flexibles guantes de Obama dar un golpe preventivo en ese pobre país centroamericano, con la coartada de frenar una  revolución continental de izquierda encabezada por ese nuevo Avatar rojo venezolano, todos sabemos que esto no es sino la reedición de viejos populismos redentoristas con vistosos camuflajes retóricos, y en el caso nuestro con la adición de una abultada chequera del mana petrolero, hijos de las descaminadas políticas de las anacrónicas elites latinoamericanos que con cerril y mezquina actitud sostuvieron esquemas de desigual distribución de nuestras riquezas en sus muy pocas manos. Necesario es que busquemos causes  que nos encuentren  o le terminaremos dejando  a nuestros hijos y nietos como heredad una confrontación que será inevitable si nos empeñamos en abordar las posibles vías con una  simplificación extrema como de hecho ocurre.
Efecto económico: En los eventos  del pasado año e inicios de este señalaremos algunos, la emboscada tendida a los venezolanos, enterados y no enterados con la  devaluación SICAD II, el vergonzoso plan de regularización de el uso de la energía, el apocalíptico cuadro de pérdidas de cantidades de alimentos importados por negligencia, descompuestos a lo largo y ancho del país, con el infame agregado de corrupcion alrededor que ha producido un colosal enriquecimiento que no puede esconderse, donde nadie asume su responsabilidad, estos eventos han dejado descalza la “Revolución”, y la admisión cómplice de uno de sus Ministros emblemáticos que gracias al trafico con empresas de maletín timaron al organismo suministrador de las divisas y evaporado 25.000 millones de dólares, sin que aparezca a esta fecha un solo señalado, podríamos llenar con disímiles ejemplos un disco duro con mil Megabytes, frente a este dantesco cuadro es obligatorio llamar a la reflexión serena y exponer al país, un plan mínimo que nos vertebre en el corto plazo, que sea verosímil, que fragüe en todos una expectativa  optimista, podríamos hacer  un largo inventario de omisiones gravosas, de lo que ocurre a diario en diferentes protestas que se escenifican con la participación de una masiva multitud de diversos sectores, frente a la mirada atónita de nuestro exiguo liderazgo. La gestora (MUD”, nula exaltación histórica, mucho discurso trastornado, no se le ven trazas de un proyecto político alternativo, (aún repiten sus actos de ingravidez, que los mantiene entrampados, si quieren una reflotación honrosa tendrán en estos próximos meses que poner los testículos en el yunque), para desconsuelo de todos primando el “mediopelismo”, lo de pedir intervención extrajera tiene ribetes tragicómicos, no salen del inmediatismo de piernas cortas, obstruyendo la evolución de las potencialidades de nuestra Republica. La aptitud de un numeroso sector en entre quienes destacan los jóvenes universitarios, y los “Chávez veta ya” ahora trocados en “Maduro renuncia” nos coloca de nuevo frente al falso dilema del agonístico cotejo. “En el espacio de la confrontación el rojo grita, expone, integra, impreca, y llena de ardor los espacios que dejo incendiados la retórica de Presidente Hugo Rafael Chávez Frías. Que en sus arengas, desmenuzo definió y nombro todo,  según las exigencias que el señalo, en las paredes, en las vallas, en los paquetes de comida repartidos en Mercal, (para él los alimentos que se dañaron fue estadísticamente incipiente) las cadenas de propaganda oficial en Internet y los recibos de todos los servicios que ingresan a nuestros hogares.
La (MUD) ha decidido mantener el trazado de sus objetivos, siguen con sus mascaras de la mano como barrera de los partidos acostumbrados en los últimos años a moverse en las tinieblas.
En el cálculo de “Salida ya” la relación de confrontación esta, muy marcada por el absoluto y, sitiada en una dialéctica donde todo está al descubierto, en el que los mensajes están formulados en voz alta para las masas y en el cual es desplegada una iconografía que se duplica en el antagonismo que mantienen ambos bandos en conflicto, unos y otros empuñan el mismo guión, unos señalan al Presidente Nicolás Maduro utilizando la esvástica para marcarlo de fascista, apelan al símbolo militar, muestran reiteradas y con voces estentóreas pruebas audiovisuales que los victimizan. (Por supuesto sin negar las brutalidades del régimen)  frente a las actividades del otro, no hay erótica ni seducción en el acto comunicativo. (Barthes, 1987: Pág. 100) 
Sin embargo el grueso de venezolanos, el hombre de a pie no desertaremos, la Republica tiene reservas, históricas, y morales a las que hay que apelar, hombres y mujeres que tiene tradición de vida, empresarios que soportado agravios se han mantenido firmes y han invertido en el país, avanzado en su relación con los trabajadores en general, académicos, emprendedores, hombres del campo laboriosos, dirigentes de los obreros decentes, jóvenes profesionales graduados en el país y otras en universidades de excelencia, la  vanguardia de jóvenes universitarios, sin dudas la mayoría está dando una sincera acometida ofensiva contra las descaminadas políticas del régimen, en ellos está el equipo y con toda seguridad sabrán señalar el capitán que los guiara a rescatar la Republica del foso en que tenemos más de tres décadas  sepultándola.
En los periodos de grandes crisis institucionales y de lucha por el poder, a los ciudadanos, al pueblo más allá de  la retórica vigente, ineludible es transmitirles un discurso de profundo contenido cultural, ellos claman relatos de mayor alcance, que conecte sus angustias, que le refresque su esperanza, y que les de algunas respuestas a  sus necesidades cotidianas.
Deberiamos poner en el tablero algunos temas, para su discusión: ejemplo no tenemos un pacto societario, lo que arrastramos es una alianza nacional, que es un pacto de las elites, libertad-igualdad-derechos y deberes, cada epoca tiene una teoría
1- Un nuevo esquema de representación.
2- Un modelo de distribución político-territorial del poder.
3- Un ágil diseño funcional.
4- Una nueva relación capital-trabajo y
5- Un modelo distributivo y eficiente de la asignación de la renta petrolera.
Y como piedra miliar, la necesidad de innovar y apostar a una sincera integración sudamericana (y como dijera Pepe Mujica no este mercado fenicio que es el MERCOSUR), y será a partir de una Unidad Superior que nos permita el rescate de sus Instituciones (Léase Estado) y de crear en el país y en la región instituciones educativas que nos saquen del rezago en el que se eterniza América Latina, la calidad de la educación en la zona es deplorable. Nuestras escuelas primarias son malas, las secundarias son lamentables y nuestras universidades, pésimas dejan mucho que desear. Esto es cierto en todos los países sin ninguna excepción. En la última prueba Pisa de la OECD, Venezuela se ubico en el puesto 54 entre 57 países, Brasil en el 52, Argentina en el 51, y Colombia en el puesto 53. El país latinoamericano mejor ubicado fue Chile, en un tristísimo puesto 40.
Lamentablente, en el en el liderazgo nacional en liza no se expresan voluntades políticas requeridas para producir esta necesaria revolución. 
 “El tiempo pasa y el segundero avanza inexorablemente decapitando esperanzas”        

Pedro R. Garcia M.
pgpgarcia5@gmail.com
@pgpgarcia5

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