DESEQUILIBRIO MACROECONOMICO.
Definitivamente, en términos generalizados, la economía nuestra tiene problemas estructurales que tenemos que
corregir. El país, políticamente, esta
polarizado. (Estamos metidos en el medio de la confrontación de las dos CC.
Comunismo y Capitalismo) Siendo esta, tal vez, la causa principal de esta
anomalía. Es evidente que, para enumerar algunos factores, tenemos problemas
con: la disponibilidad de divisas, con las reservas operativas, con la
estabilidad de la moneda- devaluaciones encubiertas- (cesta básica en Bs.
17527.50), alta inflación (4.1% en el mes de marzo), escases de alimentos ( 20
rubros escasearon en el 2.013. Llegando en diciembre 46.40%), materias primas e
insumos que rayan en el desabastecimiento, denuncias de acaparamiento, consumos nerviosos y excesivos, controles de
precios, subsidios, contrabando de extracción, producción industrial por debajo
de su capacidad operativa llegando en algunos casos a su total paralización,
colas para conseguir los artículos de primera necesidad, “guerra económica”,
protestas, “guarimbas”. En el caso nuestro: la parte agrícola se ha visto muy
afectada por las intervenciones de fincas- que ha ocasionado la paralización
del aparato productivo primario y, por ende, el incremento de las importaciones masivas de alimentos
comprometiendo la producción agrícola nacional; así como, por extensión, las reservas
agroalimentarias y hasta las reservas estratégicas… Una de las tantas encuestas
notifica que “el problema más grave que tenemos es el desabastecimiento con un
32.5%, con 9 puntos porcentuales por encima de la inseguridad. Así mismo las
proyecciones noticiosas nos dicen que el subsidio agrícola, para este año,
estará por el orden de 25 mil millones de Bolívares y que importaremos 12 mil
millones de Dólares en alimentos. Y una posible caída en la producción nacional
de materias primas para la elaboración de alimentos… La fuga de cerebros y las
migraciones forzadas: son sinónimo de crisis…
En el caso de la agricultura la solución,
por ahora, al parecer, es seguir con la importación masiva de alimentos. Lo
cual continuará perjudicando, en todos los sentidos, la actividad agrícola. Y
de una u otra forma a todos los que nos beneficiamos de ella. En Monagas, no se
tiene mayor información al respecto, solo se ha hablado de financiamientos
graneados, sin tenerse una planificación específica para los diferentes rubros.
La indiferencia, para con el sector, es notoria, que, ojala, fuéramos capaces
de medirla en números reales. En el petróleo y en las importaciones se centra
todo.
Nuestra agricultura nacional:
está en crisis, las importaciones dan fe de ello, ¿Declararemos la emergencia?
(¿?)… Aprovechemos estos espacios de entendimiento que se están abriendo para
decirnos la verdad. (“A la muerte no se sobre vive, solo la verdad permanece”
Ida Gramcko). ¡No a los eufemismos encubridores y no a las falsas ofertas!
Sinceridad y acción es el colofón.
Considero que nuestro problema,
hablando de la economía en general, es más político y administrativo que
económico. (El barril de petróleo se promedia en $ 90) ¿Qué nos dice esto? Qué
de no reactivar el aparato productivo, en nuestro caso agropecuario, corremos
el riesgo de convertirnos en los Midas modernos.
Y la hambruna podría
enseñorearse en el país. Algunos entendidos aseguran que el modelo
“Agroalimentario-productivo-socialista” ha sido un fracaso. Y dan sus razones.
Yo creo que no ha dado los resultados esperados.
Evaluémoslo. Tenemos el
escenario perfecto en la “Mesa Económica de Paz”. Eso sí, no con el ánimo de
retaliación, no. ¡Con el ánimo de remendar el capote!, si fuera el caso. Hiran Gaviria,
(comisionado de la presidencia para la cosa agraria) y Antonio Pestana
(Fedeagro) están demostrando el deseo de entendimiento para buscar soluciones.
Aprovechemos la coyuntura. Es bueno referir que entendidos, no solo del sector
privado, del gobierno: aseguran que en tres años, haciendo lo preciso, tendríamos
la base para corregir la deficiencia de productos agroalimentarios. Es cuestión
de voluntad. Por lo pronto los comisionados de la presidencia se están
reuniendo con los diferentes sectores del país.
