miércoles, 25 de diciembre de 2013

REINALDO POLEO, ¡PERDIMOS JUDEA, PERO NACIÓ EL NIÑO!

Cuando en el año 63 a. C. el general  Pompeyo Magno derrotó al rey Mitrídates VI del Ponto en su tercer alzamiento, Siria se convirtió en una provincia romana. A continuación, Pompeyo se dirigió a Judea para asegurar el área. Una vez allí, encontró a los hermanos Hircano y Aristóbulo, este último, que estaba sitiado por su hermano en Jerusalén, solicitó la intervención romana, ofreciéndole una recompensa a Pompeyo, “la cual aceptó”. Luego Aristóbulo acusó a los romanos de extorsión, lo que originó que Pompeyo instalara en el trono a Hircano y desde entonces Judea y Galilea se volvió un reino clientelar de Roma, que si bien era independiente, estaba sujeto a la autoridad romana.


En el año 47 a. C. Antípatro sucedió a Hircano como procurador de Judea, siendo nombrado por Julio César. Al morir Antípatro en el 44 a. C., su hijo Herodes I el Grande, fue nombrado gobernador por el Senado Romano y rey de Judea en el 39 a. c., si bien empezó a reinar dos años después, durante su reinado, eliminó a varios miembros de los Macabeos, para asegurarse en el trono. Los romanos llamaron a Herodes «rey aliado y amigo del pueblo romano» (rex socius amicusque populi Romani). Si hubiesen tenido Petróleo, segurito que Herodes se los mandaba a sus amos y protectores.

El nombre Herodes no se refiere a un solo hombre, sino a una dinastía de reyes títeres de Roma.

Así tenemos que  Herodes el Grande (rey de Judea entre 37 y 4 a.c.), fue el que fundó la dinastía de reyes títeres de Roma. Poco antes de su muerte, mandó a matar los niños varones alrededor de Belén (Mateo 2:1-19; Lucas 1:5). Herodes Antipas (el tetrarca de Galilea, 4 a.c.- 39 d.c.) Hijo de Herodes el grande. Fue el que mató a Juan el Bautista por condenar su matrimonio con Herodías, esposa de Herodes Felipe. También fue Antipas quien presidió en un juicio a Cristo (Mateo 23:6-12). Herodes Agripa 1 (rey de judea entre 37-44 D.C.) Nieto de Herodes el grande y medio sobrino de Antipas. Fue quién mató a Jacobo, encarceló a Pedro y fue muerto “comido por gusanos” (Hechos 12).

Flavio Josefo escribiría el siguiente relato acerca de la muerte de Herodes Agripa, el cual encaja con el relato que encontramos en la Biblia: “Cuando Agripa llevaba tres años enteros gobernando en Judea, llegó a la ciudad de Cesárea, que en el pasado se llamaba la Torre de Estrato. Allí preparó una exposición en honor de Cesar, inaugurándolo como un festival para el Emperador. Y vinieron un gran número de oficiales de alto rango y condición. Al día siguiente, a la salida del sol, se puso una túnica toda ella de plata y caminó hacia el teatro. Entonces la plata brilló con todo su esplendor causando una especie de temor y de temblor en aquellos que estaban viendo el espectáculo. De inmediato la multitud llamó desde varios lugares, con palabras que en verdad no eran para su bien, tratándole como a Dios, y gritando: “En el pasado te hemos honrado como hombre, pero ahora te honramos con una naturaleza superior a la de cualquier mortal.”

“El rey no reprendió, ni se mostró en desacuerdo con las lisonjas de la multitud….Sintió un agudo dolor abdominal, comenzando con un violento ataque….De modo que fue llevado rápidamente al palacio y se extendió por todas partes la noticia de que no tardaría mucho en morir….Y cuando hubo sufrido continuamente durante cinco días, a causa del dolor en el abdomen, murió a la edad de cincuenta y cuatro años, después de haber estado gobernando durante siete años.”

Una vez más, Dios nos recordaba que somos simples mortales.

Dentro de ésta convulsionada época, en un país dividido por castas, regiones, religión y cuanta cosa existiera para separarles aún más, nace, cerca del portal de Belén, en un humilde establo, nada más y nada menos que el hijo de Dios, Jesus.

Sus padres en la tierra, una adolescente y un carpintero que cumplían con su deber, asistiendo a su centro de “votación” para ser censados.
Pelando bola y con su mujer preñada, el bueno de José fue a cumplir su deber ciudadano.

Y solo cumplir un deber, porque ahí no había capta huellas, máquinas ni deditos morados.

El hecho es que Dios decide traer a su hijo en un pueblito, bastante histórico por cierto, ya que había sido la cuna de uno de los más grandes reyes o libertador del pueblo Judío, David. Claro está, en esa época, no había una moneda que se denominara el “David Fuerte”, sino que se administraban con el Denario, moneda acuñada por el Imperio Romano, a través de los reyes títeres de la época. ¡Que poco cambian las cosas a veces!

De ese humilde pesebre, vino a nuestras vidas un ser cuya presencia no ha sido fácil de borrar de la historia del hombre, su breve vida, 33 años, se convirtió en ícono de justicia, paz y amor ejemplar.

En ese pesebre cayó una roca, cuyo eco se siente como una marejada en los corazones de los que creemos en la venida y en el legado del hijo de Dios, del Cristo, el Dios Vivo, que murió por nuestros pecados y resucitó por obra y gracia de Dios Padre.

