En
todo caso siempre se ha pagado gasolina cara, pero de manera indirecta. Cuando
Pdvsa produce un litro de gasolina en Bs 2,70, su costo, según cálculos de los
propios voceros de la estatal, incurre en una pérdida de casi -2.700%, porque
la vende en Bs 0,097. La pregunta es ¿Quién paga el dineral que se pierde en
esa absurda operación?
La
respuesta es sencilla: Todos y cada uno de los venezolanos pagan esa locura,
¿Cómo? Presten atención.
En
vista que la operación señalada anteriormente arroja pérdidas a la estatal,
tiene que cubrirse de alguna manera. El dinero tiene que salir de alguna parte.
Pdvsa emite deuda, la cual compran inversionistas grandes, bancos y el propio
Banco Central de Venezuela (BCV), ente que emite dinero para sostener el flujo
de caja de la estatal.
Por
esa vía se compensa la pérdida de dinero que significa subsidiar ridículamente
la gasolina en el país. Por una parte, el endeudamiento de Pdvsa, compromete su
flujo de caja, lo que significa que al cabo de un tiempo, deja de usar dinero
para nuevas inversiones, para mantener a la industria, para ampliar la
producción de petróleo y para el fisco nacional, porque debe pagar las deudas
que les permitió anteriormente cubrir pérdidas en fabricar gasolina barata.
Entonces usar dólares para pagar deuda, resta capacidad a la estatal de
aumentar la oferta de divisas al país, esto genera inflación.
Por
otro lado, el BCV imprime bolívares y los facilita a la estatal. Este dinero
adicional entra al sistema financiero nacional, ya que se usa para pagar
sueldos, salarios y compromisos en bolívares. El dinero adicional, como se ha
explicado en varias ocasiones, al entrar al sistema económico del país,
encuentra escasez de bienes y servicios, lo que impacta los precios al alza.
Es
posible que usted no pague la gasolina cara de manera directa. En la estación
de servicio específicamente, pero tener una gasolina barata resulta incluso
hasta injusto, porque a final de cuentas la paga por la inflación que genera la
monetización, esa que ha sido ya usada para cubrir las pérdidas de fabricarla,
para luego subsidiarla.
El
que no tiene vehículo es el que más sufre, porque con el alza de precios que
impacta su bolsillo, está condenado a pagar “la gasolina”-repito de manera
indirecta- que consumen otros con carros lujosos incluso, ese, el trabajador de
a pie, es el último en la cadena de recibir liquidez, el que a final de cuentas
paga todo, por la terquedad de un equipo económico e incapaz de aplicar
políticas económicas más equilibradas y acordes con la realidad.
Alex
Vallenilla
alexvallenilla@gmail.com
@alexvallenilla
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16478
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