Entre ellos los Llanos Occidentales
(están por sembrar 900.0000has de cereales; aunque con deficiencias en el
suministro de insumos y condiciones climáticas erráticas. ¡Éxito!).
En Monagas
estamos esperando la presencia de esta alta comisión ya que en la reunión de
los 11 motores fue poco lo que se trato de agricultura. La Industria y la
Agroindustria, conjuntamente con el petróleo, ocuparon los espacios estelares. No se trató,
¿por el tiempo?, el plan agrícola para el estado, tampoco lo del financiamiento
oportuno y menos lo de la maquinaria
agrícola, insumos, las condiciones climáticas, el seguro agrícola que garantizaría,
al agricultor, la continuidad en el
desarrollo del campo… Estos puntos se discutirán en el transcurso de los
próximos días. Hay que apurarse por que el ciclo de lluvias está por comenzar y
hay que preparar tierras.
CONCLUCIONES:
La verdad, viendo
la pantalla expuesta, es que tenemos graves problemas por resolver. Se están
dando pasos en tal sentido que, para el sector nuestro, por lo cíclico de
nuestra agricultura de cielo abierto (falta de riego y tecnología avanzada),
son lentos. Nuestros líderes tienen que ponerse de acuerdo y no esperar que sea
la propia sociedad que tome esa iniciativa. Hay que lograr, cuando mínimo, un
acuerdo operativo, en lo que a producción se refiere, mientras avanzamos en la
búsqueda de un proyecto país para todos nosotros sin discriminación. Sería
bueno recordar la gesta histórica del pueblo alemán: tumbaron el Muro de Berlín
obligando a los líderes divisionistas a aceptar la integridad alemana. Charles de Gaulle, a fe mía, cuando vino a
Caracas, dijo: “de aquí saldrá la nueva forma que gobierne al mundo”…
Pongámonos de acuerdo: a lo mejor el hombre tiene la razón. Como cosa curiosa hoy,
en esa búsqueda, 400 millones de habitantes tratan de ponerse de acuerdo en el
modelo de desarrollo más conveniente para el mercado común europeo.
En cuanto, a lo particular, creo, sin ser profeta del desastre, que las
importaciones masivas, a corto plazo, continuarán. Pareciera, además, por los
momentos, es una política de Estado: Trueque petróleo/comida. Los convenios de
Petrocaribe lo sugieren así. Con el agravante, a decir de muchos respetables
economistas, de la sequia de divisas para el sector privado que procesan las
materias primas importadas. La “MULTIPOLARIDAD” no debe ser la escusa para no
producir. Es necesario producir, aunque sean, las reservas alimentarias.
Vemos con preocupación, por la
importación masiva de alimentos, el desplazamiento forzado de los agros-técnicos
que prestan sus servicios como asistentes de campo. Así mismo, también, el
agricultor especializado. En ambos casos, y en forma generalizada todo el
sector rural, ha comenzado una migración, hacia las zonas urbanas, en busca de
fuentes de trabajo menos azarosas. Es tan así que se estima en un 15%,
solamente, la población rural existente. Algo así como cuatro Millones de
habitantes. Contra 24 Millones del sector urbano. Para el 2.015, los
especialistas, estiman que tendremos 31 Millones de habitantes. De los cuales,
solo, UN MILLON QUINIENTOS MIL vivirán en el sector rural. Con el agravante de que en su mayoría pasaran
de los 60 años de edad.
En Monagas es notorio este éxodo. En verdad esto es
altamente inquietante. Como también lo es, además de las importaciones y la
poca producción, las situaciones económicas adversas que se nos pudieran
presentar por las exigencias de los mercados internacionales que nos proveen tanto
de alimentos, insumos, materia prima para la agroindustria… Nos están llegando
noticias como: “Venezuela, en el corto plazo, podría reducir, o eliminar, el
respaldo financiero que ofrece, atreves de Petrocaribe, a países que se
benefician de los acuerdos petroleros contraídos”. Y esto podría tener
“diversos grados de exposición al riesgo” La ley es que si, paqueticos
traes, paquetico llevas. Colombia nos
acaba de dar el clarinazo al suspender, por causas, y que, del niño, el suministro de 15.000M3 de gas,
que nos enviaba, (por convenio del 2.002). La tubería, de 224 kilómetros para trasportar
el gas la financio nuestro país. Lo mismo puede ocurrir con el
aprovisionamiento de alimentos (¿?)
