sábado, 12 de octubre de 2013

FERNANDO FACCHIN B., EL COMISARIATO POLITICO

“Subordinar el Legislativo al Ejecutivo,  es un tipo de dictadura”. Juan Mario Laserna

Solicitada la “Ley Habilitante”, “para tomar medidas para enfrentar la corrupción y enderezar el modelo económico que fue impuesto por una burguesía parasitaria" que "sigue chupando de la renta petrolera y todo lo importa", burguesía instalada desde hace 15 largos y oprobiosos  años.

La habilitante es una franca contradicción constitucional a las funciones propias de la AN, definitivamente Venezuela es el país de lo absurdo, vivimos un surrealismo social, político, económico, judicial y legislativo, en donde aún no se entiende cómo es que los venezolanos podemos soportar una expoliación que parece no tener fin.

La AN es hoy un “Comisariato Político”, donde los responsables de hacer cumplir las disposiciones constitucionales (Art. 187 CRBV), son los mismos que violentan los DDHH y encubren la corrupción y son protectores de los desafueros legislativos, políticos, y económicos, donde se persigue y acosa a quienes impidan u obstaculicen sus aberraciones políticas.

La AN es un antro donde impera el delito de cohecho, mediante el cual, los diputados afectos al dinero fácil y las prebendas cómodas, aceptan una dádiva a cambio de realizar u omitir un acto inherente a su  cargo, algo coloquialmente llamado soborno, compra de conciencia y otros “regalitos”, como sucede con el “diputado 99”, todo ello nos conduce cada día al desmoronamiento institucional; vivimos en un país de absurdos, de injusticias, iniquidades y despropósitos.

El “Comisariato Político” mal llamado AN, decadente institución que no cumple con sus obligaciones constitucionales, sólo se ocupa de fabricar expedientes para usarlos contra quienes no se someten a las huestes caudinas de su Comisario Mayor, el Sr. Cabello, mediante una actitud represiva y de intimidación que no es más que el desprecio político al parlamento,  usado para el linchamiento político de los legisladores “incomodos”.

En la AN se están dedicando a la innoble tarea de asesinar a la democracia y al país, secuestran y violan alegremente la CN, dictarán una habilitante, sin técnica legislativa para perseguir y acosar a los ciudadanos opositores al régimen, lo que agravará la situación jurídica del país y marcará el sumun de la intolerancia. Dijo A.E. Blanco: “La intolerancia es el camino que no tuerce hacia el hogar de los hombres sino hacia el antro de las fieras.”

La función principal del Poder Legislativo consiste en debatir y aprobar las leyes que reflejan la voluntad de los ciudadanos a través de sus representantes, en consecuencia, aprobar la habilitante es una  muestra palpable de la incapacidad intelectual y jurídica enquistada en la pírrica mayoría de diputados, lo que ha permeado hasta podredumbre en el quehacer legislativo, donde el pretexto de una emergencia económica no sirve para ocultar la falta de gobernabilidad ejecutiva y legislativa. Un Parlamento que delega y no legisla pierde su razón de ser.  Lo peor es que no aparece la luz al final del túnel, porque -por unas u otras razones- nadie está dispuesto a ofrecer apoyo estable a un Ejecutivo errático e incoherente, que funciona a base de ocurrencias.  Maduro y Cabello han agotado su crédito político y pretenden sobrevivir a base de maniobras oportunistas, el país no puede permitir que la AN haga dejación de su función más característica por culpa de un Gobierno y unos diputados incapaces, débiles e ineficaces.

ffacchinb@gmail.com

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.