“Dos conceptos antagónicos expresan en el hoy
la política venezolana, “Enemigos” “Hostis”, pugnacidad, en la Roma clásica es
aquel con quien nos enfrenta una oposición existencial. El objetivo es la
destrucción mutua, unas de carácter físico otras de carácter moral.
La distinción cuenta con antecedentes
ilustres (Spinoza entre otros) y alcanza la madurez doctrinal en Carl Schmitt,
que funciona como un valor entendido en la moderna teoría del conflicto social.
Por razones de principio, la Democracia impide la degradación del adversario a
la condición de enemigo. Cuando esto sucede, la estabilidad inherente a la
forma legítima de gobierno corre un grave riesgo. Pretextos seudomorales
“Ellos” mienten, manipulan, justifican la exclusión, cambian las reglas del
juego: el “Todo vale” desplaza las limpias reglas del mismo. En Democracia, se
puede, incluso se debe sentir simpatía hacia el adversario, el odio al
contendor es el caldo de cultivo del totalitarismo.
Como bien sabia John Locke, la idea de
“Trust” es consustancial al gobierno, basado en el consentimiento, persuadir,
buscar la complicidad moral, crear una relación de confianza: he aquí el núcleo
de la estrategia política en la Democracia de masas. ¿Cómo actúa el alto mando de este gobierno?
Es la expresión más indiscutible de “La Impostura” y ella conduce siempre al
vacío, decía Metternich, un gran impostor. La gente perdona la ineficiencia, el
incumplimiento de promesas electorales, el despropósito inclusive, siempre y
cuando no perciba que hay mala intención”.
Una acotación necesaria…
El múltiple equipo que conforman y encabezan
los jóvenes estudiantes de Venezuela que procuran esencialmente un radical
cambio, nacido al calor del interés de organizar las fuerzas diversas que
pugnan por buscar una salida frente al intento de asfixia especialmente en
nuestras universidades cuya intención es córtales su vuelo critico, donde por
cierto se han formando los técnicos especialmente de los sectores populares los
más sufrientes y por los que hay que dar la cara, desde una alternativa
democrática, y cuyo marco (es la Constitución Bolivariana de Venezuela).
Por primera vez desde 1958 estudiantes de las
universidades públicas y privadas articulan sus acciones con propósitos comunes
y crean una estructura organizativa básica para vertebrar sus consignas y
acciones, (JPEP).
Y en una pasmosa semejanza al tratamiento
dado frente a este tipo de reclamos en épocas de la denominada cuarta
Republica, los desventurados voceros del gobierno denuncian que todo esto forma
parte de un plan conspirativo y fuerzan su represión identificándolos con
quienes si tienen interés faccionar en una “rápida salida”.
En el pasado en una política de chantaje, las
protestas estudiantiles eran calificadas como promovidas y cebadas por grupos
insurgentes armados de carácter urbano que pretendian socavar la estabilidad
del “orden democrático”.
Se hace obligado poner en evidencia el
estrepitoso fracaso de este gobierno, con el agravante que quienes detentan la
pretensión de liderazgo alternativo adolecen de infranqueables fragilidades, la
(MUD), actúa con una incapacidad para el esfuerzo cotidiano, que el vacío
existencial implica y que el aburrimiento delata, la mayoría en el país hemos
cerrado filas con los estudiantes padres, profesores, vecinos y amigos, especialmente
a partir de un hecho que aun de su inaceptable flagrancia ha podido ser un
punto de inflexión para girar la mirada y repasar las dificultades que trémulan
al país que vive una dramática e insostenible crisis política, social y
económica, que se sitúa mas allá de 1998, pero que ha escalado gracias al
despropósito de un régimen corrupto, despótico e ineficiente, que se ha mofado
impunemente de quienes depositaron en el sus esperanzas y sueños de redención.
El conflicto desencadenado por el gobierno y confrontados
resueltamente por ellos ha resultado, ser el reflejo fiel de esa descomunal
estafa con la que han engañado a todo nuestro pueblo, particularmente los
principios que se muestran en la Constitución, de libertad, justicia, igualdad
y solidaridad, que nos es otra cosa que la autonomía política de los individuos
reconocida por la isonomίa (igualdad ente las leyes e igualdad para participar
en su promulgación y en la revocatoria de las mismas) los cuales han sido
escarnecidos con alevosía por el régimen en todos sus niveles y especialmente
por la gestión culpable en el trato de los sucesos en las calles derivados de los últimos eventos.
El país se encuentra en una situación donde
el caos y el abandono marcan su senda. Tenemos el ignominioso honor, de ser uno
de los estados más inseguros del mundo, sumidos en una violencia que aterra, su
criminalización en ascenso le quita la
vida cada hora a un venezolano, la mayoría jóvenes, los servicios públicos son
casi inexistentes, el colapso de la vialidad y el anarquizado medio de
transporte, hace que el traslado sea una versión contemporánea de un castigo
bíblico, el Metro de Caracas: golpes, tumulto sin forma, largas esperas, calor
sofocante, furia desatada, desolación. La red de hospitales y los tan
presumidos módulos de barrio adentro, (los cuales siempre hemos saludados con
alegría) no garantizan la atención médica básica. El aseo urbano tiene tarifas
excesivas, (parte de la nueva alcabala castellana), mientras contemplamos a
diario el apocalíptico cuadro de malolientes desperdicios esparcidos en aceras
y calles, de nuestras principales ciudades afectando las condiciones
ambiéntales y alimentando toda suerte de virus que infecta a la población y
sobre todo a los niños los más vulnerables. En cuanto al Sistema Educativo (que
no es tal), resaltan el abandono y la desidia y el trato con el personal
docente, es una política de persecución, sometimiento y terror que lleva
continuamente a su maltrato y despido por razones de militancia política. El
abordaje al pronunciado déficit de viviendas muy por debajo de las necesidades
concretas, las construidas con todo tipo de fallas estructurales, solo han servido
para una engañosa propaganda electoral, y el desabastecimiento que sobrecoge a
todas las capas de la población, con el correlato de alto costo que licuó la
capacidad de compras de quien tiene un ingreso y hace casi lo imposible la
sobrevivencia de los que no tienen empleo formal podríamos llenar varios
megabyte con la retahíla de dificultades que padecemos los venezolanos.
