--Mamá, por allá viene el viejo Fico, que
dice que él es mi padrino.
--Métase pal cuarto
--Buenos días, mi querida comadre. Antes que
me conteste y me dé un pocillo e’café recién colao, dígame, por donde janda mi
querida aijá y cómo está la guarandinga por aquí.
--Oiga, Sr. Fico, pa´empezá, café no hay
desde jace dos semanas, María del Pilar por fin va hoy a la escuela, si no jay
reunión de maestras y lo que usted mienta guarandinga, asegún las radios,
porque aquí no llega la señar de la televisión, está mejor que nunca, hasta
tenemos patria dice er locutor a
ca’momento y empieza a discursiá, y
siempre la misma cosa.
--Comadre, lo que pasa es que justé no sale.
Vaya pal pueblo, en la plaza pusieron un televisor más grande que un corchón de
esos que mientan Kin, o sea, como tres corchones pegaos, pero más gruesos. Por
ahí se ve to’ lo que está pasando en
Caracas y en toas las ciudades de Venezuela, hasta en una que llaman San
Cristóbar, que dicen que queda pegaíta de Colombia. Eso es bien lejos, hacia
allá, muy detrás del cerro aquer, pero más lejos entoavía. Aunque me dijeron
que no lo dijera, se lo voy a decí a justé, mi comadrita, hay unos cuantos
alborotados que como que quieren quitar er gobierno en la Capitar y vorverse a
poner ellos otra vez. Esa vaina no va.
--Sr. Fico, y por qué quieren quitar ar
presidente si está nuevecito, si casi no
se ha estrenao.
-- Gueno, por que dicen y que no hay jarina
pan de la guena, aceite, azúca, el paper que usan los ricos pa limpiase er
rabo, que si un par de botas de goma y que cuestan un ojo e’ la cara, la carne
y que está carísima y no la consiguen, puer pollo se han armao unas
zafarranchos en los mercados que hasta heríos javido, los muchachitos esos que dicen
que son estudiantes se la pasan colocando un corotero en las esquinas y al
finar de la calles pa’trancá er tráfico y tienen a muchas ciudades como en una
trampajaula.
-- Don Fico, si eso es por allá, imagínese
como está la cosa por aquí, adonde justé viene cada mes, únicamente a firmarle
la boleta a varias necesitás que tiene aquí en El Peladero. Menos mal que yo
tengo quien me firme la mía todas las semanas y siempre saco 20 puntos, pol que
yo si se jacé mi tarea y si me la manda a repetí, con gusto la guelgo a jacé.
Por aquí ya janduvieron barios de la comuna pa proponeme a quemar cauchos
usados, gamelote con bosta é vaca, y colocá a la entrada y salida der pueblo,
unas rastras viejas, bolsa con botellas vacías, pepas de mangos y aguacates, y
entre todos empujá lo que quedó de la ambulancia que regaló el señor arcarde y
que se quemó hace tres años y entoavía no la jan quitado der frente de lo que
era la Medicatura, y colocala pa’impedí el paso pa’la Arcardía. Ya estamos
cansados de tantas promesas y mentiras, tres meses sin agua, a la luz la ponen
y cortan hasta cinco veces ar día, las calles son un solo jueco desde aquí
hasta más allá de la salida; no hay cluacas. Le digo una cosa, Sr. Fico, yo no
seré rica, pero en los años que tengo nunca jabía tenío que usar paper
periódico para limpiame lo que juste muy respetuosamente llama los países
bajos. Y lo pior, aunque a mí me importaría un pito esa jodía, dicen que er
presidente y que no es de aquí, y que nació en Colombia, caramba eso si lo veo
mar, porque es iguar a que un peruano, ecuatoriano, árabe o colombiano de los
muchos que jan llegado ar Peladero, lo pusieran de Jefe Civir. Ahí si es verdá que la gata se subió en la
batea. No se polque no averiguan primero antes de poné a un hombre a goberná.
