sábado, 10 de agosto de 2013

OSCAR ARNAL, CUENTA REGRESIVA

      
 La economía nacional marcha hacía el abismo. La inflación del primer semestre rompe récords y la acumulada al finalizar el año estará pisando el 50 por ciento. Hay una escasez recurrente de productos de la dieta básica, de aseo y de los alimentos y cortes regulados. La moneda se ha devaluado sin cesar y vale cinco veces menos que su paridad. Si tomamos en cuenta nuestro potencial petrolero, gasífero y los recursos naturales somos quienes menos recibimos inversión extranjera en proporción. Nuestros bonos soberanos son calificados de chatarra. El peso del servicio de la deuda es atroz. Según los distintos índices serios de medición de riesgo, nuestra economía es de las más peligrosas del planeta.

 
Lo único que contiene el reventón definitivo de la crisis económica son los altos precios petroleros, que han subido desde 7 dólares el barril en 1998, hasta $140, y hoy promedian los $100, pero que bajarán a la vuelta de la esquina. Los precios de los "commodities" como el petróleo no se pueden mantener de manera indefinida al alza. Una vez que tomen su curso natural, lo que estamos viviendo que ya es muy duro para las mayorías, se pondrá todavía peor. Y la economía caerá como un castillo de naipes, arrastrando lo demás. Muchos expertos piensan que el desastre actual es de tal magnitud, que ni siquiera hace falta que bajen los precios del crudo para que se produzca una implosión a corto plazo.   

 Si ya se observan colas exasperantes en los Mercal y en Pdval. Y hasta peleas entre ciudadanos cuando llegan productos que escasean. ¿Qué va a pasar cuando llegue el ajuste fiscal inevitable? ¿Cuándo aumenten el cobro de servicios como la electricidad ya anunciados? ¿Cuándo exijan pagar la luz a quienes se la roban? ¿Cuándo suban tan sólo a niveles de costos los precios de la gasolina? No se puede seguir corriendo la arruga. Al estallar la economía, vendrá el caos social y una crisis política arrasará con el gobierno en avalancha.

 En los primeros cien días hemos visto política y mucha politiquería, turismo mundial, pero casi nada de economía, a pesar de que tiene que ser la prioridad y de que tienen el agua al cuello. El gobierno no tiene respuestas para lo que enfrentamos. O hace algo o esto se acabará pronto. En Chile el desastre económico del gobierno marxista de Allende le puso en bandeja de plata el golpe al general Pinochet. Luego del amargo remedio pinochetista, los chilenos de los más diversos movimientos políticos, empezando por los propios socialistas, aprendieron la lección. Se concentraron en conciliar un modelo económico que tiene a Chile como una economía desarrollada. Con acuerdos de libre comercio con casi todo el planeta. Con una inmensa seguridad jurídica. Con inflación de un digito promedio por más de veinte años. Con una moneda que le ha venido ganando terreno al dólar. Con los anaqueles llenos hasta la coronilla. Con instituciones sólidas. Con un Estado de derecho ejemplar, que tiene a los grandes violadores de los derechos humanos del tiempo de Pinochet bajo prisión y el mejor ejemplo es la cadena perpetua a Manuel Contreras. Si yo fuera Maduro empezaría por cambiar la asesoría de los hermanos Castro, por la de Ricardo Lagos y la de la Bachelet.

 @OscarArnal

EL ENVÍO A NUESTROS CORREOS AUTORIZA PUBLICACIÓN, ACTUALIDAD, VENEZUELA, OPINIÓN, NOTICIA, REPUBLICANO LIBERAL, DEMOCRACIA, LIBERAL, LIBERALISMO, LIBERTARIO, POLÍTICA, INTERNACIONAL, ELECCIONES,UNIDAD, ALTERNATIVA DEMOCRÁTICA,CONTENIDO NOTICIOSO,

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentario: Firmar con su correo electrónico debajo del texto de su comentario para mantener contacto con usted. Los anónimos no serán aceptados. Serán borrados los comentarios que escondan publicidad spam. Los comentarios que no firmen autoría serán borrados.