viernes, 4 de octubre de 2013

OSCAR BASTIDAS DELGADO, LAS FALSAS COOPERATIVAS VENEZOLANAS

En anteriores artículos nos referimos a las cooperativas de maletín y a las 320.000 fallecidas como consecuencia de las políticas erráticas del Tte. Coronel (r) Hugo Chávez en su afán de politizarlas como  puntas de lanza de su proceso dizque revolucionario. 

Las sobrevivientes de ese proceso, no más de 20.000, de actuar, o son genuinas y funcionan por el esfuerzo de sus asociados, o falsas. Esta problemática debe verse desde la óptica de la identidad cooperativa, recuerdese que las cooperativas poseen la doble dimensión: asociación – empresa que les concede un doble anclaje local centrado en las personas. Acotación N° 1: Las falsas no asocian, se constituyen por interés crematístico de una persona o un pequeño grupo. Obvio, las cooperativas de maletín son falsas.

La propiedad conjunta y de gestión democrática de la dimensión empresarial debería impulsar el trabajo en equipo en todo lo que en la empresa pudiera establecerse: fijación de objetivos;  decisiones, gestión, y actividades conjuntas; y distribución equitativa de excedentes. Acotación N° 2: Impulsores de falsas llenan el mínimo de 5 asociados para constituirlas con familiares y amigos para blindarse y cuando contratan personal son empresas explotadoras disfrazadas de cooperativas.

Pero las cooperativas deben funcionar sobre valores y principios como guías de acción. En las falsas las decisiones de ingreso, aportes y gestión las toma el dueño o el grupo dominante; no existe interés por la formación y la capacitación, ni por la integración y la comunidad. Acotación N° 3: Un dueño o grupo dominante decide todo y realiza actividades extrañas al objeto estatutario. ¡Ni hablar de impulsar la autogestión!.

Por último, las falsas generan lucro. El lucro es propio de quienes buscan retribuir s inversiones y se riñe con el acto cooperativo, una cooperativa genuina desarrolla responsabilidad social sin buscarlo pero sin generar pérdidas. 

Dos preguntas son claves para determinar si se está ante el lucro: 

1.- ¿Quién produjo el bien o servicio que generó el monto a percibir por la persona u organización?, y 

2.- ¿Quién se apropia de ese monto?. Si las respuestas a ambas coinciden en la misma persona lo percibido es excedente y de lo contrario es lucro.

Numerosos cooperativistas rechazan cobrar montos apropiados por temor a ser calificados de capitalistas cuando realmente una unidad monetaria puede ser lucro y millones de ellas no serlo. Acotación N° 4: El “no lucro” no contradice la necesaria creación de riquezas ni el deseo humano de mejorar niveles de vida siempre y cuando los ingresos sean resultado de una alta calidad del trabajo en medio de una competencia con empresas similares, cooperativas o no, y operando con valores y principios. Quien desee lucro debe buscar una forma jurídica diferente de la cooperativa.

Con lo explicado, un analista puede precisar las falsas. Falsas son las de maletín, como se afirmó, pero también las constituidas como de trabajo-asociados con claras intenciones de beneficio personal en cuanto a exoneraciones impositivas, educativas y de salud propias de las genuinas cooperativas y detrimento de quienes aportan su fuerza de trabajo. Entran en este conjunto varias de recolección de basura y limpieza; de instaladores de líneas telefónicas, eléctricas y acueductos; de construcción y mantenimiento de vías y edificios públicos; de transportistas de hidrocarburos y de personal de empresas públicas; y de ensamblaje de motos y artículos electrodomésticos, entre otras.

Falsas son las de transporte con avances que pagan rentas; las que fungen como taxis con motos (mototaxis) y no llevan registros de asociados; las financieras y de seguros que olvidan el mutualismo y son caparazones de aseguradoras y vendedoras de vehículos privadas que se benefician de las “economías de escala”; las supuestas de consumo dedicadas a venta de alimentos, y las dedicadas a la compra-venta de papelería, de artículos electrodomésticos y de repuestos de vehículo.

Sin ser taxativos, falsas son todas aquellas que: 1.- Realicen a conciencia actividades diferentes a las estatutarias y al espíritu del Acto Cooperativo  como las mercantiles; 2.- Mantengan premeditadamente bajos los montos de los certificados de aportación para cubrirse de posibles acciones legales; 3.- Disfracen relaciones de dependencia laboral; 4.- Usen tetaferros, y oculten activos o vacíen de activos la empresa para eludir responsabilidades ante posibles demandas; y 5.- Evadan impuestos, logre apoyos, contratos y créditos  que con otra figura no obtendría.

Es oportuno recordar que las cooperativas de maletín y el resto de las falsas toman impulso a raíz del boom cooperativo impulsado por un primer mandatario sin concepto y direccionalidad; a su llamado respondieron ciudadanos de buena fe, otros por viveza criolla, otros con intereses políticos como los militantes de círculos bolivarianos, pero también directivos de empresas públicas, particularmente de PDVSA y de las empresas de Guayana que obligaron a proveedoras  a constituir cooperativas o convertirse en ellas, a cambio de algunos beneficios.

La Superintendencia de Cooperativas (Sunacoop) y el SENIAT tienen la palabra. Fiscalicen esas cooperativas, aplíquenles el peso de la ley, obliguen a sus dueños a pagar impuestos acumulados, y ciérrenlas definitivamente.   

Prof. Oscar Bastidas Delgado (UCV).

@oscarbastidas25.

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.