Los mitos, como es sabido,
constituyen un conjunto de
relatos fabulosos en los que intervienen seres o fuerzas considerados superiores a los humanos. Ellos encarnan
un sistema más o menos coherente
de explicación del universo. Unos y otros
participan en la descripción
e interpretación de
muchos hechos y
acontecimientos de los mortales.
Unas
veces se colorean de
historia, otras veces
derivan en epopeyas
importantes que como la
Ilíada y la Odisea
se caracterizan por la
presencia poética de lo humano
y lo sobrehumano. Como
manifestaciones que son
de elevado tenor
espiritual, los mitos
terminaron por vivir
una vida propia
casi siempre a mitad
de camino entre la
razón y la fe o el juego. Ahora
bien, lo que
sí es cierto
es que los mitos son, han
sido y serán una
forma de revelación; ellos
expresan, ocultándolas con mayor o menor
transparencia, realidades de
diverso orden, inseparables de
las estructuras profundas de la
sociedad y del espíritu
humano.
Hay, ciertamente, en los
mitos sustancia abundante para
quienes estén interesados en
leer en ellos: advertencias, prevenciones,
lecciones políticas etc.
“Son, como dice Grimal, fotografías
radioscópicas de diversos
estadios de la
polis y del
modo de proceder la
condición humana. En este sentido
no es exagerado
-agrega el mitólogo-
sostener que este
riquísimo patrimonio de
relatos maravillosos, llenos de
magia y de encanto, han sido uno de los aportes fundamentales del helenismo al pensamiento de la humanidad.”
Apelando a una de estas
“fotografías radioscópicas,” me
quiero valer en este
caso de Augías,
rey de Élide,
en el Peloponeso
para que en
una suerte de paralelismo comprobemos
que Venezuela, como
aquél reino, yace en
un verdadero estercolero.
Augías, un trivial
y anodino rey de Élide
--quien formó parte de
la expedición de los Argonautas
y pretendió en
ella sobornar a su
hermano para que
entregara, birlando normas,
el “vellocino de oro”— recibió
en herencia de
su padre este
reino del Peloponeso. Se
trataba de un
opulento territorio, próspero
en riqueza pecuaria;
cientos de miles de
rebaños apacentaban sus
campos que hacían
de ese lugar
el más privilegiado y
floreciente de la
región. Ahora bien,
la condición liviana,
trivial y desvalida
de Augías, lo
hacían un hombre
estólido, de carácter
débil, irresponsable e
incapaz, que veía
con indolencia las
tareas administrativas del
reino. Bajo esa
insólita desgana y
con profunda torpeza
desatendió el cuido
y mantenimiento de
aquellos inmensos establos
donde pastoreaba un
excelente ganado de raza
singular. El desinterés
y el desapego
eran tales que
tenía treinta años
sin mandar a
limpiar esas cuadras
atestadas de inmundicia,
perjudicando la producción,
el buen cuido
del ganado y la
fertilidad de las tierras.
Y fue tan
grande su molicie
que el estiércol llegó
a cubrir con
su fetidez todos
los establos, al punto que
el sedimento se extendió
por el reino propagándose
un olor nauseabundo
de la hez
que se iba
amontonaba por todas partes.
El problema comenzó
a preocupar a
los reinos vecinos.
Euristeo, rey de Tirinto,
tomó el asunto en sus
manos y aprovechando la presencia
de Heracles en sus predios, enviado
por Apolo para
purgar, bajo las
órdenes de aquél,
un grave delito.
Con este fin,
Euristeo le ordenó
como pena “Doce
Trabajos,” entre ellos
-para humillarlo- limpiar
en un día
los Establos de
Augías. Con el coraje
y la inteligencia
que lo caracterizaban el
potente hijo de
Zeus abrió una
brecha en el muro
que cercaba a
los establos e
hizo penetrar a
través de las cuadras
el torrente impetuoso
de los ríos
Alfeo y Peneo
que sin más
arrasaron con todo
el estiércol.
Este estiércol, es
el mismo que
ha venido acumulando
el chavismo en
los establos de Venezuela
a lo largo de
estos catorce años. Su
olor asqueroso comienza a
sentirse y como
en la Élide
se va haciendo
intolerante. Es esa
pestilencia que --quienes
se niegan a
aceptar la condición
de los monóculos, de
los monocordes y
de los monómanos,
como diría Papini,
y llevan una bocanada
de aire selvático
en la boca y
un corazón no
fácilmente saciable-- luchan
para detergerla y
extrañarla a fin
de no contaminar
la supremacía del
espíritu sobre la
materia, del alma sobre
el cuerpo. Es
esa pestilencia insoportable, que
cunde cuando se irrespeta
a la persona humana;
cuando se estimula por la
fuerza disolvente de
un autoritarismo oclocrático: la mentira y la esterilidad; cuando, sin
escrúpulo alguno, se violan las
leyes y hasta la Constitución en una
faena de despedazamiento nacional para
impulsar, nutrir y dar forma práctica a los propósitos hegemónicos.