Las deudas externas y las asignaciones de
divisas, para honrar los compromisos internacionales, es otra cosa que nos
agobia y que nos pone en riesgo de un desabastecimiento alimenticio.
Las
condiciones climáticas mundiales, negativas, por el recalentamiento global y la
emisión de gases a la atmosfera (ocasionados por el hombre y la utilización del
petróleo como energía), podrían, en el corto plazo, causar graves daños a la producción
mundial de alimentos. Y en consecuencia el encarecimiento de las materias
primas agroalimentarias.
La FAO dice que el alza de precio de los alimentos
para América Latina, en el primer trimestre del año, fue de 2.6 porcentual. Un
bajón, ni Dios lo quiera, en el precio del petróleo podría bajar, también, la
capacidad de compra de alimentos importados para el país. En fin, para no hacer
la cosa más complicada, debo referir que las huelgas agrícolas de los países
que nos suministran alimentos, como Colombia y Argentina, nos aconsejan que no
podemos depender, por siempre, de las importaciones agrícolas foráneas… El caso
de Perú es emblemático: Suspendió por 180 días compra de carne a Brasil por
sospecha de una enfermedad conocida como “las vacas locas” o Encefalopatía
espongiforme bobina. Se plantea, a nivel mundial, la reducción de la emisión de
gases sucios provenientes del petróleo, por la utilización de energías mas
limpias como los bio-combustibles. Esto puede ocasionar, graves problemas económicos,
y, seguro, una disminución de los “commodities”
dedicados para el consumo
agroalimentario humano.
RECOMENDACIONES:
-Sincerar la economía y en
especial lo correspondiente al sector agropecuario. Sacándola del debate partidista- mas no
del debate político- Estamos consiente que de la mentira nunca ha salido nada
bueno. Tenemos que corregir algunas distorsiones existentes en la economía.
Tenemos que bajar el índice de las importaciones. Nunca he creído que las
importaciones masivas sean una política de Estado – (tal vez el negocio de
algunos)-. Importemos lo que realmente tengamos que importar. Y revisemos, de
paso, nuestros hábitos alimenticios.
-Revisar todos los convenios
contraídos con otras economías foráneas.
- Crecer aceleradamente hacia
dentro. Nuestras reservas, tanto alimenticias como estratégicas, debemos
producirlas nosotros. Deberíamos depender menos del petróleo. Y la
agroindustria debe orientarse hacia productos rentables primarios producidos en
el país. Si tenemos que cambiar los hábitos alimenticios, insisto,
cambiémoslos. Es necesario hacer fuertes inversiones, y dar prioridad, al
sector primario: en este caso al productor y la producción. Si es necesario
utilizar el petróleo para buscar presupuestos adecuados y oportunos para la
inversión agrícola: “hagámoslo”.
La presión (Monagas posee 9.71% de los pozos petroleros del país: 1.498
pozos según datos del censo del 2.001), podría incentivar una reinversión
proporcional, fuerte, en relación a lo que aportamos en divisas al país. Creo
conveniente informar, para que analicemos el bajón que hemos tenido en la
inversión del sector, que la Gobernación, en sus memorias y cuentas del año
2.013, solo se invirtieron: 19.85 millones para el mejoramiento de la ganadería
bufalina. Otorgamiento de 353 créditos agrícolas y 647 has. financiadas de yuca… (¿?)
Recordemos que el estado tiene 28.900 Kilómetros cuadrados. Y que casi la mitad, casi un millón de has, son de
vocación agrícola.
Es preocupante, que a estas alturas: mediados de mayo, aun
se desconozca la planificación real para el sector (exigimos registros fiables
y fácil acceso a la información). Con el agravante de que el ciclo de invierno
esta perdido, para los que no han preparado tierras. Y, como si fuera poco, la amenaza del “Niño” para el ciclo de
norte-verano. Esto nos recomienda: Un liderazgo fuerte, que no tenemos; la tecnificación, el riego y la explotación de cultivos en
espacios controlados. Si es que queremos aumentar y correr menos riesgos en lo
sembrado.
