JORGE IVAN RODRIGUEZ MANZANO, PODER PARA SERVIR

El ciudadano  común se enfrenta diariamente con un sin  fin  de responsabilidades y tareas que tiene que asumir. Todas esas tareas están ligadas al ejercicio pleno de vida. La forma como las  enfrente, los recursos que utilice, la asistencia y colaboración que reciba, la celeridad y calidad de las acciones van a determinar los resultados y  mejor calidad de  vida.

Ningún  ciudadano es un  ser aislado, es parte de una sociedad, de una comunidad y de un conjunto de instituciones que tienen la responsabilidad funcional de atender, coadyuvar y asistir con compromiso y  equidad todas sus demandas. Son sus deberes y derechos como  ciudadano, lo que determina sus relaciones cotidianas con los otros ciudadanos y con las instituciones.

Es el ciudadano quien  con sus impuestos paga los servidores públicos, es  con su voto que se eligen los  gobernantes, es  con el principio de soberanía que se instala el poder para ejecutar los mandatos programáticos previamente apoyados por  los ciudadanos.

La legitimidad del poder, de los  gobernantes y de los funcionarios públicos es sometida a prueba diariamente por la calidad y efectividad de las acciones. La legitimidad de  origen no es lo que determina el tiempo en el poder ni  les da a los gobernantes patente de corso  para  hacer lo que les venga en gana. Por el contrario lo sano es que en el ejercicio del poder se legitime diariamente por las buenas acciones y por la utilidad que le preste a los gobernados. De lo anterior se desprende que el pueblo o los ciudadanos organizados deben  gozar de recursos constitucionales y legales para enfrentar la perdida de legitimidad en el ejercicio de un gobierno y de todos los funcionarios públicos. Cuya única razón de ser, es servir desde el poder y las instituciones a los ciudadanos. Nunca  puede un servidor público pensar  que los ciudadanos son sus súbditos, o sus empleados. Somos los ciudadanos los jefes de los servidores públicos a quienes comisionamos y les pagamos para que nos sirvan desde el poder.

Voy a mencionar solo tres  amargas experiencias que me tocó vivir como ciudadano común la semana pasada en el ejercicio de mis responsabilidades como ser humano:  la primera de ellas fue que  después de un largo viaje desde la Ciudad de Medellin , llegué a la ciudad de San Cristóbal a la  7 de la mañana, ya en  el terminal de  la ciudad  pregunte a qué  hora  salía el primer bus  para Maracay, Valencia o Caracas,  mi mayor sorpresa fue que el primer bus  comienza a cargar a las seis de la tarde, no hay  forma  ni manera de viajar en bus de San Cristóbal - Valencia, Maracay o Caracas en el transcurso del día, tampoco en carros por  puesto, solo un viaje privado que  cuesta un ojo de la cara. Quería llegar ese mismo día a Maracay. Me informaron que lo único que podía hacer era  abordar una camioneta hasta  Barinas o Acarigua y  seguir hasta Valencia, me decidí por Barinas, seis horas de camino, en una camioneta destartalada, con una música estridente que viola todas las normas sónicas, saliendo  ya de San  Cristóbal , nos detienen en una “ALCABALA “ , sube una  mujer  joven, pelo largo, con una gorra azul del SAIME y una  franela azul del SAIME, más  atrás un guardia nacional, la joven mal encarada, con actitud desafiante e intimidatoria nos dice sonando  con sus manos “ damas  y caballeros documentos de identificación en mano, no acepto lloriqueo  y el que no lo tenga  aquí se queda” acto seguido  sacó una linterna, y paso por todos los  puestos revisando uno por  uno los documentos, el guardia se quedó en actitud vigilante en la puerta, al  finalizar, la funcionaria se bajó en la misma  actitud, sin siquiera desear  buen viaje. Como a las  5 horas llegamos al terminal de Barinas, que pena de terminal terrestre, si es que a ese gallinero se le puede llamar terminal, que vergüenza, que desidia y en la tierra del “gigante” después de 15 años en el  poder, ese terminal da pena ajena. Imagínense el contraste después de venir de un terminal terrestre como el de la  Ciudad de Medellín, con escaleras  mecánicas, con baños públicos decentes, todo un centro comercial, con  seguridad, atención de primera, con autobuses que salen a la  hora, con  un sistema de metro que llega al mismo terminal, con líneas de alimentación. Que más evidente que el  fracaso de esta revolución.

