miércoles, 11 de junio de 2014

JOSÉ RAFAEL AVENDAÑO TIMAURY, LOS TRES TERCIOS

Venezuela se encuentra dividida en tres tercios. Los simpatizantes del régimen constituyen uno. La oposición a su vez está conformada por dos: La MUD y un tercero innominado que no está constituido orgánicamente por ahora.

La argamasa -milicos, gente que se autodenomina de izquierda, boliburguesía emergente afín y sectores populares– que es el PSUV y demás partidos que lo apoyan, están dispuestos a continuar el ejercicio del poder a como dé lugar. Por los momentos no amerita otro tipo de consideración.

La MUD presenta un panorama sin definir con certeza. El día del show mediático del magnicidio tuve la oportunidad de ver en el programa de entrevistas a la 1:00 pm en Globovisión a un torpe diputado perteneciente a AD. Allí dijo, palabras más, palabras menos, que su partido estaba preparado a participar en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015 y que sus esfuerzos estaban encaminados a propinarle al régimen una contundente victoria electoral sin importarle que los poderes públicos sigan constituidos como en la actualidad.

De igual manera el Secretario General del partido que gira en la esfera del gobernador del estado Lara ha venido manifestando cosas similares y ha sido más frontal en su intención de desmarcarse de la posición asumida por Ledezma, López y Machado de asumir la protesta de calle y el cumplimiento del texto constitucional en relación a los poderes públicos.

Primero Justicia y el candidato electoral in pectore con intenciones de revalidar, mantienen una posición similar que se puede resumir en que no importan las condiciones objetivas para la contienda electoral ya que esperan obtener en diciembre de 2015 una mayoría parlamentaria que en el criterio de quienes piensan así, en el peor de los casos, prepararía la victoria electoral presidencial para diciembre de 2019.

No he oído hasta la fecha por parte de otros partidos e individualidades que forman la MUD una posición que permita con claridad establecer su criterio.

El último tercio, entre los que me ubico, no está organizado pero tiene claro el criterio de que con la composición de los poderes públicos a elegir próximamente los cuales estarían conformados de similar manera es imposible que el Gobierno permita y admita un revés electoral en las elecciones parlamentarias del año que viene. En este sector están incluidos los estudiantes que se han convertido en el dinamo generador de la conciencia nacional y que instintivamente tienen la sensatez  de que con reglas de juego similares a las que padecemos es misión imposible que el régimen admita mansamente el desalojo del poder por la vía democrática. Ellos están contestes que además de la liberación de los detenidos políticos es menester una conformación nueva de los poderes públicos para así garantizar las resultas en un torneo electoral verdaderamente democrático. De igual manera, en el sector vecinal, ONG, asociaciones profesionales y sectores de trabajadores comparten un razonamiento similar y mantienen la confianza que lo procedente es la unión, en lo táctico y en lo estratégico, de los dos tercios.

Chile, tan nombrado ahora por algunos, presentaba un cuadro similar en el sentido que la sociedad también estaba dividida en tres tercios. Uno apoyaba a Pinochet a pesar de los desafueros dictatoriales, pero traducía a su favor un innegable crecimiento económico establecido a sangre y fuego que le permitió sacar a los chilenos de la severa crisis económica. El otro lo conformaron partidos políticos de centro a izquierda y la democracia cristiana. Finalmente, el tercero  representado por la llamada derecha o "momias" que habiendo apoyado al dictador al comienzo, ahora le adversaban.

Fue necesario entonces que estos dos tercios, tan disímiles ideológicamente, se pusieran de acuerdo a través del diálogo como parte integrante de la negociación política. Me tocó presenciar discusiones opositoras donde uno de los aspectos a discutir era el llamado concepto de propiedad que figuraría en el nuevo texto constitucional cuando la dictadura fuera desplazada. Todo esto en medio de represión con degollamientos y algunas ventanas abiertas para el juego democrático.

Cuando al final estos dos tercios se pusieron de acuerdo, en táctica y estrategia, emprendieron a su vez la negociación política con el régimen donde se acordaron los medios y las formas para participar en la salida electoral que anhelaban las mayorías chilenas. Con las reglas de juego negociadas aceptaron una Constitución rígida, con poder militar y civil para Pinochet puesto que se le permitió su investidura de Senador y Jefe de los milicos chilenos. Cuando su fórmula electoral fue rechazada y pretendió, al estilo Jalisco, desconocer los resultados, los militares le dijeron ¡no!

Esta es la historia en apretada síntesis de 5.000 caracteres que los venezolanos debemos tener presente en esta hora de decisiones.

José Rafael Avendaño Timaury
cheye@cantv.net
@cheyejr

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2 comentarios:

  1. José Rafael, coincido con tu análisis. También hay otro elemento que, prácticamente, imposibilita derrotar al régimen y es el acceso irrestricto de las divisas de PDVSA para fines de propaganda y compra de votos vía las Misiones. Si bien es cierto que algunas tienen sentido y han sido exitosas, cada vez que se necesitan votos se inventan nuevas misiones y se incorporan a la nómina del Estado, los votos necesarios para triunfar en cada elección. Ya casi no hay más nombres para inventar misiones "la suprema felicidad" , " el amor mayor" etc. Podemos ayudar con nombres creativos " Mision bolas adentro " por ejemplo. Es muy difícil, derrotar a un gobierno cuyo acceso a los recursos del Estado no tiene límites.

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  2. José Rafael, coincido con tu análisis. También hay otro elemento que, prácticamente, imposibilita derrotar al régimen y es el acceso irrestricto de las divisas de PDVSA para fines de propaganda y compra de votos vía las Misiones. Si bien es cierto que algunas tienen sentido y han sido exitosas, cada vez que se necesitan votos se inventan nuevas misiones y se incorporan a la nómina del Estado, los votos necesarios para triunfar en cada elección. Ya casi no hay más nombres para inventar misiones "la suprema felicidad" , " el amor mayor" etc. Podemos ayudar con nombres creativos " Mision bolas adentro " por ejemplo. Es muy difícil, derrotar a un gobierno cuyo acceso a los recursos del Estado no tiene límites.

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