jueves, 20 de febrero de 2014

SAÚL GODOY GÓMEZ, OPOSICIÓN TRANCADA,

Dos bandos, dos visiones, dos aproximaciones al problema que enfrentamos los venezolanos todos, luego de la extraordinaria jornada del día 12 de Febrero conmemorativo del Día de la Juventud, donde el gobierno le regaló al país cinco muertos, un centenar de heridos, más de una veintena de desaparecidos y presos a granel, en medio de un blackout informativo que sorprendió al mundo entero.
Analistas y políticos debaten los pros y contras de una movilización de la oposición, que volvió a tomar la calle, con todos los riesgos que eso significa ante el gobierno criminal de los chavistas, desesperados por mantener el cada vez más difícil control del país.
Por un lado el grupo de los filósofos, de los seguidores de Gandhi, de los que sólo patean calle en elecciones, funcionarios casi todos en ejercicio de cargos públicos, que dependen del financiamiento y apoyo del gobierno central - con lo que quiero decir, necesitan de un mínimo de buenas relaciones con los caníbales - y estos opositores, según su cosmología democrática y constitucional a ultranza, se deben a la conjunción planetaria que nos coloca en las estadísticas del CNE cada vez más alto en el cielo, pero no en la tierra.
Por el otro, denominada “La Salida”, de los que ya estamos hartos del abuso, que necesitamos demostrar nuestro descontento al mundo, de los que creemos en las movilizaciones, en crear una masa crítica en el momento de mayor debilidad del régimen para dominar el espacio público, que el chavismo quiere arropar como si fuera suyo, desafiando sus demonios y huestes.
Hay un ala de la oposición que cree que éste es un camino muy largo, de mucha paciencia, que nos enfrentamos a un enemigo poderoso, implacable, que debemos aprovechar cada oportunidad para sentarnos en las mesas de negociación y tratar de llegar a acuerdos, mientras nuestros números de votantes crece y crece en bases de datos, que no sirven para nada al momento de hacer efectivo nuestras victorias electorales; en ese bando de tecnócratas y politólogos que aconsejan prudencia y planificación se encuentra nuestro líder Henrique Capriles, quien no quiere arriesgar más vidas que las que ya consume diariamente la maquinaria chavista para mantener al hampa contenta.
En la acera de enfrente están Leopoldo López y María Corina Machado, indignados y sedientos de justicia, cansados de una espera igual de sangrienta que la de lanzarse a la calle, hacerse visibles y decirle al resto de los venezolanos que hay gente, y mucha, que ya no tiene miedo y está dispuesta a vender cara su dignidad; para ellos, el gobierno está en las ultimas, rodeado de matones, aterrorizado de la cólera del pueblo hambriento, traicionado, humillado, esta facción cree que hay un deslave importante del chavismo que ya no cree en sus boliburgueses gordos, hinchados de buena vida y eructando mentira tras mentira; para este grupo, las cosas sólo mejorarán para el gobierno si hay entreguismo y colaboracionismo de una parte de esas tiernas palomas de la paz de la oposición, y que no creen que el árbol de la libertad hay que regarlo con sangre de cuando en vez.
¿Es posible conciliar ambas posiciones? ¿Llegar a un acuerdo mínimo? Yo creo que sí.
La oposición necesita de todo, desde embajadores de buena voluntad hasta soldados, de pacifistas y guerreros, de planificadores y estrategas… porque, si no se han enterado, la mayor parte de la sociedad venezolana está en modalidad de resistencia, en medio de condiciones de guerra, perseguidos como criminales por un gobierno enloquecido, cuando nada es normal, no hay institucionalidad, no tenemos gobierno ni leyes, las garantías se encuentran suspendidas, hay toque de queda y racionamiento.
