viernes, 11 de abril de 2014

DEMETRIO BOERSNER, ¿QUIÉNES SON LOS FASCISTAS?

El régimen autoritario venezolano se empeña en calificar de “fascista” a la oposición democrática, cuando en realidad él mismo, por su conducta, sus orígenes ideológicos y su composición social, merecería ese calificativo.

El fascismo surgió en Europa como expresión brutal de una contrarrevolución oligárquica dirigida a reprimir los ascendentes movimientos obreros y socialistas junto con la democracia liberal, y a implantar el principio de la desigualdad absoluta y la dominación “natural” de los rudos sobre los mansos. Para sus fines, la oligarquía buscó el apoyo de sectores populares reaccionarios: pequeños burgueses rabiosos, nostálgicos del pasado, y elementos del “lumpen-proletariado”. A cambio de garantizar las bases económicas de la oligarquía, los caudillos fascistas plebeyos ejercieron el mando político absoluto y participaron en el disfrute del botín material. De este modo, los fascismos presentan un doble cariz: oligárquico en su esencia pero populista en su forma. A veces el componente popular incluso se mostraba rebelde y “revolucionario” frente a la cúpula oligárquica y han ocurrido algunos auténticos enfrentamientos intrafascistas.

En América Latina existen dos modelos históricas de fascismo o parafascismo: el uno, representado por dictaduras militares tradicionales (tipo Trujillo y Pinochet) y el otro, también militar pero disfrazado de “revolucionario”, capaz de entusiasmar a masas populares mediante programas de asistencia clientelar (tipo Perón). Sus diferencias son más aparentes que reales: también los peronismos están al servicio de oligarquías viejas o nuevas. En el siglo XX, ambos tipos de fascismo latinoamericano integraban la “Internacional de las Espadas”, y se apoyaban mutuamente contra las democracias.

El régimen chavista –hoy protestado por una alianza mayoritaria de clases medias y populares, dirigida por hombres y mujeres de convicción socialdemócrata, socialcristiana o liberal (ningún fascista entre ellos)– se diferencia del peronismo por su empeño en ser “socialista” y en identificarse con el otro totalitarismo, de origen y filosofía distintos pero de conducta similar: el estalinismo-castrismo. Sin embargo, la inspiración original de los conspiradores encabezados por Hugo Chávez fue de corte fascista: militarismo autoritario, concepto de la tríada líder-ejército-pueblo, influencia de los “carapintadas” y del neonazismo de Ceresole. El apego al comunismo cubano vino después, e influye sin duda, pero la realidad es la de un régimen al servicio objetivo de los intereses de una plutocracia civil y militar, corrupta y enriquecida a expensas del pueblo. Esa realidad objetiva, aunada a prácticas de represión brutal y letal comparable a la de camisas pardas y negras, indica con claridad en qué bando se ubican los fascistas en Venezuela.

Demetrio Boersner
demboers@gmail.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

3 comentarios:

  1. Mejor información veraz no puede haber, dada a conocer por un Maestro de las Relaciones
    Internacionales.

    ResponderEliminar
  2. Mejor información puramente intelectual y verz, no puede haber sobre la dicha por el Maestro de la Relaciones Internacionales. Dr. Demetrio.

    ResponderEliminar
  3. Mejor información veraz y puramente intelectual, no puede haber sobre la del Maestro de las Relaciones Internacionales, Dr. DEMETRIO BOERSNER

    ResponderEliminar

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.