La segunda experiencia me sucedió una semana después, mi esposa regresaba de Medellin, le  conté, lo sucedido, decidimos que no viajara por  vía terrestre, sino que se viniera en  un  vuelo  nacional  desde Santo Domingo, Edo Táchira. Compramos un pasaje por la línea Laser, Santo Domingo – Maiquetía, la primera sorpresa es que en la taquilla mi esposa se encuentra con un escándalo, una funcionaria  de Laser manoteando y  gritando  a una señora, mayor, diciéndole que no puede hacer nada, que no  hay puesto ni pasaje. El vuelo que le correspondía a mi esposa salía a las 3 pm llego a la una, el vuelo  salió a las 6 de la tarde, Cuando  abordaron el Avión le tocó, la  señora del problema  le dice que ella nunca viaja  sola, que si se podían  sentar juntas , ya que el  avión  venía casi  vacío, mi  esposa accede, en medio de la conversación la señora comenta que un funcionario gordito, que estaba ahí le dijo que para  poderle vender el pasaje tenía que pagarle a él  500 bolívares adicionales, lo que  ella  acepto por la premura de  viajar. Lo cierto es que tres  horas de retardo, mala  atención, mal servicio, corrupción y para completar un  avión con los  asientos partidos, que en el  aterrizaje y en el  despegue no  se mantienen en posición vertical. A mi esposa le tocó comparar el Aeropuerto Camilo  Daza de Cucuta con el de Santo Domingo, la  atención de Avianca con la atención en Laser. Qué triste comparación.

Como tercera frustración nos tocó cambiar el estado  civil de la  cedula de mi esposa, fuimos este lunes a las  oficinas del SAIME de el Limón, a las seis de la mañana, una larga cola , abren a las  8, se distribuyen las colas  de acuerdo al  trámite, nos correspondió primero la taquilla doce para presentar los documentos, un funcionario que no llegaba,  con todo el postín del  mundo,20 sillas para 80 personas, más de seis  horas las personas paradas, desde la seis hasta las doce que entregamos los recaudos y nos pasaron a la parte de datos,  huellas  y fotografía. Durante  todo ese tiempo fuimos testigos excepcionales de la mala atención , de la flojera, la falta de educación, funcionarios con franelas  rojas, que se creen investidos de una autoridad para atropellar  y vejar al  público, gritos, amenazas, no te ven a los ojos,  miran por encima del  hombro, actitud corporal desafiante y  hasta burlas, que desgracia de servidores públicos.

De las  8 máquinas de fotografía  y de los  8 puestos de atención, para las diferentes colas, como la de  pasaporte, cedulas de niños por primera, vez, cedulas normales y correcciones trabajan máximo cinco, supuestamente  no hay personal. Ya como  era   la  hora del almuerzo, dos  funcionarios se van a comer, quedan  trabajando solamente dos, que se dan  toda su calma, salimos a las  3 de la tarde   ya con recibo para retirar la  cedula supuestamente electrónica, nos dicen que no está lista  el mismo día,  que hay que volver en  5 días, jaja,  que desgracia,  no  y que es electrónica? , Que es  rápido?.  Me recordé la primera vez que saqué  la cedula  hace 43 años, en la ciudad de Caracas,  con máquinas de escribir manuales y  la cola era tanta , que mi mama  le  pidió el favor a un  vecino, dirigente adeco, que   fungía  de vigilante y nos  hizo el favor. Esta experiencia  me  reafirma que el chavismo y su revolución son  la continuación de los malos  vicios y defectos de lo que  Chávez llamó la cuarta  república. Tenemos un atraso institucional y de deterioro sostenido de 35 años. Tiene que surgir  una  nueva  fuerza que  no esté  comprometida con la corrupción y el deterioro del pasado ni del presente del país.

Es urgente repensar al país, diseñar un nuevo modelo de  gestión pública, eficiente, transparente, incluyente, humano, basado en el  servicio, en la  ética, en la eficiencia y en la responsabilidad social, nunca es tarde, es  ahora  o nunca, no  nos dejemos engañar por los responsables del pasado ni por los responsables del presente.

Jorge Ivan Rodriguez Manzano

jorgeeticarodriguez@hotmail.com

@jorgeetica

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