La palabra que mejor describe la situación venezolana
es: "incertidumbre". Las visiones diversas que tienen los analistas,
especialistas, periodistas, políticos y taxistas (parece que toda buena conversación
comienza con un comentario sobre lo que te dijo un taxista) son una
demostración de eso.
En el medio de la confusión, aumentan las presiones
para responder las preguntas que nos acoquinan: ¿Hacia dónde vamos? ¿Está cerca
el final del conflicto? ¿Puede haber un cambio en breve? ¿Se podrá seguir
viviendo aquí?
Y a uno le provoca responder, con la mayor sinceridad:
"Y que voy a saber yo. ¿Acaso me has visto cara de astrólogo?".
Pero no. Lamentablemente esa salida no es aceptable en
mi profesión. En el caso de los clientes, no están esperando realmente que
sepas cómo se desenvolverán los acontecimientos. Simplemente buscan una opinión
lógica y experimentada que les ayude a tomar decisiones racionales y si al
final explota el "Black Swan", ese evento impredecible que cambia la
historia, siempre tendrán a quien echarle la culpa del error de proyección.
En el caso de la calle, el tema es más complejo. Está
el señor que te aborda en el aeropuerto, con cara de angustia por lo que está
pasando y, luego de hacer una apología a tu trabajo y tu
"acertadísimo" criterio, espera de ti una respuesta. Y si ésta no es
alineada con lo que él piensa, te mira extrañado, se despide fríamente y va con
su mujer al asiento mientras le dice: "yo siempre he sabido que ese bicho
es un farsante, vendido". O la señora en el pasillo del supermercado, que
agarra al adolescente que lleva arreado para que le cargue el carrito y te lo
muestra diciéndote: "¿y qué va a ser de estos muchachos. Les están
siquitrillando su futuro, que luce más negro que Kunta Kinte" (ajá, si
tienes menos de 40 años y nunca viste Raíces, estás poniendo la misma cara que
el carajito mirando a la mamá con ceño de: ¿qué se fumó esta loca"?
Pero la peor es la periodista que te pregunta en vivo
desde Miami más o menos cuántas horas le quedan a Maduro y si puedes comentarle
cuál es el diseñador favorito de la lideresa sustituta o de la primera dama
esperada para ir mandando un paparazzi a Madison con 56 en espera de una
exclusiva.
Pues bien, ya que insisten, independiente del elevado
riesgo de error, aquí les respondo, sin anestesia, ni garantía.
1) ¿Hacia dónde vamos? A un país más primitivo, en el
que la concentración de poder se agudiza, los derechos políticos merman y los
canales de comunicación de la disidencia se pulverizan. El modelo económico, en
contraposición, se flexibiliza y se producen algunas negociaciones entre el
sector público y el privado, con el que el gobierno abre válvulas de escape
para sacar presión de la olla sin negociar con los adversarios políticos y esto
le ayudará a surfear la ola mientras sostenga altos ingresos petroleros.
2)
¿Esta cerca el final del conflicto? La convulsión social vino para quedarse y
mutará, pero podría faltar mucho tiempo, organización, recursos y liderazgo
para convertirse en un riesgo real al gobierno.
3) ¿Puede haber un cambio en
breve? Ese siempre es un escenario abierto y cuando el país esta encendido y la
pólvora regada, cualquier chispita puede hacer explotar al más pintado, pero
que la posibilidad exista no significa que sea el escenario de mayor
probabilidad (aquí se alborotan los lineal pensantes) y, aún ocurriendo, nada
garantiza que el cambio sea el deseado por quienes lo buscan y no se convierta
más bien en un boomerang. ¿Se podrá seguir viviendo aquí? Aquí si se fueron de
palo, pues eso sólo tiene respuestas personales y sobre esto prefiero no perder
una excelente oportunidad de quedarme callado.
Luis Vivente Leon
luisvleon@gmail.com
@luisvicenteleon
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.