No es un tremendismo afirmar que, la gestión
del sucesor del Presidente Hugo Rafael Chávez Frías, como su causahabiente ha
sido un estruendoso naufragio. El país luce indefenso por la ausencia de
políticas públicas que enfrenten los diversos problemas que estrangulan a sus
habitantes, por eso es urgente y necesario la articulación de una alternativa
política y programática que de señales que permitan la bisagra para encausar
esta situación de crisis que atravesamos.
En esta hora menguada, es inexcusable que,
hombres y mujeres, militantes de movimientos sociales, de fuerzas políticas,
dirigentes de gremios, amas de casa, codo con codo con los jóvenes estudiantes,
como vanguardia se empinen, en el compromiso de reforzar la más amplia unidad y
apostar por vertebrar las disímiles luchas que han librado en los días recientes en esta lastimada República
Bolivariana de Venezuela.
Ante la absoluta confirmación que este
régimen esta reprobado para seguir atendiendo la responsabilidad para la que
fueron electos, y que solo han profundizado las necesidades y peor calidad de
vida para sus habitantes, y desarrollado una política arbitraria, ineficaz y
arrogante, enmascarada con la fabula del
socialismo del siglo XXI. Hacemos un dramático llamado, incluidos a quienes
militan en el PSUV, obligación partidista que respetamos y respetaremos,
(dentro del marco del pacto social, que es la Constitución), con afecto los
invitamos a que retomemos el camino, el itinerario de la ruta soñada, y que nos
acompañen admitiendo nuestras diferencias, pero dispuestos a articular acciones
que nos permitan las transformaciones y cambios que rescaten el protagonismo popular
y abramos vías a la recuperación de la Republica, para sus hijos, para nuestro
hijos, para los hijos de todos, por eso seguiremos en una actitud firme
decidida, buscando el punto arquimedico, no estamos obsedidos, debemos
encontrarnos en nuestras radicales diferencias porque así el país lo reclama,
pero no nos llevaran como ganado en madrina quienes acostumbrados a actuar en
las sombras ya no encarnan esencialmente el esfuerzo de los jóvenes
estudiantes.
La Doxa republicana de la Patria siempre se
ha encontrado en la autentica universitas, (no en el engendro clientelar de las
izquierdas del 60-70, también ellas militarizadas, cambiando según Marx, las
armas de la critica por la critica de las armas, además con ebriedad de
violencia y aventurerismo, se impone de nuevo la necesidad de esculpir, en la
universidad una intelligetsia diferente a aquella que se prostituyo; desde los
60, aquella amalgama indigesta que se llamo izquierda universitaria (con su
correlato de sectarismos y exclusiones) con militarismos de vanguardia y
retaguardia. Nunca, el pretorianismo ha hecho suya la autentica y mejor causa
de la casa que vence la sombras, para expresarlo con las poéticas palabras del
himno de la Universidad Central.
Pareciera que una especie de envilecimiento colectivo
ha llevado a la perdida del sentido ciudadano y a la fragmentación; cuya lógica
imperante conduce al sin sentido de buscar con aptitud irresponsable, el
caudillismo, (léase necesitamos un líder), o al espectro del comandante
militar, o el látigo del capataz para imponer la regresión de la comunidad al
rebaño perdido.
Hemos heredamos el desafió el cual las
generaciones del 70- 80- 90, que no
quisieron, no supieron o no pudieron responder con grandeza.
La existencia de una alternativa pasa por
acordarse en un proyecto en el que se sientan representados los venezolanos, la
mayoría de nosotros, los sectores populares, los estudiantes, las amas de casa,
los trabajadores, los empresarios, los intelectuales; una propuesta abierta,
clara, que rechace y denuncie a quienes busquen atajos y pliegues, estén donde
estén, un proyecto en el que el compromiso no deje espacio para el chantaje, de
los que se asumen intachables mientras mercan y defienden intereses de sectores
económicos insaciables y acusan a otros de negociar con el adversario, que
salga con el rostro limpio al encuentro de todos, sin falsificaciones ni
ambigüedades, que crean firmemente en sus postulados, que los defiendan a cal y
canto, que estén convencidos que tienen la razón.
Glosando al Profesor Antonio Pascuali: “Creo que disponemos hoy de buenos motivos para ser razonablemente optimistas. ¿El principal?: que vemos brotar alrededor nuestro lo que me gusta llamar una “democracia de manantial”, sin jefes taumatúrgicos ni comandantes carismáticos; una democracia difusa, genuina, joven de edad estudiantil, brotando espontáneamente desde incontables rincones del país. Un día alcanzara masa crítica para llevarse por delante la dictadura venecubana instalada en Miraflores.
“Hace
calor comienza a amanecer y esta noche algunos jóvenes han caído”
Pedro
R. Garcia M.
pgpgarcia5@gmail.com
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