-Revisar el modelo de desarrollo
que se está implementando. Si es necesario crear uno que se adapte a nuestros
requerimientos: ¡hagámoslo! Eso sí, con
la participación de todos los sectores, desde el primario productor hasta el
consumidor; pasando por el intermediario
comercializador y el agroindustrial…
Toda la cadena debe ser tomada en cuenta… El agro-técnico, la asistencia técnica
y las instituciones formadores de profesionales, juegan papel importante en
este conjunto… No podemos dejar por fuera a las sociedades civiles organizadas
(Gremios, ONGs y otras asociaciones afines como nuestra asociación: AGROPAM y
Concejos Comunales) El sector privado y el público deben marchar de común
acuerdo, minimizar el centralismo y las trabas burocráticas innecesarias, (aunque si mucha fiscalización,
seguimiento y control). Es necesario revisar todas las leyes agrarias. Y si
fuera necesario hasta la propia Constitución. Recordemos que el país es uno
solo, todos somos venezolanos y la
Democracia es el medio para la toma de decisiones.
-Sembrar, no solo el petróleo, a
la familia agropecuaria: es el norte. Y para ello es necesario considerar la
propiedad individual- además de la colectiva- de la tierra como sinónimo de
continuidad en la explotación y en el negocio agrícola: la transferencia negociable (venta, arrendamiento
y la herencia… son sinónimos de retorno
y anclaje social, al medio rural. La precariedad de la tenencia no permite la
inversión a largo plazo. El cooperativismo debe estar dirigido a la obtención de
beneficios como: servicios, participación en la agroindustria,
infra-estructuras, maquinarias y equipos… que para un ser individual resultaría
oneroso. Dejando en claro, eso sí, que, en este caso, se gravaría, solo, a la
sociedad mas no al predio agrícola objeto de la continuidad de la explotación. Sabemos
que el Estado, como ente administrador del territorio nacional, es el que
planifica y regula lo que hay que sembrar de acuerdo a las necesidades
exigentes; pero en la producción es necesario el agricultor. Démosle, entonces,
seguridad. El ejemplo más claro de que algo está fallando en el campo es el éxodo
masivo. Y la política del Estado Administrador Terrateniente, no ha dado
resultados satisfactorios. ¿Cómo retornamos o repoblamos al medio rural?: Con
una planificación efectiva que garantice seguridad (física, económica, jurídica…)
No es concebible que no tengamos sueros antiofídicos para controlar las
mordeduras de serpientes venenosas. Tenemos que hacer, de la explotación
agrícola, en todos los sentidos: atractiva. Los agro-técnicos, y los mismos
agricultores especializados, aun los de avanzada edad, deben considerarse como reservas que hay que
proteger hasta tanto no se regularice la actividad productora agraria y se
formen las generaciones de relevo.
Se estima que, comenzando ahora y con una fuerte inversión sostenida, la
recuperación del medio rural seria en tres
años mínimo, en consecuencia seguiríamos importando nuestras deficiencias agro-alimentarias
y continuará el ocio de los agro-técnicos y los agricultores especializados…
Sería bueno, para evitar el ocio de estos contingentes, que se emplearan,
mientras tanto, en las fuentes de
trabajo provenientes de las importaciones de alimentos. La FANB, entre muchos
otros, podría asimilarlos en el renglón a lo que alimentos y asistencia técnica
se refiere. Que el INTI los dotara de
tierra y que, financieramente, fueran bien atendidos.
-Crear el Concejo Nacional de
Producción. A la par del “Concejo Nacional de Importación”, solicitado por
FEDEAGRO. Sabemos que: comprar, importar, transportar, almacenar, procesar,
empaquetar, vender… es más fácil y menos riesgoso que producir. Y menos si
están amparados por un seguro total. El
intermediario, llámese comerciante o industrial, gana, en pocos días, lo que a
un productor le cuesta ganar en un año o más; sin un seguro que le ampare el
lucro cesante. Y que le garantice la continuidad en la explotación como medio
de sustento en caso de pérdida. Esto hay que analizarlo y considerarlo. Hasta
por el consumidor final debe pronunciarse en esta materia.
-Divisas e inflación: Si no
producimos…tenemos que importar. Siempre que tengamos las maneras para hacerlo.
Es necesario revisar las importaciones. En el caso de trigo se están
importando, según datos estadísticos: 1.5 millones de toneladas/año. Algo
parecido con la avena, la cebada, leche en polvo, aceites, bebidas alcohólicas
y muchos otros que rondan alrededor de los 250 productos agropecuarios. He allí,
una parte de las fugas de divisas. La yuca dulce, otras raíces y tubérculos…,
en consumo directo, cambiando los hábitos alimenticios, bajarían
considerablemente las fugas señaladas. Es de hacer notar, dentro del renglón de
importación, que el estado Monagas, según anuncios de prensa, desarrollaremos,
planes para el corto plazo, 4.500.000 de animales en el Plan Avícola Socialista.
