Un pueblo no necesita un Cesar que lo amanse, ni un héroe que lo libere, necesita que sus habitantes se hagan respetar.
Venezuela dejó de ser uno de los miembros del gran
numero de países que vive bajo el mejor sistema de gobierno con el que se debe
gobernar una nación, 'la democracia", el difunto dictador y su heredero,
guiados por los Castro, lo integraron al pequeño grupo de países que vive la
desgracia de una dictadura.
Venezuela
esta oculta detrás de una traición, Maduro y su corte, quienes la dirigen a
gran velocidad hacia un precipicio, cedieron pacifica y voluntariamente su
territorio, las instituciones que reflejan
la vida ciudadana de treinta millones de almas, entregaron sin remordimiento la
soberanía nacional y esto ocurre porque a un extranjero no le duele un país
ajeno así haya vivido en el.
A
Venezuela la convirtieron en la alcancía de la Internacional Comunista (Foro de
Sao Paulo), en zona de aliviadero y refugio de delincuentes de todas las
calañas, en depósito y puente de
narcotráfico, lo convirtieron en una país de instituciones sin leyes o
de leyes convenientes.
Detrás
del espejismo de un país democrático, cohabita un país invasor, que impone su
agenda de control con un norte definido, inunda espacios sensibles como la
educación para ideologizar tempranamente
a la juventud del país es el caso de la implementación del Plan Ejecutivo de
ideologización Militar (PEIM), engulle los recurso de la empresa más importante
de país llevándola a la quiebra y reprime con violencia a un pueblo que no les
duele.
El
invasor garantiza, su permanencia en el poder, mediante la mutación de la
dictadura, cede pequeños espacios a la supuesta oposición, lo que les da un
viso de democracia, condicionan a los
"victoriosos" con el no envío del situado constitucional o la
reducción de sus atribuciones en la delgada tajada de poder obtenida si no se
portan bien.
Mientras esto ocurre en un país que está al revés, el
único afectado es el venezolano, que es precisamente quien tiene el poder de cambiar la situación
en la que un grupo de mercenarios los está obligando a vivir; Venezuela no
necesita un Cesar que los amanse, ni un héroe que los libere, necesita un
pueblo que decida ser libre y se haga respetar.
Cnel
(GN) Antonio Semprun
@antoniosemprun
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