Luego de la Navidad, procede el regreso al
planeta donde lacerantes navajas vuelan inexorables. Las reuniones con amigos
queridos y familiares, distrajeron por un rato la conciencia del peligro que
socava las bases de la residencia.
Es criterio casi sin duda entre economistas
venezolanos, extranjeros y calificadoras de riesgo, que la economía entró en
barrena. No se trata de que el país va hacia una crisis, para usar mejor el
lenguaje, sino que está en ella. El asunto no es ya cómo evitarla sino cómo
salir y eludir el crackdown.
Sartre decía que el discurso político solía
anunciar terribles conmociones, para dar al cabo el bálsamo emocional:
"todo esto ocurrirá, a menos que... " y venía la receta salvadora
que, naturalmente, era la que proponía el interlocutor.
Las mujeres en religiones antiguas son
"malas" y siempre las crean adventicias. Dice Hesíodo que Zeus hizo
de barro a Pandora, la primera mujer, bella y seductora, pero puso en su
equipaje todas las desgracias de la Humanidad. Ella para cumplir su designio
las deja salir del ánfora, en cuyo fondo se encontraba la Esperanza, lo que
hace difícil saber si era uno de los males, o la fuerza para enfrentarlos.
No
es futurología, sino que los indicadores dibujan que la dramática tarea de hoy
es tomar medidas ante la inminente explosión, el colapso, una especie de
Viernes Negro pintado en la pared. No podía ser de otra manera.
El esquema
económico revolucionario copia todas las experiencias fracasadas del continente
y del mundo (sin ninguna vergüenza invocan hasta a Mao), ha sido siempre
inviable y sobrevive sólo a cambio de la destrucción de la actividad productiva
nacional, las importaciones, convertir Pdvsa en un coleto y reducir la gente a
la mendicidad.
MEDIDAS AISLADAS SON LO PEOR
Las demenciales elucubraciones del Galáctico
desbarataron al país que tuvo la oportunidad de convertirse en el nuevo Dubai,
y derrocharon una fortuna incalculable, malbarataron un milagro enviado para la
felicidad de sus ciudadanos. Hoy Venezuela es la vergüenza de América Latina,
como Cuba y Haití. Precisamente en noviembre, mes de los saqueos controlados y
la imposición de precios, la inflación fue de 4.8%, el doble de varios países
latinoamericanos en todo el año, y 54% la acumulada en 2013, la primera o
segunda del mundo en el mismo periodo, mientras el déficit fiscal pasa de 20%.
Eso ocurre en los 15 años de mayores ingresos en la historia "patria"
y posiblemente de Latinoamérica en términos relativos. Giordani ha logrado una
devastación sin precedentes, del libro Guinness.
Sin decoro ni responsabilidad hablan aun de
"guerra económica" y demás desatinos, -que los demás gobernantes
socialistas latinoamericanos ven con sorna- mientras corren noticias de
devaluación, aumento de precios y tarifas, entre ellas la gasolina. La
perspectiva es espeluznante porque tales acciones serán un desgraciado intento
de apagar el fuego con kerosene, si no corresponden a un programa global de
estabilización y reforma que someta la inflación y la devaluación, racionalice
el despilfarro y la corrupción del gasto público, y ponga el país a crecer con
capitales nacionales y extranjeros. Nunca se será suficientemente enfático en
esto: si el gobierno pretende tomar medidas sueltas, es mejor que no haga nada,
porque el efecto será peor. Durante la década de los 80, Latinoamérica despertó
de la pesadilla de los desequilibrios macroeconómicos.
"PEOR QUE NADA"
Hoy sólo perviven en semejante avatar este
desventurado sketch revolucionario, y Argentina, fracasada desde que Perón
desgració la que estaba entre las tres economías más poderosas del mundo a
comienzos de los cincuenta ¿Hasta dónde correrá Venezuela la senda de esa
desgracia? ¿Hasta cuándo el demonio de las ideologías derogadas, los fantasmas
familiares, la estulticia, la barbarie, la incapacidad para ejercer el poder en
beneficio y no para infortunio de la gente, tendrán dominio del gobierno?
El
perjuicio que Perón hizo a Argentina le impidió en seis décadas sacarse de la
sangre la espiroqueta pálida del populismo, aunque Brasil, Chile, Panamá,
Uruguay, Colombia, Perú y casi todos los demás lo lograron y hoy son sociedades
que superan la pobreza, enterraron la inflación y la devaluación en el
cementerio de los olvidos ¿Cuál será camino que escogerá el gobierno?
¿Podrá el país superar el drama creado por un
irresponsable que lo envenenó, o la ponzoña quedará encarnada y se transmitirá
a las siguientes generaciones de líderes? Se podrá superar la sífilis
ideológica populista que llevó a la elite dirigente a incubar "el huevo de
la serpiente" en la ofensiva contra el programa de reformas de Carlos
Andrés Pérez (89-93), su descarrilamiento por Caldera (94-99) y luego la
entronización del Galáctico (99-13). Luego de sus decepciones, a los
bienintencionados se les oyó decir, a cordón de zapato argumental, que "la
revolución no se le puede negar que puso en agenda el tema de la pobreza",
lo que resulta aún más ingenuo que el apoyo que le dieron.
La experiencia
histórica demuestra que cada vez que se produce una emergencia populista
caudillista, es para, al final, envilecer la vida de los pobres al extremo.
Precisamente llevarlos al infierno a nombre de su "redención". Ojalá
el gobierno y la oposición puedan acordarse en que ofrecer paraísos a bajo
precio, lo que proporciona es un impagable infierno.
@carlosraulher
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