En ésta época tan especial, en donde nos preparamos para celebrar una vez más, la llegada del hijo de Dios,  no puedo dejar a un lado mi propia humanidad. La realidad de mi ciudad, rodeada por la miseria física y mental. No puedo dejar de pensar en mi pueblo, en mi país, venido a menos por culpa de nuestra desidia y flojera. Puede ser que hasta por nuestra inocencia,  bonachonería y confianza.

Nos dejamos quitar la identidad, nos cambiaron el nombre, el escudo y hasta la bandera. Comenzamos a llamar Patria Grande a un imperio caduco y la Pax Romana acabó gobernando y decidiendo a través de reyezuelos.

Nos volvieron pedigüeños cuando le cambiaron el nombre a la limosna y le llamaron misiones, nos vendieron los beneficios de la importación mientras se apagaban los campos y la producción nacional, dejamos de ser un pueblo para convertirnos en clases, en pobres y ricos, en judíos, cristianos y musulmanes, en blancos y afroamericanos, en burgueses y boliburgueses, en oficialismo y oposición, cuando antes solo éramos venezolanos. Nos dejamos enfrentar entre hermanos, padres e hijos olvidando que la familia es la “Célula fundamental de la sociedad”.

Nos dejamos quitar la vida nocturna, el campo, las playas y la montaña, porque simplemente salir, se convirtió en riesgo de muerte.
Nos dejamos quitar la moneda, la televisión que nos gustaba, las noticias y las novelas.

Perdimos el derecho a elegir, porque aunque votemos, se impondrá el “Paralelismo de Estado” característico de un gobierno impropio, corrupto e ilegítimo.

Permitimos familias enlutadas y otras con la vida en vilo, por tener a un secuestrado o a un preso político… Ivan y los otros, clamo por su libertad!

Perdimos Judea, una vez más.

Pero lo único que no me han podido quitar, es al niño Jesús que vive y renace en mí todas las noches de Navidad.

Porque la vida en sí, es un milagro permanente.

Éste año trabajamos más, pero nos fue bien porque tuvimos el milagro de la sabiduría, hicimos lo que teníamos que hacer, en el momento que se tenía que hacer y nunca bajamos la guardia, porque solo con trabajo duro se levantan las familias que nos acompañan en nuestro proyecto de vida.
Este año estuvimos sanos, después de casi morir deshidratado mi padre obtuvo la cura que le permite seguir luchando, que le permite ser mi mejor amigo y socio. Y todo esto sin ningún tipo de limitación.
Este año viajamos, aunque perdimos toda una tarde para pagar los Bs, 4,75 que nos exedimos del “Cupo de Viajero”, pudimos respirar otros aires.

Este año vi, cientos de hermosos amaneceres, compartí 2 espectáculos geniales con “La Bicha y sus amigos” en El Hatillo, en un retorno maravilloso de mi querida Berenice Gomez. Conocí junto a ella mucha gente espectacular, fieles creyentes de la unidad, de la democracia y del progreso, gente con Fe en Venezuela, que se reinventa para seguir viviendo sin torcer las rodillas ante el poder creador de vasallos.

Disfruté del nacimiento de su nueva nieta con un nombre evocador y en el cual cada día creo más, Victoria!

Me reí a carcajadas con el Gordo Napoleón, admiré las genialidades de David Comedy y lloré con las esperanzas vestidas de predicciones de Aisha y Meredith.

Este año fui por primera vez a ver a "Laureano y  Emilio", y me emocioné hasta la médula con el concierto navideño de Gaélica.

Este año fui padrino de mi Marselita, disfruté mucho de mis sobrinas y sobrinos y celebré 20 años de Matrimonio con la mujer más maravillosa que he conocido. Conocí gente maravillosa del twitter, ví fotografías fantásticas en Instagram y tuve el placer de ver artículos de mi Blog al lado de artículos de gente valiosa, creadores de conciencia.
Este año mi Heroina trajo medallas en Gimnasia Artística para Venezuela desde los Bolivarianos y tuvo una destacada actuación en eventos internacionales, a pesar de todo y las adversidades.

Este año ganamos 2 elecciones que un día cobraremos, aunque principalmente, ganamos una conciencia, una consigna ¡SI SE PUEDE!

Hoy como Venezolano me pongo de pie y le pido disculpa al motorizado, al camionetero, al taxista y al policía, por dejar de verles como otro venezolano que sufre igual o peor que yo las vicisitudes de nuestra realidad.

Les pido disculpa a todos ustedes por no escribir más, por no hacer más, por no trabajar más en lo que creo.

Pero por sobre todo le pido a ese niño en el que tanto creo que me perdone por mis pecados de OMISIÓN, por voltear la mirada y permitir que el mal ocurra.

Y a ustedes amigos lectores, familia, conocidos y desconocidos de Venezuela y el mundo, les deseo, puedan ver el mundo lleno de las oportunidades que yo veo, que vean la flor que brota de la basura, que vean más amaneceres, y disfruten de los atardeceres y que cada día se despierten pensando en qué se puede hacer mejor. Les deseo una sonrisa en cada momento de su vida, por más duro que parezca, porque les aseguro que hay alguien sonriendo en una situación peor.
Y que por sobre todas las cosas no esperen tanto recibir como dar, porque de esto se trata la Navidad, de dar…

Como me decía mi estimado Sacerdote Salesiano Jorge Oscar Sanoja (valioso muchacho que me llena de orgullo, como ha de llenar de orgullo al Petare que le vio nacer), “Navidad y Familia, tienen el mismo número de letras…”

FELIZ NAVIDAD FAMILIA Y QUE DIOS LES BENDIGA SIEMPRE
Se les quiere y gracias por quererme…

@rpoleo

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