sábado, 12 de abril de 2014

DANIEL CHALBAUD LANGE, CON RETARDO…. PERO LE LLEGÓ LA HORA A LA MUJER VENEZOLANA

De la entrevista que le hiciera la excelente periodista Macky Arenas al Dr. Germán Carrera Damas resalta, a través de su referencia a la labor que por todos los venezolanos viene desarrollando María Corina Machado, el concurso histórico de la mujer venezolana, recalcando que ”no puede haber sociedad democrática con segregación de la mujer” 

Más claro no canta un gallo, a la MUJER VENEZOLANA le llegó la hora de conducir los destinos de nuestra gran PATRIA, nuestro gran HOGAR que es VENEZUELA, desde la más humilde MUJER y MADRE,  a quien el Cardenal José Humberto Quintero incluyó como una de las pertenencias más valiosas del ALMA de la PATRIA, expresando que: "Al alma de la patria pertenece la madre que le da ciudadanos y pone en sus labios las primeras palabras y en sus corazones las primeras semillas de virtud y les enseña a balbucear los nombres de Venezuela y de Bolívar, a amar la Bandera y a preludiar las vibrantes notas marciales del "Gloria al Bravo Pueblo"

La mujer venezolana, en democracia, se ha venido quitando los grillos que, la sociedad por herencia aborigen e imposición de los conquistadores, le impusieron para convertirlas en máquina reproductora muchas veces obligada por la exigencia sexual del amo.
Hace menos de 60 años todavía la mujer venezolana se dirigía verbalmente a su esposo por el apellido y de paso, perdía el suyo y pasaba a ser identificada como la Señora de “Fulano de Tal” y, si su esposo era un militar, en ese mundo no sólo perdía su propio apellido sino que en sus relaciones era sólo conocida como la esposa del Capitán, del Mayor, del Comandante o del General, lo cual dentro del ambiente le daba cierto nivel de autoridad según la jerarquía de su esposo

También, para esa época, con sus muy individuales excepciones,  era casi imposible para una mujer venezolana el compartir y competir en profesiones que, hoy no nos explicamos, estaban casi en su totalidad reservadas para los hombres. La mujer venezolana, en su mayoría, estaba reservada, en primer lugar y paralelamente a su natural “profesión de madre”, para los servicios propios de su hogar o como “cachifa” en otros hogares o comercios; también eran para su reserva los oficios de secretarias, enfermeras y monjas. Casi imposible encontrar a comienzos de los años cincuenta a mujeres venezolanas ocupando un cargo de ingeniero, contador público, administrador comercial o laboratorista en una gran empresa, pública o privada.

Con la masificación de la enseñanza a partir de la conquista de la democracia en Venezuela, comenzó una fuerte corriente de ingreso de mujeres a las carreras universitarias de ingeniería en todas sus ramas,   medicina, psicología, arquitectura, bioanálisis, comunicación social, contaduría, administración, odontología, agronomía y, veinte años después, años de los ochenta, su invasión a todo lo relacionado con computación. Nos recordaba el Dr. Carrera Damas que “una de las medidas más extraordinarias que se tomaron en este país fue reconocer los derechos políticos a la mujer. Eso significó duplicar –y más que duplicar- la demanda social pues la mujer se incorporó a la vida civil”. Aprovechamos el espacio para agradecer lo mucho que le correspondió a esa otra gran mujer venezolana, Mercedes Pulido Briceño 

La mujer venezolana demostró “que sí podía y lo pudo”    

Hoy, debemos reconocer el gran valor de esos millones de “diamantes sin pulir, que teníamos marginados y su altísima capacidad para ocupar las más altas posiciones en casi todas las profesiones u oficios que requiere el país. Entre esas actividades no podemos dejar por fuera a la participación activa de la mujer venezolana en la política como aporte al desarrollo. No podemos dudar de la amplia capacidad de la honesta mujer venezolana para formar parte y sanear  organismos como la Asamblea Nacional, Tribunales, Notarías, Consejo Nacional Electoral, Contraloría, Fiscalía, Alcaldías, Gobernaciones,  Ministerios, Dirección en Empresas del Estado y, hasta la más importante, por su nivel y exigencia, la Presidencia de la República.

Estoy convencido de que, por méritos propios, le llegó la hora, a la mujer venezolana, de ocupar la Presidencia de la República para la gerencia de la difícil tarea de lograr el ansiado regreso a la vida democrática y darnos la protección de Madre a todos los venezolanos.

Desde ya, nos corresponde al resto de los venezolanos, seguir luchando para despejarle parte de las piedras que encontrará en su camino.  Si lo puede y lo podrá.
                                                                    

Daniel Chalbaud Lange
vonlange1939@gmail.com
@danielchalbaudl

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.