El supuesto éxito de la Cumbre de la
Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) realizada en La
Habana, hay que verla con matices más críticos que la que recogen artículos que
argumentan como un gran logro la presencia de 33 Mandatarios, la
comparecencia del Secretario General de la OEA José Miguel Insulza , la del
Secretario General de la ONU Ban Ki Moon, además de los múltiples encuentros
bilaterales. Estos hechos son normales en todas las Cumbres. Si bien debemos
reconocer el profesionalismo diplomático
de los anfitriones -y en especial del
Canciller Bruno Rodríguez- hay que resaltar que no es la primera vez que Cuba
ofrece su sede ya que ha recibido en múltiples oportunidades Cumbres de Países
No Alineados, o Cumbres del G-77
En relación a la Declaración de La Habana y
al Plan de Acción, no es nada novedoso
darle la prioridad a los problemas sociales ya que estos temas son los
temas contemplados en las Metas del Milenio, que se incorporan en todas las
agendas sub regionales, regionales y mundiales del sistema ONUSIANO, además del
compromiso preferencial con los pobres que resalta Su Santidad el Papa
Francisco, o las centenares de ONGs de todo el Mundo que promueven esa “hoja de
ruta”
Lo grave del encuentro, ha sido la tolerancia
con el déficit democrático que ostenta la Isla. Castro aceptó la Presidencia
Pro Tempore para maquillar su rostro político y convencer que es un líder
“democrático” para tratar de borrar los 55 años de la larga dictadura que aún
persiste. Para lograrlo, contó con la
incondicionalidad de los miembros del ALBA y con cierta complicidad de los
otros Gobernantes Latinoamericanos dispuestos solo a tratar temas de
coincidencia y eludir temas de divergencia, con
la excepción de la clara exigencia de Ban Ki Moon al exhortar a Cuba que
ratifique los Pactos de Derechos Humanos. Cuanto lamentamos el silencio de los
Latinos en el evento!
Sin lugar a dudas, la mayor mancha ha sido la
falta de contundencia en imponer la Clausula Democratica –pilar fundamental de
la especificidad latinoamericana- y que está expresamente contemplada en el
Preámbulo que desde el inicio adoptaron
los Presidentes de la CELAC como principios rectores: la promoción de “la democracia, el respeto de
los derechos humanos, la diversidad...”
El problema no solo es teórico sino práctico.
Por primera vez en una Cumbre Hemisférica se impidió que integrantes de la
sociedad civil, empresarios, jóvenes y
defensores de los principios enarbolados por la integración y el desarrollo,
pudieran reunirse para elevar sus documentos a la Cumbre. En ese sentido, las
autoridades comunistas prohibieron la realización del Foro sobre Democracia y
Derechos Humanos en La Habana a diferencia de otras Cumbres que ya se
acostumbraron a eventos paralelos de esta naturaleza. Por otra parte no hubo
ningún gesto para liberar presos políticos, y más grave aún, se dictaron
órdenes de arresto domiciliario como en el caso de Guillermo Fariñas para
impedir reuniones con los delegados asistentes.
A nivel internacional se dieron amenazas
intervencionistas como el exigir la “liberación de Puerto Rico”, en contra de
la decisión del pueblo Borinqueño, ya que solo ellos pueden ser artífices de su
presente y de su futuro. Esperemos que en la III Cumbre de Costa Rica se
rectifique este rumbo preocupante de una acción desintegradora que arremete
contra los logros Panamericanos de Libertades, Derechos Humanos, Democracia,
Tolerancia y vigencia del Estado de Derecho.
milosalcalay@yahoo.com
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.