Y que se explotaran en 225 galpones a construirse para los efectos. La pregunta
es ¿los materiales e insumos para esta explotación serán nacionales o
importados? En la actualidad se están reportando escases en el mercado
nacional. Como verán producir no es un reclamo: es una necesidad imperativa.
-Unidad básica de producción y
orientación de la explotación: En nuestro medio no existe una medida expresa
para la finca ideal. Las hay que van desde el conuco tradicional (minifundio)
hasta el latifundio que algunos casos excede las 5.000 has. En Latinoamérica las
hay, como en Nicaragua, para citar alguna, de subsistencia donde se explota,
por su precariedad, 2 cabras lecheras y un conuco rustico que servirá de
sustento para una familia de 5 personas. (¿?) Yo en lo particular considero, en
las circunstancias actuales, que una parcela ideal debe tener 250 has.
Dependiendo de las condiciones de suelo y las condiciones técnicas aplicables.
De estas 250 has se dedicarían 200 para una explotación básica: ganado bovino,
caprino…, 40 has para cereales y otros cultivos que, en su planificación estratégica,
tenga a bien el estado a exigir. Y 10 has para una granja integral altamente
tecnificada con riego e invernaderos,
que contemple la explotación de: aves, hortalizas, verduras, tubérculos,
árboles frutales y maderables… y hasta abejas y peces de ser posible. Sin
embargo, bajo las circunstancias actuales y por lo anterior expuesto, debemos mantener,
con una planificación expresa, todas las explotaciones existentes y en producción; mejorándolas a
medida que trascurra el tiempo. Es decir mantener lo que se tiene hasta lograr
ponernos de acuerdo para el logro de la eficiencia. La parcela ideal debe ser ¿económicamente
rentable? que permita, en todo caso, al
trabajador del campo, sentir que merece
la pena su permanencia en el predio objeto de su trabajo. En Venezuela es
posible esta propuesta por cuanto tenemos tierras de vocación agrícolas
suficientes y ociosas como para el desarrollo propuesto. Una gran orientación
seria la explotación básica de Chivas lecheras. La cual nos proporcionaría en
el corto plazo: leche, queso, carne, cueros abonos, pelos… La inversión es mínima
en relación a otras explotaciones. Y por su misma condición de rusticidad se
enferman poco, requieren poco alimento concentrado, las infraestructuras son
pocas, casi todos los materiales y equipos son de origen nacional, su
reproduccion es rápida, ganancias rápidas, su explotación es poco exigente, a
lo que a suelos y agua se refiere. Esta podría ser la explotación básica dentro
de la granja integral. Su explotación podría ser extensiva e intensiva, a la
vez, lo que determinaría el tamaño de la parcela ideal.
-Estas reflexiones podrían ser un material para su discusión. Podría ser
un punto de partida para la elaboración de uno más explicito y tecnificado; si
es que se quiere llegar al detalle especializado.
-A los Agro-técnicos, a los
gremios, a los socios de los entes jurídicos agrupados para estos fines les
recomiendo que antes de solicitar financiamiento
crediticio debemos, prioritariamente, solicitar integrarnos a: LAS MESAS
AGRICOLAS, LOS CONCEJOS DE PLANIFICACION. INSCRIBIRSE EN TODAS FEDERACIONES
AGROPECUARIAS, SOLICITAR TIERRAS AL INTI. A LOS AGRO-TECNICOS, ASOCIADOS,
SOLICITAR TRABAJO POR ANTE TODOS LOS ORGANISMOS QUE TENGAN QUE VER CON LAS
IMPORTACIONES AGRICOLAS. HAY QUE BUSCAR EL AUDITORIM DONDE EXPONER NUESTRAS
INQUIETUDES Y EXPERIENCIAS LABORALES Y TECNICAS: ES, POR DEMAS, CONVENIENTE
PONERNOS EN COMUNICACIÓN URGENTE CON: LA GOBERNACION, LAS ALCALDIAS Y CON HIRAN
GAVIRIA: EL COMISIONADO DE LA PRESIDENCIA PARA LA COSA AGRARIA…
Antonio Marcano
lamarca591@gmail.com
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