Es esa pestilencia
viciada que brota
cuando las fuerzas
disolventes y destructivas del
gobierno atentan contra
esos principios supremos
y trascendentes como
son: la libertad,
la justicia, la razón
y la paz.
Contra las instituciones políticas;
contra el orden
moral y las
leyes de la Naturaleza; contra
los valores de
la inteligencia, con
el único objetivo
de reforzar el
despotismo, los excesos
de autoridad, la
anarquía y la
violencia , verdaderos
causantes de la
conculcación de los
derechos humanos. Es
esa pestilencia coprolálica que
segrega la Asamblea
Nacional, convertida en
sórdida cueva de
malandros, una especie
de mabíl
de intrigas, de
maquinaciones, asechanzas y
amenazas; de astucias y emboscadas,
de trapisondas y confabulaciones. Es
esa pestilencia babosa,
que destila la
Corte Suprema de Justicia,
cuando los magistrados,
como rábulas, interpretan
con sofismas las leyes y
la Constitución para complacer al régimen. Es
esa pestilencia, que despide
el Consejo Supremo Electoral cuando, como
zangarrones, y a
su leal saber
y entender, destiñen
su misión prestándose a enturbiar
con ardides la confiabilidad, la
imparcialidad y transparencia de
los procesos electorales. Es,
en fin, esa
pestilencia fecal que
brota de PDVSA,
PUDREVAL, CADIVI, BANDES,
CORPOELC, LA CORPORACION DE
GUAYANA y tantos
otros organismos y
empresas del Estado
enajenados, igualmente , por
la corrupción así como
manipulados por verdaderos
delincuentes que sólo
se ocupan
de encasillar su poder
para apañar sus
fortunas. Rastacueros impúdicos, gerifaltes audaces, trepadores
sin escrúpulo dispuestos, en todo
momento, para hacer de la política un negocio.
Como nunca se requiere
hoy una agónica acción que
rescate a Venezuela de las profundas tinieblas y
de estas turbias
y lodosas miasmas
con las cuales
el chavismo corrompió todos los
establos de la República.
El
pueblo entero “—todos a una—“ está
llamado a emular
el papel de
Heracles en la
Élide. Limpiar el
estiércol pestilente que
arropa con su
manto umbroso todas
las cuadras de
la República. ¡¡ Que
se traigan, igualmente, los
caudales hervorosos y
límpidos del Orinoco
y del Caroní
para que en
una suerte de
rito lustral --como lo hicieron el Alfeo
y el Peleo
en la Élide--
vengan a expurgar
con sus aguas
este virus de
podredumbre con que
la “robolución” contagió
la geografía física
y espiritual de
Venezuela!!
Incultura, insalubridad, desempleo,
pobreza, violencia y
mentiras, sintetizan las verdaderas causas
del malestar que
ha traído el
estiércol con el cual
este régimen dejó colmar
por dolo, indolencia,
incapacidad e ignorancia los
establos de Venezuela.
Un panorama, -que valga como
curiosidad histórica- bien parecido
al que describió
Fermín Toro en
1858 en su discurso como
Presidente Electo de la Convención
Nacional, sobre el
estado en que
quedó Venezuela después
de los Monagas.
Dice: “ De esta
manera hemos visto
descender a Venezuela
del rango que
ocupó entre las
Repúblicas hispanoamericanas.
El pueblo, antes
brioso y denodado, inclinó
la cerviz y
cruzó los brazos. La
barbarie imperó; dictó
leyes, violó, rompió
y rehízo la Constitución
según su antojo; robos
y asesinatos, oprobio
y servidumbre, todo hubo…pero
hay un límite para la
iniquidad, un término al
ultraje a la
majestad de la razón.
La afrenta indigna
más que la
injusticia. Los pueblos aguardan
con paciencia expiatoria la
inspiración del espíritu
que los regenera.
Sublime es su despertamiento, tremenda
la explosión de sus
sentimientos comprimidos.”
prvillasmils@hotmail.com
EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.