lunes, 23 de diciembre de 2013

SEBASTIÁN DE LA NUEZ, LA NOCHE DEL MIÉRCOLES

El miércoles (18-12-2013) en la noche hubo un buen programa de TV, un reality show de 4 horas de duración

En dicho programa, protagonizado por Maduro y líderes opositores, se respiró una esperanza que quizás se desinfle pronto

Mientras más veo a través de la televisión la decadencia del país, y en las calles de Caracas el bochorno del salvajismo andando sobre ruedas y a dos patas, más me refugio en el pasado.

Volver a leer cosas de Rómulo Betancourt funciona como un antídoto. Lo escribía todo y todo o casi todo está recogido en los libros de la Fundación que lleva su hija Virginia. Manifestó, febrero de 1962, al momento de disponerse a recorrer el país, oriente y occidente, los llanos y el centro, que lo hacía con el expreso objetivo de convencer a todos de que el Ejecutivo presentaría pronto al Congreso una serie de proyectos que, de acuerdo a la Ley de Crédito Público, necesitaban el apoyo de las mayorías parlamentarias. Entonces necesitaba, ley por delante, construir consenso. Convencimiento casa por casa, de abajo hacia arriba, es decir, democracia como una retórica de la razón o viceversa: la razón como retórica de la democracia.

Eso alimentaba su acción. Eso hacía el viejo piache de la pipa, digan lo que digan los resentidos, los oráculos del desastre, los milicos asomados a la política. "Voy a pedirles a los pueblos que les hagan saber a sus representantes en el Congreso que obstaculizar esas medidas no es poner piedras en los rieles a este gobierno, sino impedir la felicidad de millares y millares de venezolanos", escribió Betancourt.

Así construía consenso, con la fuerza de su palabra.

Como le dijo la noche del miércoles Gerardo Blyde a Nicolás Maduro, el diálogo se construye día a día, no en una sola jornada. Fue una de las mejores intervenciones de la reunión en Miraflores: precisa, constitucionalista, sin regalar ni una palabra hueca. No como el alcalde de San Cristóbal, un yuppie gocho de Voluntad Popular que se la puso de bombita a Maduro para que se la bateara bien lejos.

La noche del diálogo entre el Presidente y alcaldes y gobernadores de la oposición la ganó Maduro. Pero también la ganaron los alcaldes y gobernadores de la oposición.

La cosa está en que esa ganancia a Maduro ni le interesa ni le conviene. Este tipo de amagos se le vio antes a Chávez pero resultaron solo eso, amagos. Sabía Chávez y ahora sabe Maduro que la búsqueda de los consensos aleja al fanático patria o muerte. Maduro es, como Chávez, un deudo del general Erich Von Ludendorff.

Nacido en Prusia (hoy Polonia) en 1865, Erich Von Ludendorff abrazó la carrera militar y en algún momento de su vida también abrazaría a Hitler. Su carrera fue excelente, asegura su biografía, y ciertamente protagonizó proezas durante la Primera Guerra Mundial. Pero lo importante para esta historia es que era un militarista convencido a quien le gustaba decir que la paz no es otra cosa que el intervalo de tiempo que transcurre entre dos guerras.

Eso fue lo que pasó el miércoles en la noche: un intervalo entre dos guerras. Una pausa. He visto artículos pesimistas en estos días para el año 2014.

Creo que todos se quedan cortos. Politólogos serios venezolanos (los hay cochambrosos) han dicho que el pensamiento de Chávez se asemeja al del general Von Ludendorff por aquello de la guerra total, lo cual conecta con la movilización total. Von Ludendorff planteó un cambio en el pensamiento político y militar justificando la instauración de un régimen totalitario basado en cierta cohesión psíquica en el cual las creencias míticas pasan a un plano muy importante (en esto de lo mítico la cúpula chavista acumula todo un Corán: humanismo, bolivarianismo, Chávez redentor, Chávez resucitado, etcétera).

Von Ludendorff ha pasado a ser un epítome de lo militar privando sobre lo político. Una lección definitiva es la manera en que terminó: se distanció de Hitler, que le acusó de ser masón. En 1928 se retiró. En los años posteriores fundó con su segunda mujer, Mathilde, una Sociedad para el Conocimiento de Dios, una especie de secta esotérica que sigue existiendo hoy en día. Al ser Hitler nombrado canciller, el general escribió a un antiguo compañero: "Le prevengo solemnemente que ese fanático llevará a nuestra patria a la perdición y sumirá al país en la más espantosa de las miserias".

Maduro es el heredero de nuestro particular Von Ludendorff, por todo el cañón. El miércoles hizo un amago porque quizás necesite apoyo político total para el total desastre que se cierne sobre este país. Pero al final solo eso, puro amago.

Por lo demás, la reunión del miércoles fue la crónica vívida de un desastre localidad por localidad; la narración a pedazos de una tragedia nacional, el rompecabezas triste de un país rico que hubiese podido ser feliz de no haberse equivocado tanto en sus elecciones.

La Navidad es buen tiempo para recurrir a los textos, memorias y ensayos de Betancourt.

Sebastián de la Nuez
@sdelanuez

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.