Pero Capriles está trancado en una posición personalista; como líder de una gran mayoría de venezolanos es prisionero de sus principios personales, no piensa en función de todas esas personas e intereses, de todas las creencias y necesidades, su pacifismo y conveniencia propia parecen querer imponer su escala de valores al país que parece las de un beato y no de un político en tiempos de crisis. El no quiere salidas violentas, la gente de “la Salida” no propone salidas violentas o insconstitucionales, lamentablemente algunos factores de la oposición que no están de acuerdo con volver a las calles se han adherido a las acusaciones de fascismo que lanza el gobierno en contra de los lideres de este movimiento, si ha Capriles no le gusta la calle, excluyámoslo de ellas, pero que no debilite la posición de nuestros halcones atacándolas y debilitándolas, que resuelva sus intereses como gobernador del Estado Miranda sin hacerlos centro de la política de la MUD.
En la oposición hay personas que no acompañan a Leopoldo y a María Corina por miedo de perder el terreno conquistado; a estas alturas, ven al gobierno como el padre que otorga y quita, no quieren aumentar su ira contra nosotros… mal enfoque ése, la situación ha evolucionado considerablemente a nuestro favor, el gobierno está replegado, sus acciones se hacen cada vez más erráticas, no cuenta con el financiamiento que tenía hace apenas seis meses, su posición en lo internacional está disminuida, las medidas autoritarias y contra las libertades lo han convertido en un paria.
Hay quienes sólo hacen la lectura electoral, dicen que los chavistas están fortalecidos por victorias en los comicios recientes, que la violencia los hace poderosos, que las nuevas leyes lo ponen en control del país; pero eso es lo que ellos quisieran que los venezolanos creyéramos, la verdad es todo lo contrario, tienen pavor de lo que les viene, el pueblo real, ése que padece la hiperinflación, la escasez, que sufre los ataques del hampa, que está harto de los cortes de luz, del racionamiento, de que censuren nuestro entretenimiento y la información, que le da coraje la hipocresía de los altos jerarcas cuando hablan, envalentonados, detrás de guardaespaldas y piquetes de guardias nacionales, que desprecia a los que se gastan nuestros dólares viajando como ricos y haciéndole regalos a otros países, con esos “bichitos” el pueblo real no quiere nada.
Maduro y su gobierno apenas controlan Miraflores y la Plaza Bolívar, el 23 de Enero y la Vega están en un hervor de contradicciones y pugnas internas. De resto, el país está movilizado y arrecho; cualquier orden de parar movilizaciones, de quedarnos en la casa, de no aprovechar la oportunidad es un desvarío que podría ser tomado como de cobardes.
Es insólito que a estas alturas existan personas que crean que en nuestro país hay una gran mayoría de ciudadanos apolíticos, en las actuales circunstancias esos es imposible, aún aquellos que quieren meter la cabeza en un agujero en el suelo son políticos, su falta de posicionamiento favorece, quiéranlo o no a uno de los grupos enfrentados, su falta de decisión es ya una decisión, en un ambiente tan polarizado, negarse a participar, es apoyar al más fuerte, al que los tiene agarrados por las gónadas.
Es hora de la acción no de estar encerrados en las casas, o haciendo colas en un supermercado, no podemos entregarle el país a las mafias rojitas en aras de la rutina de campo de concentración a las que quiere acostumbrarnos el chavismo, ellos son pocos, aunque están armados, nosotros somos muchos y ya hemos sobrevivido a los tiros, los gases, tanquetas y las peinillas, ya sabemos cómo combatir a las pandillas motorizadas, el pueblo está atento en recoger y registrar las evidencias de los ataques por sus celulares y subirlas a la red, los criminales están fotografiados y a la espera de la verdadera justicia.
Al gobierno sólo le quedan los cubanos, las cadenas, el canal 8 y las radios comunitarias para asustarnos.
Capriles, te necesitamos, nos necesitamos todos; la victoria electoral para la presidencia fue tuya, el pueblo sólo quiere devolverte lo que nos quitaron, pero no le juegues la trampa al gobierno consintiendo en que ahora es tiempo de acuerdos; en vez de sentarte con Maduro, siéntate con Leopoldo y María Corina, son tus compañeros de lucha, ahora que ellos son los perseguidos no te dejes vencer por la soberbia, ayúdense, el país requiere de ambos, de las palomas y los halcones, y en cuanto a las víctimas que estamos poniendo como pueblo unido en esta lucha por la libertad, estamos dispuestos a pagar el precio.-
saulgodoy@gmail.com
@godoy_saul

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