El reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo, la cual la verdad es la más pequeñas de las semillas, pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas y se hace árbol de tal manera que vienen las aves del cielo y hacen nido en sus ramas.(Mateo 13.13-32).
No
me cansaré de decir que lo que estamos padeciendo hoy es una profunda crisis de
liderazgo de la sociedad venezolana, una crisis de valores morales, una crisis
de organización de las estructuras sociales y una notoria crisis de ideas, de
contenidos, de opinión. Todo esto ha hecho imposible y muy difícil salir de la
crisis hasta ahora.
La
crisis de la democracia bipartidista que asfixió a la sociedad venezolana tuvo
su estallido a finales de los años 80 y principios de los noventa, surgió un
nuevo liderazgo que sembró de esperanzas al país, querámoslo o no, el discurso
del bolivarianismo revolucionario y militar desplazó a los dos grandes partidos
en el movimiento popular, en las grandes mayorías desposeídas y olvidadas por
las élites de aquel entonces, que hoy aún pretenden ser alternativa.
El
chavismo trajo consigo una nueva retórica, una nueva organización, un nuevo
mensaje y nuevas ofertas, de las cuales por cierto ha cumplido muy pocas. Ante
la crisis moral propusieron el Poder Moral y la lucha contra la corrupción, hoy
la corrupción es un tumor maligno metido en el corazón “del proceso”, el
Liderazgo colectivo propuesto, y la democracia protagónica, se convirtieron en
una canción que sirve para arrullar a las masas aún desposeídas y excluidas,
donde Las nuevas élites y cogollos administran el despojo de un régimen
moribundo, ante el cual no se vislumbra sustituto ni alternativa.
Lo
más lamentable es que los viejos actores que arruinaron la vieja democracia
pretenden manejar la salida del régimen, junto a unos nuevos actores
mediáticos, llenos de ambiciones, carentes de propuestas y valores
alternativos.
Eso es lo que hay hoy.
Qué
nos queda? , paciencia y resistencia, construir desde abajo un proyecto
alternativo, social, moral, transparente y democrático, impulsar la formación
integral de un nuevo liderazgo colectivo y ponerle rostros, construir una nueva
organización popular basada en los valores morales inmutables. Nos toca sembrar
la palabra, sembrar el dialogo y sembrar un proyecto en el corazón de las bases
del chavismo que comienzan a desplazarse y no consiguen para donde, es hora de
hablarle al pueblo, pero no desde las oficinas, es hora del acompañamiento
popular, sin caer en la trampa polarizadora del gobierno, que nos mete en el
espiral de la violencia y en el terreno del régimen. Estamos en un momento
difícil, tenemos la obligación de salir del régimen, pero no podemos permitir que
vuelvan los mismos de siempre los causantes de lo que padecemos hoy.
El
gobierno se ha movido muy bien porque conoce el corazón, el pensamiento y el
hambre de los directivos de la oposición, les administra el ego y los conduce a
un callejón sin salida y al cadalso, no podemos dejar que arrastren la
esperanza popular con ellos.
Es
hora de la parábola de la mostaza, es sembrar la semilla, el germen crece en
virtud de la conciencia humana, es un nuevo liderazgo, basado en valores, en el
servicio, este régimen prevalece por la fuerza militar, mantiene su dominio por
la guerra, la esperanza de nosotros es la paz, hemos sido tan torpes que hasta
esa consigna el gobierno nos la quita de las manos. El gobierno emplea la
fuerza bruta para forzar la conciencia y luego llama a la paz,
Nosotros tenemos
que inculcar la justicia y la paz en la sociedad venezolana. No podemos caer en
la trampa advertida en la que cayó Leopoldo por sus apetencias personales. Es
hora de temple, paciencia y cordura. A la élite opositora de la MUD, les digo
abran paso a nuevos líderes, orienten a los jóvenes, no los utilicen, ayuden a
formarlos, tiren puentes a las bases chavistas que no cruzan el puente al igual
que muchos venezolanos porque tienen desconfianza y no creen en ustedes ´por sus
prácticas. Es hora de conciencia de sembrar, cosechar y recoger.
Jorge
Rodriguez
jorgeeticarodriguez@hotmail.com
jorgeetica
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La siembra del árbol de la mostaza tiene que pasar por reconocer que el discurso populista del chavismo ha hecho demasiado daño al país y que no se puede permitir que el nuevo gobierno mantenga las políticas de gasto social sin planificación, ni control alguno. Este modelo populista se agotó. Se requiere crear un marco adecuado para la inversión privada, devolver a sus dueños las empresas y tierras confiscadas por el gobierno para que el país recupere su capacidad de producir los alimentos, bienes y servicios que reactiven la economía .Leopoldo López y María Corina Machado merecen el reconocimiento nacional por haber tenido el valor de desenmascarar las mentiras del régimen y haber canalizado la protesta pacífica que permita el establecimiento de un gobierno de transición que restablezca la institucionalidad y convoque a unas elecciones limpias y el nuevo gobierno reunifique el país para que la Nación salga adelante.
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