viernes, 25 de abril de 2014

NELSON CASTELLANO-HERNÁNDEZ, CUBANOS

Los cubanos sufren injustamente la amalgama que se produce, entre el régimen que gobierna la isla y los simples ciudadanos.

Desde que el “eterno difunto” entregó la soberanía del País a Fidel y a Raúl, numerosos funcionarios originarios de Cuba invaden las dependencias de la administración pública venezolana. Inclusive dentro de las esferas más sensibles para la seguridad nacional, tales como las notarías, los servicios de identificación y extranjería, y lo que es inaudito, dentro de las Fuerzas Armadas Nacionales.

Una penetración autorizada y facilitada desde las alturas del poder, lo que implica traición a la Patria. ¡Jamás visto en nuestro País!

Si encima de eso les “pagamos” por habernos intervenido y les regalamos miles de barriles diarios de petróleo, con los que se enriquecen los hermanos Castro, no es de extrañarse el creciente sentimiento de rechazo que se produce dentro de la población venezolana.

Como puede justificar un gobierno la presencia de entrenadores “deportivos y médicos” extranjeros, que le cuestan una fortuna al país, mientras que miles de profesionales venezolanos se encuentra sin trabajo. Peor aún conforman la guardia pretoriana presidencial, toman decisiones y controlan a los venezolanos.
Nadie se cree el cuento de que son entrenadores o cooperantes, el pueblo sabe que dentro del numeroso contingente de cubanos enviados por su gobierno, la gran mayoría cumple funciones de inteligencia.
Es evidentemente que sería injusto transferir el sentimiento de rechazo hacia toda una comunidad, tanto de los que viven dentro como fuera de Cuba. Ellos mismos son víctimas directas, desde hace más de 50 años, del régimen opresor Castrista, revitalizado hoy en día con los recursos que le sustrae a Venezuela.
Una parte de los cubanos enviados a Venezuela, ciertamente realizan una labor profesional de cooperación, Esos en realidad son esclavos modernos del régimen comunista, que los utiliza para encubrir sus otras operaciones y para ganar divisas a cambio de la explotación humana.
Algunos de ellos viven hacinados, la mayoría cobra una miseria, la mayor parte del salario la percibe es el gobierno castrista. Cuba recibe por cada cooperante más de 8.000 euros al mes y el trabajador solo recibe 200. Además se encuentran sometidos a una estrecha vigilancia.
La Habana recibe más de 100.000 barriles diarios de petróleo en condiciones preferenciales, que vende en el mercado mundial y se queda con los beneficios. Se ha convertido en la sede de una gran cantidad de empresas, expertas en sobreprecio de compras estatales, que fungen como intermediarios para realizar importaciones a Venezuela, de productos que ellos no producen pero que les dejan una tajada de beneficios en el negocio.
El mecanismo establecido ha servido para actos de corrupción, que han enriquecido a funcionarios del régimen bolivariano y del cubano por igual. Se dice que parte de los beneficios ingresaban a cuentas que heredarían los descendientes del desaparecido comandante.
El desangre de nuestros recursos dura desde hace 15 años, se ha realizado ante la mirada indiferente de los gobernantes venezolanos. Mientras tanto, nuestro pueblo sufre escases de productos básicos, descubre toneladas de productos alimenticios que se pudren en los puertos, y constata cada día como faltan medicinas y repuestos.
Observamos como las divisas necesarias a la importación, se quedan en las manos de los “bol burgueses”, en empresas de maletín y en las cuentas de los representantes del régimen comunista de la Habana.
Tanto menosprecio por un pueblo con necesidades, tanto despilfarro y corrupción, tanta escases, tanta destrucción de la producción nacional, ha colmado la paciencia de una nación que se ha visto obligada a salir a la calle.
En materia de seguridad las cifras son alarmantes. El general retirado Antonio Rivero, antiguo colaborador de Chávez, denunció la presencia de más de 100.000 cubanos, miles de ellos miembros del G2 cubano.
En las bases militares venezolanas hay más de 500 militares activos cubanos, que cumplen funciones de asesoría en áreas estratégicas: inteligencia, armamento, comunicaciones e ingeniería militar.
A estos se unen más de 30.000 cederristas cubanos, reconocido en el 2007 por Juan José Rabilero, el entonces jefe de los Comités de Defensa de la Revolución Cubana. Una penetración de esta naturaleza, describe el grado de traición a la Republica, que han cometido los responsables del régimen.
Los funcionarios extranjeros han tomado el control estratégico del país, manejan el sistema de identificación, controlan las cédulas de identidad y los pasaportes. Supervisan los registros mercantiles y las notarías públicas.
Situación que les permite conocer quien es propietario de que y que transacciones se realizan. De esta manera obtienen la información necesaria para futuras manipulaciones, venganzas, extorsiones o chantajes.
También están presentes en los puertos, aeropuertos y en los controles de inmigración. Tienen tanto poder que en algunas dependencias impiden el acceso a los venezolanos.
Cubanos son también los que controlan los sistemas de informática en los ministerios, en los servicios policiales, en PDVSA y dentro del Palacio de Miraflores.
Los camaradas de la Habana se encuentran también detrás de la formación de los colectivos, ellos son especialistas en utilizar la población civil en lo que ellos llaman sistemas de defensa, que en le practica se traduce por milicianos armados miembros del partido y espías en cada barrio que vigilan y denuncian a otros compatriotas.
En Venezuela conservamos fresco en la memoria, la grabación de Mario Silva, presentador del canal del Estado, la cual causó estupor cuando fue difundida en el 2013.
En ella el presentador confirmaba la presencia de los antillanos en los cuarteles y se le escuchaba decir: “Ayer tuvimos una reunión de inteligencia con dos camaradas cubanos, dos oficiales cubanos, en Fuerte Tiuna”, aseguraba en su conversación con el agente cubano Aramís Palacios.
A pesar de todo lo descrito, el pueblo cubano no merece que sentimientos negativos nazcan en el corazón venezolano. Muchos de esos hermanos latinoamericanos, nos acompañan activamente en nuestra lucha contra el déspota. Una lucha hermanada con la que ellos emprendieron hace tanto tiempo.
Sin embargo no olvidemos quienes son los verdaderos responsables, de que mientras Venezuela se encuentra sumida en una grave crisis financiera, la economía cubana crece a costa de la nuestra.
Este gobierno tendrá que responder el porque nos endeudamos con créditos a una tasa del 12% anual y le damos créditos a los Castro a una tasa del 1% anual.
El venezolano más neófito en economía se da cuenta que esos 8.700 millones de euros al año que les enviamos, arreglarían muchos de nuestros problemas.
Lo que este gobierno hace con su pueblo… Es un crimen por el que tendrán que pagar.
Nelson Castellano-Hernandez
nelsoncastellano@hotmail.com

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