miércoles, 19 de febrero de 2014

DOUGLAS JÁTEM VILLA, EL RÉGIMEN TIENE LA PALABRA

Ante lo que ocurre en Venezuela en estos días surgen algunas preguntas:

Cuál será el desenlace?.
Debe detenerse ese proceso?.
Es inevitable la violencia que no conviene?.
Cuál es la responsabilidad de cada quien?.
Se podrá conocer la verdad acerca de lo ocurrido el miércoles 12?
Quién realizará la investigación?
Puede confiarse en la imparcialidad de la Fiscal?.
Es posible que el gobierno rectifique?.
Debe rectificar la oposición?.
Se podrá dialogar?

Se sabe que la función del estudiante es prepararse para labrarse su vida. Pero el estudiante es un ciudadano y como tal debe participar en el desarrollo del país, especialmente cuando éste está comprometido y obstaculizado, tal como lo muestran tantas calamidades que sufrimos los venezolanos.
En ocasiones, los partidos políticos no tienen la capacidad para realizar su función, algo que ocurre bajo circunstancias dictatoriales y otras, y en esas condiciones, el estudiante puede sentir la necesidad de llenar el vacio, como lo hizo en La Victoria el 12/2/1814, en 1928, en 1958, en 2007 ante el cierre de RVTC.
El gobierno puede sospechar, y hasta creer en que hay intenciones ocultas en su contra, pero el comportamiento totalitario y divisionista que ha tenido, le resta credibilidad.
El 12/2 algunos trataron de manipular a los estudiantes porque fue evidente el gran cambio se produjo frente a la Fiscalía luego de que el estudiantado se estaba retirando.
Se podrá conocer la verdad acerca de lo ocurrido el miércoles 12?
En 2002 ocurrieron hechos gravísimos pero nunca se supo la verdad, y desde entonces Simonovis y otros están presos. Se debería crear una verdadera  Comisión de la Verdad que contribuya y genere una verdad creíble y base para la justicia.
Maduro dice que no atacan a una familia por no ser chavecista y que no responden con violencia, pero pasa por alto el ataque a La Casona en 1992 y los desastres acusados por los “colectivos” en Merida. El Ministro del Interior condena los estudiantes, pero no toca los “colectivos”, y propone dialogo y elecciones, pasando por alto que el CNE nunca informó lo del 7 de abril, y que se deben designar legítimamente CNE, TSJ,FGR y CGR; es decir que los poderes públicos no estén subordinados al gobierno.
El gobierno no puede negar a los estudiantes su derecho a la protesta, porque es constitucional, porque exigen justicia ante la muerte de sus compañeros, porque reclaman la libertad de sus compañeros presos, porque protestan los sufrimientos y calamidades que sufre el pueblo venezolano. Protestan para que el gobierno rectifique, para que respete la Constitución, para que combata la delincuencia asesina, para que respete la producción nacional, para que no de al gobierno cubano los dólares que necesitamos para comprar comida para los venezolanos.
Si no rectifica, y no hay elecciones limpias, tendrían que protestar para que se cambie el gobierno. Si se habla de conspiración, por conspirar  entiendo el hecho que 2 o más personas se ponen de acuerdo para actuar en contra de alguien o algo. Eso es el concepto, y muestra que no se puede  calificar apriorísticamente una conspiración.
Por mi parte me cuento entre los millones de venezolanos que calificamos como muy buena y muy necesaria la conspiración contra el dictador Pérez Jiménez. Ellos erradamente califican de necesario el golpe de estado de Chávez.
Los estudiantes y la democracia no tienen que abandonar la protesta legítima y pacífica, porque se debe tener fuerza para dialogar, o para confrontar.
El chavecismo no acepta la protesta porque pretende conservar el poder indefinidamente, y para ellos el fin justifica los medios. Esto es muy peligroso y el gobierno no reconoce que eso lo perjudica más, pero nos puede perjudicar a todos porque no se sabe qué curso tomará el país.
Ojala que la situación haga que el SSXXI reconozca y acepte la obligación  de dialogar en forma legítima y acepte la vigencia plena de la Constitución, y en verdad procure la pacificación.
Esto pudiera empezar por la designación de una legítima y respetable Comisión de la Verdad para que se haga justicia.
Pero mientras se realice el trabajo de esta Comisión, las instituciones del país deben funcionar en forma legítima acorde con la Constitución, con un TSJ, un CNE, una Fiscalía General y una Contraloría General legítimos, y también con una Asamblea Nacional que respeta la representación de la oposición.
Douglas Jatem
djatem@gmail.com
@djatemv

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