domingo, 18 de mayo de 2014

LUIS MANUEL AGUANA, MOVIMIENTO ESTUDIANTIL EN LA ENCRUCIJADA

Luego de la brutal arremetida a los únicos venezolanos que se han manifestado frontal y pacíficamente en contra de las prácticas comunistas del Plan de la Patria del régimen, el Movimiento Estudiantil ha decidido cambiar su estrategia de protesta cívica. Los estudiantes han manifestado públicamente su intención de ir a una Segunda Etapa de la protesta.

(ver http://www.entornointeligente.com/articulo/2407736/VENEZUELA-Estudiantes-anuncian-segunda-etapa-de-protestas).


En primer lugar los estudiantes no solo han desnudado al régimen en su carácter dictatorial, autoritario y castro-comunista, sino que también han desnudado a la franquicia que actualmente se dice oposición en Venezuela. En efecto, la MUD al utilizar la sangre que han puesto los muchachos en las calles, se ha logrado sentar a “dialogar” con el régimen, que lo pedía desesperadamente, logrando obtener un oxigeno que no tenía desde diciembre de 2013 cuando se les agoto la gasolina electorera.

Una estrategia que incluya la lucha por una verdadera oposición en Venezuela es vital para que cualquier esfuerzo que hagan todos los sectores por sus reivindicaciones sea tomado en cuenta. No sirve de nada si los estudiantes, los trabajadores, los profesores universitarios, los médicos o cualquiera que proteste, indiquen que el régimen esta conculcando nuestra forma de vida republicana y salga luego la MUD a apaciguar los ánimos indicando que este es un mal gobierno del que saldremos con elecciones el 2019. Entonces se hace perentorio redefinir quien es y quien no es oposición en Venezuela.

La generación de una nueva oposición que incorpore fundamentalmente sangre nueva, la de los estudiantes, factores importantes de la Sociedad Civil, partidos y personalidades consustanciados con la verdadera caracterización al régimen como dictadura, insuflaría de nuevo la esperanza del pueblo opositor a salir del régimen de una manera constitucional, sosteniendo esa bandera en la calle consistentemente.

Una nueva fase de esta lucha de los estudiantes debería establecer una propuesta civil inobjetable que no es más que contarnos para un nuevo Pacto Constitucional-una Constituyente-, pero con un árbitro imparcial. Y cualquier propuesta civil pasa por un sistema electoral limpio y transparente. Y una bandera fundamental de una nueva fase en la protesta es obligar al régimen a contarse en Elecciones Autenticas.

Esa propuesta civil debe estar enmarcada en una Lucha NO Violenta que establezca claramente que esta protesta tiene su fondo en el rechazo de un modelo político e ideológico que no queremos la mayoría de los venezolanos y que eso debe dirimirse pacíficamente. Ya en el 2007 el pueblo venezolano rechazó en las urnas esa imposición ideológica que se trató de hacer con la Reforma Constitucional y el Movimiento Estudiantil de entonces tuvo muchísimo protagonismo en eso.

La protesta debe ser encausada para rechazar de una vez por todas lo que el régimen trata de imponernos y que se manifiesta en todos los órdenes de la vida nacional: educación, cultura, economía, Fuerzas Armadas, institucionalidad de los Poderes Públicos, etc.. De esta forma la población no solo tendrá claro el “para que” de la lucha de los jóvenes por su futuro, sino también convocarla activamente a participar en la salida pacífica del régimen de una manera prevista en la Constitución.

Algunos podrían considerar que encausar la protesta de calle a los fines de conseguir objetivos como Elecciones Autenticas es una pérdida de tiempo porque se piensa que la salida no es electoral. Y eso es verdad si se mantiene este CNE. Es por eso que es muy importante dar esa lucha civil para el cambio del Poder Electoral. Pero no una cosa facial como el cambio de unos Rectores por otros, sino la transformación estructural de ese organismo que implique la completa auditoría del Registro Electoral y el cambio de su Ley y Reglamento, redefiniendo el papel de la automatización y sus escrutinios, que regrese a todos los venezolanos la confianza de poder dirimir nuestras diferencias con votos y no con balas.

Algunos amigos me insisten que eso no será posible con un sistema castro-comunista en las riendas del poder porque los comunistas no salen con votos y si salen es con una bayoneta en la cabeza. Pero esa es la verdadera lucha civil por la recuperación de la democracia, la restitución del Poder Electoral. Si no lo aceptan seguirá la lucha en las calles porque ese es el verdadero fondo del problema, y la finalización de este estado de cosas solo será cuestión de tiempo como lo indicó Erica Chenoweth en su extraordinaria conferencia de TED (Nonviolent civil resistance http://youtu.be/y4xcimkAFNc).

Se puede seguir protestando y provocar la suficiente desestabilización para que el sistema cambie de estado. Pero lo que nunca sabremos es a que estado nuevo arribará. Podría ser a uno mejor pero también a uno peor. La Divina Providencia provocó el cambio de estado del sistema con la muerte de Chávez, pero lo que nadie previó fue que el sistema evolucionó a un nuevo estado peor que el anterior.

Sin embargo si la lucha civil No Violenta tiene objetivos claros que se puedan definir más allá del quiebre de las columnas que sostienen al régimen, Gene Sharp dixit, entonces se podría prever el siguiente estado al que puede arribar este sistema inestable.

Los estudiantes, en esta nueva etapa de la protesta cívica, podrían hallarse en una encrucijada: o propician el quiebre del sostenimiento del régimen, lo cual estoy convencido que pueden lograr si como ellos lo han hecho, persisten en debilitar su base de sustentación, con el consiguiente surgimiento de un nuevo estado del sistema cuya naturaleza no se podría prever con exactitud; o introducen cambios en la estrategia que los lleve a exigir una Constituyente como salida prevista en la Constitución-con el consiguiente cambio previo de la institución electoral-, que ponga al régimen en la disyuntiva de aceptar condiciones obligados por la protesta cívica o salir por la puerta de atrás, en cuyo caso cualquiera que sea el estado posterior del sistema, requerirá de una ANC para lograr su estabilidad. En ambos casos la protesta No Violenta en la calle es la herramienta fundamental.

Cualquiera de los dos caminos que se elija pasará por un periodo de inestabilidad política en el que el régimen luchará y será violento en contra de la población manifestante, utilizando ilegalmente todos los recursos que el Estado tiene. Es obvio que esta gente piensa que son eternos y que su subsistencia está asegurada por los militares y el secuestro institucional. La historia es testigo de ese error. Sin embargo, independientemente del camino que se tome y los elementos que se sostengan para ir por uno u otro camino, la suerte está echada: o es dictadura o es democracia. Yo creo que ya esa respuesta la dieron los estudiantes y que esa parte de la lucha el régimen la perdió en el corazón de los venezolanos.

Luis Manuel Aguana
luismanuel.aguana@gmail.com
@laguana

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