jueves, 30 de enero de 2014

SUSANA MORFFE, VIOLENCIA SEGURA (ENTRE CIELO Y TIERRA)

La isla de Margarita en definitiva se encuentra en estado de alarma. El reciente asesinato a un ciudadano cuando realizaba operación financiera en un banco del centro comercial Sambil y una situación de rehenes, ambos casos en Pampatar, nos coloca en extrema inseguridad, por lo cual todas las buenas intenciones de la última reunión del gobierno con los alcaldes locales para controlar la violencia, días antes del vil asesinato, resulta un plan incumplido y plan sin acción es solo ilusión.
El ministro de la Justicia, Rodríguez Torres, declaró en Nueva Esparta que en año y medio tendrán controlada la delincuencia en lo que era tiempo atrás una  pacifica isla, pero después de 14 años gobernando venir a decir que en año y medio más lo van a lograr, pareciera que es la misma promesa que hace un estudiante cuando lo han diferido en una materia varias veces porque definitivamente no le entran las letras ni los números por ningún lado. No tiene con qué. Así mismo está el gobierno, los planes, proyectos, operativos, leyes y sanciones, quedan definitivamente abortados porque el hampa les resulta incontrolable.
Los correctivos no han dado soluciones efectivas, sino más bien efectistas para hacer ver que se está haciendo algo, pero sin resultados concretos. Pareciera que el exterminio de gente que día a día va sumando las estadísticas en el país, tiene un propósito nefasto.  Son medidas tibias porque no se siente el verdadero  o genuino compromiso gubernamental y deberían ser acciones tan agresivas como la delincuencia existente en el país.
Al otro lado de la acera se anunció el traslado de los reos de la cárcel de Cumaná para el penal de San Antonio en la isla, como nuevos huéspedes que vamos a tener para aumentar la zozobra e intranquilidad que agobia a los insulares. Es la guinda que le faltaba a la torta. Hoy somos un estado totalmente inseguro.
¿Hasta cuándo es suficiente? Leemos y así lo creemos que “solo Dios es capaz de poner orden en cualquier vida y traer esperanza donde solo hay desesperanza”. A la par, la tecnología avanza en otros países donde se especializan en ir más allá de las fechorías de la delincuencia.
Sumamos a la tragedia que nos ha tocado vivir en la isla en estos tiempos aciagos, la situación económica precaria del Puerto Libre, familias sensibles a la escasez y paralización del comercio, todo porque no hay dólares en el país y lo que están tratando es tapar un hueco con otro, produciendo una situación caótica que no vislumbra salidas a mediano plazo. Acabaron con nuestra moneda nacional, ahora pretenden acabar con nuestra vida.
El país funcionando a media máquina nos da la sensación de barco a la deriva y con palabras optimistas, sin acción clave y bien concebida, no vamos a salir del atolladero.  La suela del zapato está seca y por más que intenten enderezarla se alza por el otro lado.  Se ha creado un vicio y hay que acabar con él.
Susana Morffe
@susanamorffe
www.desdelaisla.hazblog.com

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1 comentario:

  1. Con respecto a la cita que usted trae: "Sólo Dios es capaz de traer el orden..." etc. Pero hay que tener en cuenta que Dios creó al hombre con capacidad de decisión y autodeterminación. Por consiguiente, si Dios quiere que no se introduzcan armas en las cárceles, pero el hombre se empeña en introducirlas, las armas seguirán entrando. Aquí la pregunta principal es: ¿quién es el que decide libremente permitir que las armas entren? (ramis4@hotmail.com).

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