Le voy a decí otra cosa, yo no viajaré tanto como justé, pero le puedo asegurá
que por ahí andan muchas mujeres que pueden goberná mejor que ustedes los
hombres. Véngase a goberná una semana en esta casa pa’ ve si lo aguanta. Yo ya
llevo cincuenta años en esto, sin descanso, sin reemplazo y sin un viejo muleto
a quien arrecostame. Gracias a Dios y a María Santísima que me dieron juerza pa
aguantá y pa’criá los cinco hijos que parí en mi propia casa y que hoy, dos
varones y una jembra, están bien estudiaos y están trabajando en Calabozo,
Maracay y Valencia; er menor se metió a militar y ya es teniente. Aquí me
queda, María del Pilar, la bordona, quien si Dios quiere ya va pa bachillerato.
-- La guervo a felicitá, mi querida
comadrita, justé es una tronco e’mujer. Si no juera porque tengo compromisos
irrenunciables que no puedo renunciar, yo le proponería que se viniera a viví
conmigo pal Rastro, allá donde tengo mis querencias. Sin embargo, le voy a
proponé argo que le va a quitá un gran peso dencima,… deme a mi aijá, que yo me
la llevo pa’la ciudá, la pongo a estudiá en un buen colegio privao y dentro de
poco le devorveré a su hija convertida en dotora, ¿qué le parece la proposición
que le propongo?
-- ¡Ay, Sr. Fico! Si yo no lo conociera. Ya
me estrañó su visita y a jesta hora. Justé anda buscando lo que no se le ja
perdío. Con mi niñita, por favor, no se meta, pa empezá ella no é su aijá, el
agua de su bautizo se la puso el compadre Rosalino, quien en paz descanse. Ése
si le traía, no venía a buscá. Muy bonito en su boca de justé todo lo que me
propució, que si esto, que si aquello y que ar finar, que no se sabe cuándo, me
la devorverá jecha una dotora. Ya la veo, apiándose de la buseta con cinco
diplomas, dos agarrados de sus justanes, otro agarrao de una mano y er otro
pegao de la teta y, a lo pior, una más que viene embarrigao. Váyase con su camisón pa’otro lao y por favor
déjeme la totuma ahí donde la encontró porque me da la pensadera de que justé
colecciona totumas y totonas.
--Comadrita de mi arma, justé ha sido dura
con este santo varón. Le juro que yo estoy cambiao, mire siempre llevo
emborsillá la Santa Biblia pa’lee en el bus. Le juro que yo no tengo malas
intenciones con la aijá de mi recordado Rosalino, lo que pasa es que ella es
una niña muy durce y bien hablá, y le cae bien a toel mundo, en especial a mí.
No tenga cuidado y jorvídese de lo que le dije, fueron sólo puras buenas
intenciones. Lo que yo más que vine fue a ponerla en conocimiento de lo que
está sucediendo por allá. La cosa está fea, esos a quienes mientan escuálidos
están arzándose y quieren cogerse el coroto. Como yo ahora trabajo pal’gobierno
como Inspector Fiscar Regional, y hasta carné tengo con foto y todo, me tengo
que enterá y adelantame a lo que van a jacé esos muérganos, pa’dales un palo
cochinero antes que se salgan del corral. Y mire que les jemos dado duro, como
que son parecidos igualitos a los bachacos, que cuando va a llové salen por
montones. Andan regaos por toa Venezuela y nosotros, los que mandamos, palo con
ellos. Fíjese que me pasaron una película, de esas que salen en lo que llaman
blaberri, le voy a enseñá el mío pa’que lo conozca, en la que una mujer que es
gualdia nacionar der pueblo, con la valentía que justé misma me dijo que tienen
las mujeres pa goberná, agarró por la mechas a una mujer alborotá, le jechó un
buen templón y la tumbó ar suelo, y con su juerza propia se le sentó
encima, se quitó el casco de acero que
usan para evitar los chinazos de los estudiantes alzaos y, con er mismo, le dio
