La tarjeta electrónica de
Abastecimiento Seguro no es otra cosa que la libreta cubana de racionamiento,
es instrumento del comunismo para controlar el consumo, no para asegurarlo.
Técnicos cubanos han estado trabajando en esta herramienta de sumisión al
Estado, lo que le permitió a Maduro anunciar que la próxima semana “se iniciará
el registro biométrico”. Por este nuevo paso hacia el comunismo opresor de
libertades y derechos fundamentales, a Maduro le sale “tarjeta roja”, debe
quedar fuera del juego, juego que hoy es por la vida y la libertad.
La libreta de abastecimiento cubana
implementada por Fidel Castro hace ya más de 50 años, a partir del 12 de julio
de 1963, tiene el mismo sustento argumental que la aberración anunciada por
Maduro este 16 de marzo. En efecto, hace 51 años Castro informó el objetivo de
la libreta: “enfrentar la escasez de alimentos para proteger a nuestro pueblo
de la especulación y el acaparamiento”. Medio siglo más tarde continúa vigente,
el pueblo cubano sigue sin encontrar qué comer y hace colas, colas y más colas
para acceder a los contados alimentos que se otorgan a “todos”, si bien la
totalidad de los cubanos no entra en ese “todos”, porque a quienes se atreven a
manifestar inconformidad con el régimen, les aprietan el cinturón a través de
la libreta. Raúl Castro en 2011 prometió
“eliminar la tarjeta lo antes posible”, admitiendo sus errores, pero quiere
imponérnosla a los venezolanos.
La
tarjeta de abastecimiento anunciada por Maduro se aplicará inicialmente a las
compras que los ciudadanos hagamos en las tiendas de Mercal y en otros abastos
del Estado. Que nadie dude que el control abarcará luego los expendios privados
de alimentos. Comienzan controlando solo
alimentos subsidiados, para después alcanzar todo tipo de productos, incluso la
gasolina como en Cuba. Desde lo más profundo de nuestro ser venezolano y como
patriotas demócratas, escribimos aquí lo que en la calle gritamos a todo
pulmón: “Y no, y no, y no me da la gana, una dictadura como la cubana”.
El nombre de la tarjeta encierra una
mentira “Abastecimiento Seguro”. El abastecimiento seguro está en la
producción, no en el control del consumo. Producir en grandes cantidades nos
abastece. Nadie compra lo que no necesita, a no ser que haya escasez, caso en
el cual adquiere -cuando lo consigue- algo más para su propia seguridad. Pero
mentira fresca va más lejos, manifiesta que la tarjeta es “un instrumento para
combatir la especulación”, un “componente para fortalecer a la familia”. Pura
basura, pura paja, dice lo mismo que Fidel hace 51 años, ahora cuando los comunistas
cubanos están por dejar la libreta.
Maduro
olvida que la alimentación es un derecho humano fundamental, que va de la mano
de los derechos a la vida y a la salud. Ofrece a los “tarjetahabientes” de la
Misión Alimentación “concursar mensualmente en rifas de apartamentos,
vehículos, bonos especiales y planes turísticos”. Ya basta de demagogia y de
engaño, ese caramelito pretende facilitar la inyección del veneno del control
de los ciudadanos, los que al inscribirnos daremos todos nuestros datos personales
y familiares, para que el Estado nos someta y controle a plenitud. Hoy más que
nunca a la calle contra la injerencia cubana. Por esta tarjeta de control e
indignidad, tarjeta roja pa´Maduro. Fuera.
Paciano Padrón
@padronpaciano
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.