FELIPE GUERRERO, EL MAESTRO PEREZ ROJAS

Para esta sociedad ha sido pesado el saco del silencio. Hemos olvidado a los constructores que echaron los cimientos. Esa egoísta omisión pesa demasiado y obliga a subsanar ese daño mediante un sostenido esfuerzo para reconstruir esa historia.

Uno de esos constructores fue el Maestro JOSE GREGORIO PÉREZ ROJAS.

Convocados por el deseo de hacer una justiciera restauración, compartimos un sencillo homenaje a la memoria de es este extraordinario maestro.

«Era pesado el saco del silencio», nos dice Pablo Neruda, pero hoy lo descorremos y asumimos que poco a poco «La puerta oscura se llenará de luz». 

Eso es lo que deseamos al compartir este homenaje para ir construyendo día a día una Venezuela agradecida incluya, desde su interior el alma de una sociedad que recuerda a sus constructores. Pensar y recordar no es sino el ejercicio de cimentar el futuro: El que anhelamos que es el de la inclusión, en el que todos seamos parte de esa «agua fresca», de ese «río sonoro» y de esas «alas firmes de la libertad», que nos enseñó el Maestro JOSE GREGORIO PÉREZ ROJAS.

Adjunto encontrarás una parte del compromiso, la palabra y el testimonio de este maestro.

El maestro José Gregorio Pérez Rojas fue un militante del cristianismo auténtico…

Una vez con el orientador mensaje desde el púlpito, otra vez rodeado de la juvenil creatividad del teatro en el Liceo Simón Bolívar, en alguna oportunidad en la fraternal competencia del encuentro de fútbol o en las densas reflexiones de filosofía en la Universidad.

Pero… en todos los escenarios un militante del cristianismo auténtico…

Recordar al maestro es hacer memoria de una vida de congruencia y compromiso personal con la causa de los humildes. Recordar al maestro es revivir la figura de un hombre que escogió el sacerdocio y el magisterio como expresión de la brújula que guió su vida. El norte de esa brújula siempre  señaló que el norte es el amor al prójimo.

Siempre enseñó que nuestra formación vital consiste en construir sentido: el por qué y para qué de la propia vida.

Para nosotros el conocimiento es algo deseable por sí mismo,  pero además diariamente nos interrogamos sobre el «Para qué del conocimiento», porque estamos seguros de que ese conocimiento debe servir para ayudar a transformar la sociedad en un lugar más justo.

Como maestros no queremos devolver a la sociedad «más de lo mismo».  Queremos formar personas competentes, concientes y comprometidas con su realidad y con la realidad de los más desfavorecidos; es decir que pretendemos formar hombres y mujeres convencidos de que tienen una misión en el mundo y que deben prepararse mejor para ejercitarla.

El maestro Pérez Rojas transitó por esas veredas. Con él aprendimos la necesidad de formarnos en ciencia, en conciencia y en compromiso.

Hoy evocamos la figura de José Gregorio Pérez Rojas, un profeta de este tiempo.

En esta hora que vive la patria, la vida de Pérez Rojas es una homilía de liberación y nos resulta altamente significativo el compromiso, la palabra y el testimonio de este hombre que nos convoca a vivir un tiempo nuevo.

felipeguerrero11@gmail.com

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