duro y más duro, más duro y más duro por la cabeza, y la vieja llorando y pidiendo perdón; mire
como gozamos y nos reímos los que vimos la película, pero más se reía un
gualdia que estaba en el bululú y quien aprovechó pa’metele la punta de la bota
por una nalga a la condená. Ar finar, se la llevaron y la metieron en un
calabozo tres días a “pan y agua” como debe ser, para que no ande en la calle
guarimbeando como dicen ellos. Su caso pasó a los tribunales por arteración der
orden público y resistencia a la debida autoridad. En verdad que esa se
envainó, le salen unos cuantos años en chirona. Otra película, y aquí en mi
blaberri la tengo guardada, es la de otra niña bien, que parece que no tenía
oficio y se fue de safrisca a meterse en una marcha de los escuálidos de la oposición
al gobierno nacionar, y recibió como treinta peldigones en la cara, parecidos a
esos que usamos en er campo pa’cazá chiguires, muchos de los cuales se le
metieron por los ojos y por los juecos
de la nariz y se le fueron pal cerebro; por supuesto, se tuvo que morir, ella
misma se lo buscó, después pagan con la guardia nacionar, hombres venezolanos
que acompañados por militares cubanos, de Cuba, que vinieron a ayudarnos pues
tienen más experiencia en eso de sofocá incendios. Ahí no termina er cuento Comadrita,
ya van, hasta er día de hoy, más de 30 muertos de los alzaos y, lo bichos
siguen saliendo únicamente buscando que jaigan más muertos. Pero nosotros, los
servidores y cuidadores de la Patria tenemos olden de que: “candelita que se
prenda, candelita que apagamos”, si esto sigue así, pronto me verá con mi
uniforme de capitán de Bomberos, a su olden pa apagale la candelita si siente
un vaporón. Gueno, con estos pequeños detalles, yo me despido de justé y de mi
querida ex-aijá. Saludos a su manada de muchachos y que Dios los proteja.
Azúcal…..
-- Epa, Sr. Fisco. Me da la impresión que
justé lo que vino jue a fisgoneá, pa’ve o pa’guelé, si por aquí se estuviera
prendiendo un fogón. Se lo voy a decí en su cara y delante de justé, yo no
tengo el aparato ese que justé llama blaberri, sólo un pequeño radio de pila,
porque como le dije, casi nunca tenemos luz: esté por aseguro que aquí pronto
se va a formá un berenjenal, una polvazón y una quemazón que la van ver desde
donde justé vive. Ya estamos cansaos de tanta mentira y de tanto odio. Sí,
mucho odio y pleitos entre vecinos y familias, porque unos se dicen son der PUS
y otros de la OPOCIÓN, por favor, todos somos venezolanos. Dios mío, y acuérdese que su Dios y el mío era
er mismo, por lo que no puedo entender cuando me dice que se ríe y goza un
puyero viendo como maltratan a una señora indefensa y como asesinan, al igual
que a un chigüire a una joven que ha podido ser la que justé llama su aijá. No
tengo celular ni televisión, pero casi todos los días mis hijos, lejos de aquí,
me llaman por teléfono a la casa de la comadre Justina y me cuentan lo que
ellos ven con sus propios ojos que yo les di, y ninguno goza ni se ríe de las
atrocidades que se están cometiendo. Tengo miedo, si, mucho miedo, de que
cuando me digan que me llama Luís, Óscar, Aníbal o Asunción, es para decirme
que un grupo de hombres malos como los que usted conoce, mataron a uno de
ellos, por simplemente no estar de acuerdo como los quieren gobernar y el negro
futuro que ven bien cerquita. Así, que por favor, váyase a chismiá con su
música pa’ otra parte…….. Y se jué,
con el rabo entre las piernas…..
Daniel Chalbaud Lange
vonlange1939@gmail.com
@danielchalbaudl
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