lunes, 11 de noviembre de 2013

EDUARDO GUZMÁN PÉREZ, DE LA GUERRA

En 1ero  enero de 1959, hace 54 años,  entraron a la Habana  Cristo en la mano, las huestes comandadas por  Fidel Castro y Raúl, Camilo Cienfuegos, Huber Matos, Juan Almeida y el aventurero Che Guerra, sin pérdida de tiempo y  a instancias del Che, se instaló un régimen comunista  bajo las ideas del fundador del Partido Comunista de Cuba Julio Meya.
Instalan los Tribunales Revolucionarios y someten a juicio a  430 personas y las fusilan en la cárcel de la Cabaña cuyo jefe de esa prisión era el Che Guevara,  y desmantelan el Ejército y confiscan toda propiedad privada. El mismo año eliminan a Camilo Cienfuegos y encarcelan a Huber Matos por oponerse a establecer  un régimen comunista, y para ello, le ofrecen a Nikita Kruschef  primer ministro ruso, a Cuba como plataforma  para la penetración del comunismo en América Latina a cambio de protección frente a USA.
54 años luego allí estala misma  elite de criminales ancianos en el poder en Cuba, sostenidos por la represión, la cárcel, el crimen de Estado, el hambre y  la miseria de un pueblo, pero ellos “gobiernan en nombre del pueblo,” algo así como con “Chávez mandaba el pueblo.”  Para sus fines, y en su época Fidel (1960-80) utilizo en sus interminables peroratas públicas por Radio Habana Cuba.  Tal, así,  se lo recomendó a Chávez, un lenguaje escatológico, grotesco y descalificativo para desmoralizar a quien fuera. 
Y de  inmediato,  al asumir  Chávez el poder en 1999 por recomendación de ideólogos comunistas-marxistas como Miquilena, JVR  y Petkof, Chávez, también Cristo en mano,   se refugió bajo el manto de la Habana como Fidel lo hizo con Rusia en la década de los 60, y puso  ahora, en esta oportunidad,  a Venezuela y su riqueza como la nueva plataforma para  lograr los objetivos que Fidel no pudo en  esa época,  y vean el estado en que se encuentra el país tras 14 años de haber Chávez desmantelado  todo.
Lenguaje que ahora el hombre de Raúl Castro, Nicolás Maduro, cuestionado por su nacionalidad venezolana y legitimidad en el poder, lo que mantiene inquieto a los hombres de las escopetas,  una vez Chávez   puesto fuera del juego, y  quien hizo la primera parte de esta saga, Maduro, repito,  heredero de una tragedia,  utiliza  ese lenguaje  para amedrentar  a una sociedad  también hambreada, amedrentada, reprimida, sometida a sus designios sus instituciones, con una economía en bancarrota y un fisco quebrado y controlada sus Fuerzas Armadas  en un escenario semejante al de  Cuba, pero  el asunto es que no somos Cuba, e allí el dímela, emplea igualmente  los términos: Guerra Económica, golpes eléctricos, ve como Fidel magnicidas por doquier, y emplea los términos  golpistas, pitiyanquis, fascistas, oligarcas y todo ese basurero verbalista que allá en Cuba con Fidel funciono, pero aquí seguro que no.
Solo es de esperar, Maduro hace el resto. Alea jacta est      
guzmanperez@gmail.com
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.