CARLOS JULIO PEÑALOZA, INSTIGACIÓN A LA MASACRE

        Sobran las pruebas que Nicolás Maduro ordenó públicamente reprimir con violencia a civiles desarmados que, ejerciendo su derecho constitucional, salieron a protestar el 12F y días subsiguientes. A cumplir sus órdenes salieron raudas una fuerza irregular ilegal de paramilitares entrenada en Cuba y la GNB disfrazada de robocop, el nuevo atuendo represor "Nazional" con aires hitlerianos.  De acuerdo con el Código Penal es obvia la autoria intelectual de Maduro quien públicamente dictó a través de los medios de comunicación las ordenes que instigaron a los organismos represivos legales e ilegales a atacar con sevicia al pueblo.

        

Las bandas armadas del régimen luego de recibir la orden de Maduro han asesinado a mansalva a varias decenas de compatriotas, causando enormes daños humanos, materiales y financieros. En plena masacre este irracional mandante los invitó a Miraflores donde los agasajó como héroes. Este estúpido gesto es equivalente a que Bolívar hubiese invitado a Boves a un sarao para festejarle sus crímenes.  Las acciones de Maduro lo convierten en evidente autor intelectual en esta aviesa matanza que la infame Fiscal no puede evadir investigar. No queda duda de su responsabilidad como autor intelectual de esos dolorosos hechos y así queda imputado ante la opinión pública. 

         La responsabilidad es la capacidad u obligación de responder por actos propios o ajenos cometidos bajo nuestra dirección. La responsabilidad obliga a los tomadores de decisiones a responder por las consecuencias de sus acciones haciéndose responsables de sus consecuencias. La responsabilidad tiene una dimensión moral porque el que decide con libertad elige entre el bien y el mal. Los que toman decisiones criminales deben asumir su responsabilidad y pagar sus culpas.

         Antes de iniciarse las protestas actuales la Fiscal General decidió abrir un juicio penal, después de un cuarto de siglo, contra de los generales de división Ítalo de Valle Alliegro, Manuel Heinz Azpúrua (fallecido), Freddy Maya Cardona, Rafael León Orsoni y del general de brigada Guillermo Fuentes Serra. A este selecto grupo de militares la oxigenada los imputa como autores intelectuales del "Caracazo" ocurrido el 27 de febrero de 1989. En este sonado caso la justicia no ha hallado "responsables materiales" pero se regodea con unos supuestos con autores intelectuales. Un crimen sin ejecutor material solo puede existir en la mente trastornada de la tribu ideológica que nos quiere entregar maniatados a Cuba.

         Los autores materiales no aparecen porque cuando ocurrió el hecho eran tenientes y capitanes "cumpliendo órdenes". Hoy bajo la depravada revolución socialista son obesos generales devenidos en multimillonarios en dólares cómplices del régimen. Ahora enchufados en las cúpulas del poder presionan para impedir ser investigados y disparan por mampuesto achacando sus culpas a sus antiguos jefes. La dimensión moral chavista es un chiquero insondable. Los autores intelectuales del "Caracazo" y de esta masacre en desarrollo son los patibularios hermanos Castro desde la Habana tal como lo expliqué en mi articulo "La traicion del Caracazo" ( http://www.lapatilla.com/site/2014/02/27/carlos-julio-penaloza-la-traicion-de-el-caracazo/ )

         La acusación de la Fiscalía sobre el caso del Caracazo es una falsedad inventada en laboratorios operados por juristas venales, practicantes del aborto de la justicia. El escenario montado por la fiscalía no ocurrió como dice la fiscala sino tal como lo narre en mi crónica. El 27 de febrero de 1989 al iniciarse el estallido el mayor Chávez se desapareció de su cargo en Miraflores aduciendo tener lechina.  De allí se dirigió directamente a un puesto de Comando operado por cubanos situado en el último piso de las Torres del Parque Central desde donde se dominaba a Caracas. Desde allí vía radio controlaron a los francotiradores que asolaban las calles y saqueaban comercios. Tres días más tarde, al consumirse la explosión social azuzada por los Castro, el futuro héroe del Museo Militar regresó a Miraflores como si no hubiera quebrado un plato

         En derecho penal el autor intelectual es el que ejecuta el delito valiéndose de un tercero que es el autor material. Para que ese delito ocurra, debe probarse que en la mente del que dio la orden hubo la voluntad de cometer un crimen a través de terceros. En el Caracazo las órdenes de sacar las tropas a la calle fueron dadas con retardo por Carlos Andrés Pérez. Esta tardanza en reaccionar potenció la rebelión que tuvo tiempo de crecer. Si CAP hubiera sido mas ágil en sus decisiones el Caracazo hubiera podido controlarse con relativa facilidad. A CAP la fiscal no lo señala como autor intelectual aunque el dio la orden de poner en practica el Plan Ávila. Sabemos que su intención no era masacrar. Quien si tenia ese avieso propósito era Fidel Castro desde la Habana.

         Fidel Castro fue el autor intelectual de El Caracazo. Cuando vino a la "coronación" de CAP unos días antes, trajo infiltrado en su cortejo un grupo de francotiradores. El 27 de febrero de 1989 esos hombres emboscados en los edificios de Caracas atacaron a las fuerzas militares en la calle y les ocasionaron bajas. Las tropas reaccionaron defendiéndose con sus armas. Los crueles resultados son de todos conocidos. ¿Por qué la Fiscal no señala a Fidel como el verdadero autor intelectual en lugar de usar a los dignos generales que cumpliendo sus deber acataron las órdenes de CAP?

         Desde hace tres semanas Venezuela está en llamas tratando de sacudirse el gobierno colaboracionista que ramplonamente cumple órdenes de los invasores cubanos. Ese bravo pueblo ensangrentado está erguido en las calles como un moderno José Cortes de Madariaga exigiendo a gritos al procónsul de los Castro "Fuera, no lo queremos!". Aterrado tras sus escoltas cubanos, el colaboracionista mayor ordena a sus criminales paramilitares armados salir a la calle a masacrar al pueblo inerme mientras que plañideramente maúlla "Quieren demonizar a mis colectivos".

         Ese indocumentado desde el comienzo de su mandato irrito nos falta el respeto negándose a presentar su partida de nacimiento ante el pueblo. Ahora se hunde mas en el tremedal enviando a sus perros de presa entrenados en Cuba contra el pueblo inerme. He ahí el autor intelectual de los héroes asesinados en esta revuelta popular contra los cubiches invasores y su intragable comunismo. La justicia no debe buscar chivos expiatorios de hace un cuarto de siglo, para encubrir la matanza actual del régimen y justificar el salario del miedo que recibe de los Castro. Actúe Sra. Fiscal, las pruebas sobran. No permita que mas jóvenes patriotas mueran con tiros en la cabeza disparados por los criminales paramilitares mientras y el régimen agoniza.

         Viendo a Venezuela arder el instigador de la Masacre juega su última carta alargando el feriado de carnaval para coger aire y se desaparece. Dicen que anda secretamente en La Habana recibiendo instrucciones de los zares caribeños. Es mejor que no regrese. No lo queremos! Vienen días de lucha y de esperanza para la patria. Todos debemos ir al frente a pelear con las armas que tengamos. Es nuestro deber sacaremos a los malditos comunistas cubanos y a los colaboracionistas que se les vendieron. Estos mamarrachos para vergüenza de su familia llevaran en la frente el estigma imborrable de traidores a la patria mientras vivan.

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