sábado, 15 de marzo de 2014

ALEXIS MÁRQUEZ RODRÍGUEZ, ACUSACIÓN TEMERARIA

En el lenguaje jurídico es frecuente el uso del adjetivo “temerario” para referirse  a una acción judicial que se intenta sin fundamento alguno, o contra instituciones o personas que no son responsables de lo que allí se ventila. 

El DRAE define muy bien dicho  adjetivo: “temerario, ria: Excesivamente imprudente arrostrando peligros. 2. Se dice de las acciones de quien obra de este modo. 3. Que se dice, hace o piensa sin fundamento, razón o motivo: ‘Juicio temerario’ (…)”. La tercera acepción es a la que me refiero. Un juicio es “temerario” cuando se intenta ante un tribunal contra una  persona o institución sin fundamento jurídico que lo avale, o bien cuando a quienes se les imputa un hecho delictivo no son responsables del mismo.

La acusación penal interpuesta por el teniente Diosdado Cabello contra el diario “Tal Cual” en las personas de sus directivos y del articulista Carlos Genatios, es evidentemente  temeraria, y lo es por las dos razones antes señaladas.

En primer lugar, nada tiene de delictivo atribuirle a Cabello la frase “si no les  gusta la inseguridad que se vayan”. No se ve por ninguna parte el carácter  difamatorio o injurioso de dicha atribución de una frase que lo que sí es, eso sí, es inocua e insulsa. Frase que, por lo demás, su presunto autor reconoce que en su momento se le atribuyó, aunque posteriormente él mismo lo desmintiera, sin que tampoco pueda calificarse como delito que Genatios no hubiese visto el desmentido, por lo cual cumplió con su deber de excusarse, con lo que el asunto  debió terminar.

Pero es aun más temerario pretender extender la infundada acusación al  director de “Tal Cual”, Teodoro Petkof, y a quienes con él figuran como directivos de  la empresa responsable de ese diario. Es viejo y universal el criterio de que los directivos de un  periódico no son imputables por lo que en sus páginas aparezca con una firma responsable. Es lógico que sea así, pues para tener tal responsabilidad tendrían que saber de antemano que lo allí escrito constituye un delito, lo cual carece de sentido en tanto que choca con la libre opinión del directivo, válida aun en el caso de que  posteriormente un juez calificase de delito lo que se diga en el texto firmado por su autor.

Lo más grave es que haya jueces que admitan semejantes acusaciones,  siendo evidente su inadmisibilidad. En estos casos es comprensible la ignorancia del acusador, pero es alarmante que un juez acepte lo que sabe muy bien, o debe saberlo, que en un juicio es una temeridad.

Alexis Márquez Rodríguez
sabanaguan@yahoo.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, ACTUALIDAD INTERNACIONAL, OPINIÓN, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, REPUBLICANISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA,ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.